Howie Gelb y M Ward, mano a mano

El día que Dylan cumplía setenta primaveras Howie Gelb y su pupilo M Ward finalizaban relajados su gira conjunta española. Resoplando y descansado, inquieto por no encontrar postura adecuada y cegado por la luz de la sala- llegó a interrumpir el tercer tema para ponerse de nuevo la gorra-, el Giant Sand mayor se hizo de rogar mientras su cavernosa voz iba rellenando minutos de tiempo. Diversidad de opiniones sobre si estábamos en un ensayo con público o en un concierto de alguien ajeno a los nervios del escenario, curado de espanto, incluso capaz de reírse de sí mismo, del artista. El escepticismo fue paliado sin embargo cuando arrancó con “Where The Wind Turns The Skin To Leather” o la reciente “Fields Of Green”. El apocado M Ward no lo es tanto, y tras los cuatro temas de Gelb de la primera ronda, guitarra en mano y casi en paralelo a su cuerpo, la coheniana “Hey, That´s Not Way To Say Goodbye” sonó inmensa acompañada al piano del de Tucson. Pocos minutos -o segundos- bastaron para comprobar in situ el genio del californiano, ora emocionado punteando ora delicado con “Eyes on the Prize”, consiguiendo el nivel de atención máxima para retirarse al saloncito de fumar. Tras el segundo pase de Gelb, que sampler de Jesucristo Superstar mediante dejó paso de nuevo a M Ward, este versioneó “Rave On” de Buddy Holly, “Story of an Artist” de Daniel Johnston y finalizó con “Roll Over Beethoven” de Chuck Berry, dejando constancia que el folk y rock and roll son patas de una misma mesa. O que alguien con tamaño talento puede hacer lo que quiera, que siempre lo hará bien.