“Las casualidades las crea uno mismo con su actitud”
Entrevistas / The Dealers

“Las casualidades las crea uno mismo con su actitud”

Josetxo Rio Rojo — 28-10-2015
Fotografía — José Ramón Gómez

En el fondo ocurre con muchas otras bandas y muchos otros estilos. Pero uno tiende a pensar que aquellos combos que defienden un alma musical basada en principios que nacen del R&B, del Garage, del Beat, de la reacción social y rítmica iniciada en los 60, son de los que no renuncian fácilmente a ellos, de los que defienden hoy y siempre con vehemencia sus postulados, por minoritarios que sean. Uno escucha “Serendipic Breakfast” (Bickerton Records / Action Weekend Records, 2015) e inicia de inmediato ese viaje a unos estilos capaces de dotar de personalidad al mismo tiempo que la propia banda les dota de la suya propia. Charlamos con la banda vitoriana para que nos aclaren procesos, gustos, historias y grabaciones.

No sois un grupo al que debamos llamar precisamente nuevo. Lleváis en esto desde 2006, ¿no? Contadnos un poco cómo se formó la banda, si lleváis los cuatro desde el principio o ha habido cambios, si veníais de otras formaciones...
Bueno, la banda se formó en 2006 como combo de R&B británico de los primeros 60. Nuestro set consistía en versiones y un par de temas originales. En ese momento jamás habíamos visto un grupo con una propuesta así, y la idea encajaba perfectamente con nuestras inquietudes en esa época y las aptitudes de los miembros originales, así que empezamos con muchas ganas y sorprendiendo mucho en nuestro entorno. La banda duró con esta formación un año y medio más o menos, luego se fueron 3 de los 5 miembros. Los que quedamos, continuamos rápidamente el camino con gente nueva, que tenía influencias y perfiles diferentes, así que fuimos ampliando el abanico de estilos y nos enfocamos más hacia el Garage Beat y R&B. A su vez nos centramos en componer nuestro propio material. Tras varias idas y venidas de miembros y muchas cuestas que subir, la banda actual está bastante consolidada y llevamos juntos casi 4 años. El único miembro fundador que queda es Mikel (guitarra y voz) aunque casi inmediatamente llegó Alberto (armónica, percusiones y voz) y luego, tras ese primer año y medio se unió Oscar (batería), el último en llegar fue Koldo (bajo).

Una maqueta, dos singles, un lp... ¿Me dejo algo? ¿Es una carrera medida, fruto de las circunstancias...? ¿Estáis satisfechos de cómo está avanzando?
Pues es un poco de ambas cosas. Las circunstancias y también un poco nosotros mismos han hecho que nuestra carrera haya sido lenta, pero a la vez segura. Hemos dirigido nuestros pasos como hemos querido y estamos al final muy orgullosos de toda nuestra trayectoria y del momento al que hemos llegado, con un directo demoledor, un primer LP muy trabajado y un recorrido que nos ha reportado siempre buenas críticas y mucha confianza.

"Serendipic Breakfast" como título, "Serendipia" como canción... ¿buscabais algo distinto y llegasteis a este disco? ¿Creéis en la casualidad como motor vital?
El disco, tal cual es, es lo que hemos buscado. No sabíamos que sería así hasta que nos pusimos a trabajar en el, pero es justo lo que queríamos hacer. El título y el concepto de serendipia llegaron a nosotros muy avanzado el trabajo.
No creemos en la casualidad como tal. Las casualidades las crea uno mismo con su actitud, visualizando el objetivo y caminando firmemente hacia él. Es entonces cuando de pronto surgen las oportunidades y pasa algo que te lleva donde querías.

Publicado con Bickerton Records y Action Weekend Records, y siempre con formato vinilo. ¿Es irrenunciable, una seña de identidad? ¿Cómo y dónde lo grabasteis? ¿Cómo se funciona con dos sellos?
El formato vinilo sí que es irrenunciable, es un artefacto en sí mismo, atractivo y tangible. La música en un archivo de audio, o incluso un CD, pierde mucho valor y se convierte en algo efímero. En cambio un álbum en vinilo es todo un regalo para los sentidos, duradero y dignifica la música.
La relación con Action Weekend Records y Bickerton Records viene de lejos, de cuando grabamos nuestra primera maqueta. Detrás de estos dos sellos hay dos personas que han creído en nosotros desde el principio y eso ha sido muy importante para la banda. Son dos soñadores, dos auténticos ejemplos de pasión underground, que forman parte ineludible de nuestra aventura. Siempre han estado ahí con paciencia y nosotros finalmente les hemos dado un LP.
El disco lo grabamos en la Jimmy Jazz de Gasteiz. Koldo, nuestro bajista, es técnico de sonido de Helldorado y Jimmy Jazz entre otros sitios y estaba pensando en montar un estudio con todo el equipo que tiene. Así que usamos el espacio de la sala como estudio y entre semana estuvimos allí grabando, recogiendo el fin de semana y volviendo a montar a la semana siguiente. Tardamos dos semanas en grabarlo todo. Luego, las mezclas ya las hicimos en su local y finalmente lo mandamos a Estudios Circo Perrotti en Gijón para hacer el máster con Jorge Explosión.

