Adrenalina tribal
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Adrenalina tribal

7 / 10
Amaia Santana — 26-02-2018
Fecha — 24 febrero, 2018
Sala — Sala Urban Hall / Palacio Euskalduna, Bilbao
Fotografía — Tom Hagen

Gran expectación y frío polar en la larga cola que rodea el Palacio Euskalduna de Bilbao. Las cerca de 2.000 personas congregadas aquí esperamos impacientes un doble estreno: el de la sala Urban Hall como nuevo espacio de conciertos de corte industrial-elegante y, sobre todo, el tercer largo de Belako, “Render Me Numb, Trivial Violence” (El Segell, Belako Records), publicado apenas 24 horas antes.

Una hora después de la apertura de puertas, sobre las diez de la noche, la banda mungiarra Cecilia Payne (foto inferior) se encarga de apaciguar los exaltados ánimos. Su propuesta de alt-rock resulta un tanto descafeinada y desentona un poco con las ganas de fiesta del personal, que viene con kit festivalero incluido: un globo verde con lucecita multicolor en su interior orbita sobre nuestras cabezas, en contraste con las melodías alicaídas y voces susurrantes de las tres cantantes (a la par que guitarras y bajo). Con todo, ganan peso y movimiento en la segunda mitad de su actuación, por ejemplo con el pegadizo “Fuck You” (estrenado la semana pasada en nuestra web), cuyo estribillo corean las henchidas primeras filas. Estamos seguros de que este cuarteto con nombre de la astrónoma que descubrió de qué se componen las estrellas nos aportará nuevas y gratas sorpresas muy pronto.

La puesta en escena de Belako es puro arte conceptual, desde el perturbador maniquí situado junto a la batería hasta el conjunto catódico en ambos extremos del escenario. En sus televisores se sucederán imágenes de manifestaciones –donde se leen carteles como “Mujeres encerradas”-, geometrías espasmódicas y bichejos varios. La escenografía, unida a los potentes y en ocasiones estridentes focos, otorga cierto aura de rock de estadio. Abren con la nueva “Two Faced Simulation”, cuya base huele a espíritu adolescente en algunos momentos. Cris corre del micro central al extremo donde está situado el teclado, que abandonará durante el resto del concierto para darle total protagonismo a la voz. Guitarreo descarnado con final apabullante en “Off Your Shoes”, de su anterior LP “Hamen”. Se les ve enérgicos y con ganas. “Llevamos un año esperando”, se sinceran. Juegan en casa y el público no falla. Josu salta propulsado por la electricidad de su guitarra y parece que va a alcanzar el techo del Urban Hall.

Continúan con una versión mucho más rápida y menos compungida de su exquisito “Something To Adore”, del citado “Hamen” y que incluyen en su nuevo disco bajo la nota aclaratoria “Arinau” (más rápido, en euskera). La voz de Cris tiene un rollo muy sugerente, como se puede comprobar en el vídeo del acústico de “Maskenfreiheit” para Mondo TV. Precedida por una intro de palmas urgentes, esta licencia de carnaval adquiere un esplendor épico con toda la artillería de la banda. Sin embargo, en ocasiones quizá aderezan demasiado la voz con reverbs y ecos grumosos. Puede que hayan querido emular el mismo sonido analógico de “Render Me Numb”. En cualquier caso: suenan muy bien y la entrega de banda y público es recíproca. Se retroalimentan. Regresan a su disco anterior con el desconcertante himno “Hegodun Baleak” que entona Josu (también se incluye segunda parte de este tema en el nuevo álbum). Más “Hamen”, con las bailables “Fire Alarm” y “Nomad”, donde se escucha un amago de irrintzi desde la mesa de sonido. Lore aparca el bajo y se pasa a los teclados durante la introspectiva balada “Molly & Pete”, de su debut “Eurie”. Con una punzante base electrónica, lapsos de silencios totales ensalzan la voz de Cris en “Mum”. El clásico “Track Sei” desata el espíritu fiestero. La banda contempla sonriente cómo el público se deja los pulmones en los “u-uoh" del estribillo.

Tras este repaso acelerado a sus anteriores trabajos, pasan al nuevo LP con “Over The Edge”, cuyos gritos ahogados claman contra la violencia de género. En directo suena a un ritmo mucho más frenético. Asistimos a una inevitable pérdida de presión en la cabina con la canción que da título a su nuevo álbum. Josu anuncia el “temazo” “Lungs”, que suena bastante distorsionado y parece evocar un agitado viaje en coche, a través de las luces nocturnas de una ciudad anónima. El guitarra se desgañita en el trallazo punk-trash-pum “Zaldi Baltza”. Dejan para los bises la nueva “Stumble”, con tintes arabescos camuflados en su base electro, el veterano hit “Sea of Confusion” y la descomunal “Haunted House”, con su grito punk esclarecedor.

Momento de dar las gracias a todos los artífices de esta gran puesta en escena, como Ane y Ainize, responsables del contenido visual. Asimismo, estudiantes de Bellas Artes se encargan de grabar todo el espectáculo. Rave final a base de electrónico enfangado, con eclipse de solo de batería a cargo de Lander. Ateridos al principio de la velada, la descarga de energía de Belako nos desentumece por completo.

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