Regreso al futuro. Los mejores discos del Sur en 2015
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Regreso al futuro. Los mejores discos del Sur en 2015

08-01-2016
Fotografía — Carolina Cebrino

2015, un año protagonizado a última hora por el regreso de 091, también será recordado por un puñado de discos que han marcado un antes y un después en la carrera de una serie de bandas y músicos del Sur. Es el caso de Chencho Fernández. Con "Dada estuvo aquí" el sevillano se ha revelado como ese cantautor agridulce, ese lobo solitario, ese Nacho Vegas del que adolecía nuestra escena. También Napoleón Solo han firmado ese álbum que todos estábamos esperando. "Máximo Ruíz Ferrer", el tercer disco de los granadinos tenía nombre propio y no hay duda que su contenido también. Los trabajos de Fausto Taranto y El lobo en tu puerta también son obra de ese viaje en el tiempo, esa bitácora que incluye estilos del pasado y formas contemporáneas. Está claro, 2015 fue el año de Regreso al Futuro.

1.- CHENCHO FERNÁNDEZ  "Dadá estuvo aquí" (Funclub Records)

“Dadá estuvo aquí” supone la reencarnación de un alma libre. Rock adulto, pop vitaminado, baladas resacosas y unas letras que tiran del carro, impregnadas de amor en la Alameda de Hércules, de noches en la sala Fun Club, de curdas de Silvio y, en fin, de filosofía circundante en el sofá con la botella vacía. Hay algo de redención en este cancionero que nos ha cautivado.

2.- NAPOLEÓN SOLO  "Máximo Ruíz Ferrer" (Ernie Records)

Tan enigmático como el personaje que da nombre al disco, tan obtuso como nunca, tan imprevisible que ha conseguido alejar por fin los fantasmas de una banda llamada a ser el delfín eterno de la poderosa escena granadina. A la tercera fue la vencida, estaba cantado, solamente tenían que mirar hacia dentro, hacia si mismos.

3.- AIRBAG  “Gothan te necesita” (Sony)

Nueva etapa y nuevos horizontes los que se han abierto para la banda malagueña desde que publicaran “Gothan Te Necesita”, su sexto álbum largo. Se trata de un disco ambicioso, donde la banda ha tirado de oficio para aumentar la onda expansiva de sus viñetas de punk adolescente. Y es que ya no vale parar.

4.- FAUSTO TARANTO  "El Círculo Primitivo”

El rock andaluz tiene en los granadinos Fausto Taranto su última expresión contemporánea. Quejíos y metal encuentran en “El Círculo Primitivo” un espacio plástico, estremecedor en algunos momentos, enigmático en otros, pero que revitaliza un género y devuelve a la palestra a músicos insustituibles en nuestra escena.

5.- EL LOBO EN TU PUERTA  “Grabaciones sumergidas 2015” (Knockturne Records)

Podrían ser los Black Keys de la Bahía pero éstos tienen más grasa en la manos y más mala leche. A esa pócima que ellos llaman hard blues le añaden stoner, hip hop y cuadrículas indies. Si te tocan a la puerta que te enseñen la patita porque estos animales van directamente al cuello.

6.- SONIDO VEGETAL  “Verbena Calavera” (Octubre Sony)

A los que viven la vida sin susto, a ellos va dedicado el tercer disco de Sonido Vegetal. Un álbum que baja de las montañas balcánicas para, a medio camino entre Sierra Nevada y la Costa Tropical, reivindicar las casettes de los Chichos o lo vinilos de Camarón. Desde la rumba al hip hop desde el campo a la ciudad.

7.- AUTOMATICS  “Big Ear” (Clifford/Elefant)

El regreso de Automatics se desmarca de la efemérides o el anhe-lo, para simplemente demostrar que su sonido contemporiza con la realidad actual. Podemos decirlo alto y claro estamos ante el mejor trabajo de la banda de Linares y los niños de los 90 podrán probar lo que es un
caramelo envenenado.

8.- JAMMIN ' DOSE  “Big Ear” (Wild Punk)

En su debut largo la banda malagueña combina de forma sorprendente el muro sónico de Phil Spector con un flow rítmico capaz de arrastrarte hasta la pista sin recurrir a lugares comunes. Un sonido colosal que provoca que cuando uno escucha a Jammin´ Dose no dice funk dice fuck.

9.- AURORA  “Sílice” (Charco)

“Sílice” no es la mera continuación de su excelente debut. Los granadinos van más allá. Aurora minimalizan su sonido, más árido, más tecnológico y sin embargo totalmente mántrico. Han buscado sombras en la claridad y han encontrado voces que antes no se escuchaban en su  siempre sugerente propuesta.

10.- LOS ÚLTIMOS BAÑISTAS  “Expedición” (SonBuenos)

La banda de Cartagena ha vuelto tras cuatro años de parón y lo ha hecho como si no hubiera pasado el tiempo, con un álbum sincero. “Expedición” es un disco ligero de equipaje, te puedes llevar sus canciones a cualquier sitio y siempre te resultarán familiares, cercanas. La atemporalidad, en este caso, ha jugado a su favor.

11.- M.O.R. “The Magic Boooooom!!!”

M.O.R. es de esas bandas que gustan buscar vida más allá de los sonidos terrestres. Más allá de Arcade Fire o The Flamin Lips. Sus canciones se deslizan por la galaxia sónica como cometas de largas colas augurando momentos de felicidad o grandes catástrofes. Una sonda que despega desde Cádiz y que llegará tan lejos como les dejen.

12.- PÁJARO JACK “Vuelve el bien” El Volcán

Necesitaban un giro de tuerca en las letras y una colección de canciones sólida. Y ya la tienen. “Vuelve el bien” testimonia el estado de gracia de un grupo en ascenso creativo. Con hechuras y herramientas. La coartada del neofolk se les ha quedado pequeña  y la banda granadina vuela libre hacia cotas cada vez más altas.

13.- SECOND “Viaje Iniciático”

El diseño de la portada del octavo disco de Second, obra de Susana López, escenifica el espacio infinito. El que se abre ahora en la nueva etapa de los murcianos al frente de sus propios designios. Un álbum que alterna crestas y valles en forma y fondo pero que sigue siendo resolutivo a la hora de crear un repertorio infalible.

14.- ORTHODOX “Axis” Alone Records

Orthodox han vuelto. De manera diferente pero han vuelto. Ahora son un duo -Marco Serrato y Borja Díaz- que se han rodeado de algunos buenos amigos para grabar un nuevo disco con una paleta sónica tan variada como oclusiva. Los sevillanos son ya una denominación de origen dentro de la música extrema europea.

15.- NEGROAZULADO “Antártida”

Melodías heladas que se derriten bajo guitarras ardientes. Los malagueños son la punta del iceberg de una escena que clama por ganar visibilidad. Las canciones de Negroazulado se mueven en umbrales antagónicos que van del desgarro a la emoción, de la  explosividad a la calma. Un continente por explorar.

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