¿Donde os sentís más cómodos, en pildorazos de r&b sixties como "Nowhere to go", desarrollos más cercanos a la psicodelia con aires a spaghetti western como "Requiem for Milko" o el pop barroco de esa preciosidad que es "Mary told me"?
Pues en todas, pero cada una en su contexto. En directo somos una banda mucho más agresiva, con un set dirigido a hacer vibrar al público y ahí predomina el R&B y la actitud garajera. Pero para el LP hemos compuesto y arreglado algunas canciones que no son habituales en nuestro directo y con las que hemos podido explayarnos a otros niveles, disfrutando del estudio y el proceso creativo. Todas las canciones del LP, incluso las más sencillas, están producidas con mucha dedicación.

¿Os gusta dar alguna dirección conceptual a vuestros trabajos o preferís el valor propio de cada canción? ¿Qué tratáis de transmitir en las letras?
Nosotros damos el valor propio a cada canción y así surgen, de forma independiente. Pero a la hora de plantear un disco, sí hemos tenido muy en cuenta el conjunto y cómo articularlo para que tenga un sentido completo. El orden de las canciones y las distintas caras del disco está muy pensado.
Entonces las letras no tratan de un mismo tema o concepto sino que son también independientes aunque muchas compartan fondo y sentimientos. A la hora de escribir hemos ido evolucionando con el tiempo. Al principio predominaban letras muy personales hablando de desamor y angustias vitales, pero la temática ha ido evolucionando hacia temas más narrativos y comprometidos en los que abunda la visión ácida y la crítica social y política.

Jugar con estos conceptos (serendipia, casualidades...) para una banda que se lo ha currado durante años parece cuando menos curioso. ¿Tal y como está el mundo de la música no queda otra más que el trabajo estajanovista? ¿Cómo veis la situación?
No queda otra que persistir y no dejar de soñar, tratar de aportar algo honesto y real, y ser un fiel reflejo de tu pasión. Haciéndolo así y apuntando alto puedes llegar a hacer una banda de rock’n’roll. Porque hay muchísimos locales de ensayo y muchísimas bandas, pero la mayoría no sale del local o no da más de dos conciertos al año. En realidad es muy difícil, se tienen que juntar muchas circunstancias para que todo funcione, sobre todo por las personas, pero al final el que la sigue la consigue.
Hoy por hoy los músicos no pueden vivir de esto porque la música no se paga hoy en día. Ni a la gente en general le gusta pagar cuando va a un concierto, salvo en festivales o salas consolidadas, ni cuando la consume en su día a día, y las salas y bares tratan de pagar lo mínimo posible tratando de velar por sus negocios, así que es muy difícil hacer dinero con la música al menos a nivel underground. Lo normal es cubrir los gastos del viaje y volver a casa con algo de bote para poder gastarlo en grabar otra vez o pagar el local. Nos gusta cuando nos pagan más porque nos sentimos reconocidos, pero bueno, no estamos aquí por el dinero.

Hoy en día pareciera que el valor de grabar un disco se ha devaluado, como si fuera una mera excusa para dar algunos conciertos. ¿Lo creéis así? ¿No os parece que la preponderancia de formatos como el mp3 o incluso el CD influye en esa visión?
Es posible, sí. Ahora hay mucha tecnología con la que puedes grabarte y mucha gente se lanza así, sin tener mucha idea y al final cualquier banda poco trabajada puede tener un CD y tratar de tocar. Pero ese es el momento de la maketa, de hacértela rápido para mostrar tu propuesta y dar conciertos. Luego llega el momento de hacer algo de calidad, que esté a otro nivel y ahí siempre hay que contar con equipo y gente profesional.
De todas formas, el hecho de que ahora se escuche la música en mp3 y puedas bajarte lo que quieras de internet, sí ha hecho que se disperse todo más y que la gente ya no descubra un disco o un grupo y lo escuche e incorpore a su vida como antes.

