"Vivimos tiempos oscuros en un sistema sin sentido"
Entrevistas / Toundra

"Vivimos tiempos oscuros en un sistema sin sentido"

Miguel Ángel Sánchez Gárate — 10-10-2012
Fotografía — Archivo

Los madrileños Toundra crecen cada día más. Sus afortunadas incursiones en los festivales Costa de Fuego y Sintonitzza han sido la rampa de despegue para la presentación de “(III)”. Cuando lean esto habrán campeado por tierras francesas, alemanas y suizas dando fuelle a sus singulares y melodramáticas creaciones en formato instrumental.

No hay carámbanos ni sensación de letargo polar cuando tras el fade-in inicial de “Ara Caelis” se desata la incontinencia de unas guitarras filosas como el hielo y una poética sección de cuerdas integrada por Andrés Ortiz, Luis Miguel García, Guillermo Manzanares y Álvaro Llorente, que aporta las dosis adecuadas de épica. A partir de ahí la música se va encrespando salvajemente como la tierra retirada por los cilindros de empuje de una tuneladora. Así se inicia el último trabajo de estos portentos del rock instrumental que son Toundra, un disco que supone cuanto menos un antes y un después en su carrera. “Creo que ‘III’ es un disco más directo que ‘II’, con menos sutilezas, más crudo”, apunta Alex, su batería. Crudeza y sutileza a partes iguales, pues el remanso con el que comienzan “Requiem” suena tan lírico y emotivo como “Nothing Else Matters”, aunque luego las tornas lleven por otros caminos menos amables y mucho mas fibrosos. “Hemos compuesto de manera distinta a ‘II’, los temas han tenido más fases de composición y maduración. Hemos intentado que tuviesen más cohesión los unos con los otros y que el disco en si fuese un bloque. Nos hemos esforzado mucho por llevar al siguiente nivel todo el apartado de arreglos y su relación con las canciones, que se integrasen bien”, añade Víctor, guitarrista.

“II”, publicado en 2010, ya supuso el principio de su romance con Aloud Music, un sello que cuaja bien con su visión apasionada de la música. “Nos ofrece trabajar con personas honestas, sencillas y trabajadoras y eso es lo más importante de todo”, comenta Esteban, su bajista. “En lo estrictamente musical, han sido dos años de muchos conciertos, mucho trabajo en el local y mucho darle al coco para componer un buen disco bajo la premisa que tenemos desde el primer día: no repetirnos, innovar en nuestro sonido”. Y vaya si innovan, aunque toda la imaginación que imprimen en su creatividad es inversamente proporcional a la de los títulos de su propia fonoteca. “Nos gusta diferenciar los LP’s de otro tipo de trabajos, y la numeración es perfecta para ello. Es fácil de recordar y a la hora de observar la evolución del grupo, es ponerle el trabajo mucho más fácil a la gente que nos conozca de nuevas. El split single que sacamos con Hand Of Fatima se llamaba ‘Nordeste’ y últimamente venimos hablando de hacer un mini álbum o EP, que en caso de llegar a hacerse tampoco lo titularemos con numeral”, explica Alberto, el bajista. En esta ocasión han trabajado a tres bandas y utilizando distintos escenarios ¿No podrían haber zanjado todo el guiso con el mismo chef? (Alberto) “Sí pero no... Carlos siempre prefiere trabajar con estudios externos para mezcla y máster. Nosotros lo preferimos, es importante que trabajen diferentes personas en el proceso para enriquecer el sonido y el resultado final. Aunque pudiésemos haberlo hecho, no nos interesaba trabajar de esa manera”. (Víctor) “Nos preocupaba mucho poder ofrecer un disco que fuese más enérgico y elegante que ‘II’, pero sin dejar de ser nosotros ni sufrir un cambio drástico. Creo que Carlos Santos, Santi García y Víctor, el hermano de Santi, han aportado cosas muy personales a este disco. Cada uno trabaja de forma distinta al otro, pero esas diferencias y la unión de los tres trabajando en lo mismo, hacen que este disco suene distinto a cada uno de los discos que han grabado individualmente. Para nosotros no existe en España un equipo mejor que con el que hayamos trabajado. Nos gusta trabajar con la gente de aquí más que con cualquier productor o becario de productor de fuera. Lo de aquí no tiene nada que envidiar y tenemos que empezar a darnos cuenta”. Ni que decirlo tienen a expensas de los resultados, que no tienen nada que envidiar a las últimas producciones de Explosions In The Sky o Mogwai. (Álex) “Esta vez disponíamos de más tiempo para grabar. Con ‘II’, si mal no recuerdo, estuvimos un par de semanas, mientras que esta vez hemos estado casi un mes metidos en el estudio”. (Esteban) “Para este disco hubo una etapa de preproducción en los Westline Studios con Juan Blas (Nothink). Es la primera vez que nos metemos a grabar demos en un estudio y creo que fue clave a la hora de aclararnos las ideas, terminar canciones y avanzar en nuestro trabajo. Después bajó Santi García a los Sadman Studios regentados por Carlos Santos. Sonorizó los instrumentos, mezcló y su hermano Víctor masterizó. Carlos se dedicó a grabarnos, ayudarnos, soportarnos… o soportarle nosotros a él. Por el estudio pasaron amigos a tocar instrumentos que nosotros no controlamos. Ha sido un proceso intenso y a la vez relajado. Llevamos tanto tiempo conviviendo que nos entendemos a la perfección”.

