Estudios de grabación: donde se cocina la música en el mundo
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Estudios de grabación: donde se cocina la música en el mundo

José Carlos Peñas — 03-10-2017
Fotografía — Archivo

Desde 1968 / Monmouth (Gales)
www.rockfieldmusicgroup.com

La campiña galesa es el entorno idílico de un espacio que, desde finales de los 60, se ha convertido en referencia de lo que debe ser un “estudio residencial”, es decir, aquél en el que la banda o el artista no sólo graba, sino que vive, duran

La campiña galesa es el entorno idílico de un espacio que, desde finales de los 60, se ha convertido en referencia de lo que debe ser un “estudio residencial”, es decir, aquél en el que la banda o el artista no sólo graba, sino que vive, durante el tiempo que dura la grabación. Lo han hecho sorteando los vaivenes de la industria y atrayendo, con su mística especial, a todo tipo de grupos e ingenieros de sonido (incluyendo los de aquí: La Habitación Roja grabaron allí con el productor Santi García “La moneda al aire”).

El concepto de dejarlo todo para grabar un disco en un entorno natural idílico que rebaje el stress del rockero atribulado, debe mucho a este complejo, cuyo primer estudio, bautizado como “The Coach House” y con 149 metros cuadrados, se puso en marcha en 1968. Cinco años después, se añadirían los 170 metros cuadrados de “The Quadrangle”.

En estas casi cinco décadas, por Rockfield ha desfilado la flor y nata del pop y el rock británico y norteamericano: Black Sabbath, Queen, Suede, New Order, Ash, Oasis, Stone Roses, Simple Minds, Coldplay, Teenage Fanclub, Manic Street Preachers… La lista de inquilinos es también abrumadora. La mística se renueva y llega hasta nuestros días, con discos exquisitos como el del dúo folk de Rough Trade Josianne Clarke y Ben Walker. De lo más reciente, el espléndido y atemporal Silver/Lead de Wire se grabó allí. Todo un detalle, por cierto, que en la web del estudio se puedan ver los garabatos de cada banda (o ingeniero) en el libro de visitas. Steve Albini escribe: “Vengo aquí una vez cada década y gracias a todo el mundo, todo sigue igual. Nunca cambiéis nada”.

Pero los tiempos y las estrecheces del negocio mandan, y como ha hecho Abbey Road, Rockfield se ha diversificado hacia el entretenimiento turístico: ahora ofrece las siete habitaciones de "The Coach House" al público general como alojamiento para visitar los atractivos naturales del valle adyacente. También organiza periódicamente un máster en “grabación residencial”.

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