En vuestro caso las cosas quedan claras desde el principio, desde la imagen a las primeras notas. Sois un grupo de refrescante garage-beat pleno de r&b, psicodelia, sonidos y esencia sixties... ¿Os asusta el encasillamiento, las etiquetas, que la pertenencia a cierto grupo no sólo musical, sino también vital os aleje de otros públicos?
Bueno, nos preocupa lo justo, porque sabemos cómo funciona esto. Sabemos que hacemos una música que no está al alcance de todo el mundo, que no podemos llegar a los oídos de la mayor parte de la gente en el sentido de que no hacemos ese estilo de música que la gente en general escucha en su día a día. Sin embargo, hemos tocado delante de muchísimos públicos distintos y siempre ha funcionado, por lo que si tuviéramos ese espacio, iríamos sumando seguidores fuera de la escena sixty underground.
Pero lo cierto es que las distintas escenas se mueven así. Sabemos qué público nos va a apreciar y entender mejor, y ese público va a sentir más interés en nosotros si nos definen con esas etiquetas.

Una de las cosas más gozosas de los sonidos sixties es su especial tendencia a homenajear al pasado mediante versiones que rescaten canciones que hayan sido éxitos o no. Así lo hicisteis por ejemplo con el "Indication" de los Zombies. Pero en "Serendipic Breakfast" todos son temas originales. ¿Intento de aprovechar al máximo la oportunidad, salirse de lo habitual...?
Como dices ya habíamos hecho un pequeño homenaje en nuestro anterior single, reinterpretando a nuestra manera una joya olvidada, pero de cara al LP no sentimos esa necesidad, era la hora de plantear solo nuestro trabajo original.

Vivimos una época de cierto esplendor de los llamados sonidos garage, fuzz o como queramos indicarlo, pero en la mayoría de los casos bebiendo más de nombres recientes como el omnipresente Ty Segall. Vosotros sin embargo os vais a los orígenes, a los nuggets, a plena década de los 60. Y eso parece menos de moda. ¿Sois conscientes de esas diferencias? ¿Lo sixties siempre ha sido minoritario?
Bueno, lo sixties siempre ha sido minoritario salvo en los ochenta, en la época del revival, que tuvo su momento de esplendor. Pero nosotros no hemos mamado de ahí, hemos mamado directamente de la raíz. Así que a la hora de hacer nuestro proyecto hemos sido fieles a nuestras influencias y así nos hemos expresado. Nunca hemos buscado adaptarnos a una moda sino más bien reivindicar lo que nos gusta haciendo nuestra propia música y mostrándolo en público. Cuando empezamos con esto no estábamos al tanto de ninguna escena sixty, pero después descubrimos que no estábamos solos y podíamos compartir ahí nuestra pasión.
También nos gusta mucho la Neo-Psicodelia y las corrientes que tu nombras, pero nuestro proyecto viene ya de hace años y solamente seguimos nuestro camino de forma honesta. Somos fieles a nuestra propia evolución y no pensamos en modas o corrientes. Aunque esto no significa que estemos en una burbuja o encerrados en una fórmula concreta, tratamos de asimilar lo que nos gusta y llevarlo a nuestro terreno.

¿Tiene Vitoria un mayor sesgo hacia los sonidos negros, el ambiente sixties..., que otras ciudades o es una apreciación externa equivocada? ¿Por qué?
Creo que la visión que se tiene de Vitoria no es real. No hay en absoluto lo que se dice “ambiente sixty”, somos una isla en nuestro entorno, y no somos profetas en nuestra tierra. Sí que hay cierta escena rockera, en el amplio sentido de la palabra. Hay unas pocas bandas que son muy buenas, pero porque hacen lo que sienten y saben lo que quieren. Pero no diríamos que Gasteiz se caracteriza por tener un rollo de tal o cual estilo, no nos parece etiquetable, la sensación general es de dispersión y eclecticismo, supongo que también, por los tiempos que corren.
Sí que es cierto que para los sonidos negros hay más permeabilidad y cierto seguimiento, pero creo que es solo consecuencia de la importante influencia que dejaron los Allnighters en esta ciudad, cuando muchos vibraron de verdad, era otra época. Por eso queda esa idea de Vitoria, pero no es así. Ahora mismo no hay ni un solo bar con alma sixty ni tampoco mod o soul.

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