Pese a que Toundra no se declaran cinéfilos a ultranza, en su música planea cierto regusto a banda sonora por el dramatismo, los diversos ambientes y la tensión que manejan. De ahí que no esté de más preguntar por cuál ha sido su última fuente de inspiración. (Esteban) “Nos ha salido un disco oscuro, pero lo suficientemente enérgico como para que tenga un punto vitalista. Desde el principio hemos querido hacer un disco más oscuro, pero el que nos haya salido con tanta rabia no sé muy bien a qué se debe. Vivimos tiempos oscuros en un sistema sin sentido, quizás la situación de nuestro alrededor haya podido influir”. (Victor) “La verdad es que no hay una inspiración concreta. Llegamos al local y nos ponemos a tocar. Sabemos lo que queremos y lo que no queremos, así que es relativamente fácil avanzar, hasta que te bloqueas. Nuestras referencias musicales siempre están ahí, pero son distintas a lo que hacemos Toundra”.
El disco parece seguir un crescendo a medida que avanzan los temas, por ejemplo de “Ara Caeli” a “Cielo negro”
. ¿Este tipo de progresiones va unida al sentido de querer marcar los tiempos en directo? (Álex) “En el directo solemos variar más. Aunque sí es cierto que hay temas que suelen tener su orden concreto. Por ejemplo, en los últimos conciertos hemos empezado siempre con ‘Ara Caeli’, igual que antes empezábamos con ‘Tchod’, ‘Magreb’, ‘Zanzíbar’. Pero poco más. Por ejemplo, ahora los conciertos los terminamos con ‘Cielo negro’, segundo corte de ‘III’. Y antes de eso tocamos ‘Marte’; todo esto intercalando temas de ‘II’ y de ‘Toundra’. A la hora de componer el disco, primero vamos sacando temas, intentamos que si un tema empieza muy tranquilo, el siguiente que compongamos tenga un inicio distinto. Si hemos hecho tres temas largos, intentamos componer un cuarto que sea más directo. Si hemos hecho uno lento, luego uno rápido… Pero el orden no se establece hasta que todo el disco está compuesto”. (Víctor) “Siempre nos ha importado muchísimo el orden de los temas, la progresión que va a escuchar el oyente y sobre todo hacer discos y conciertos ágiles para evitar que la gente desconecte o se aburra”.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.