“Somos pioneros por casualidad”
EntrevistasThe Human League

“Somos pioneros por casualidad”

Carlos Pérez de Ziriza — 22-06-2025
Fotografía — Perou

Sorprende la natural modestia que irradia Philip Oakey (Hinckley, Reino Unido, 1955), cabeza visible de The Human League desde hace más de cuatro décadas. Y es muy de agradecer. No se da ninguna importancia. Se considera prácticamente un héroe por accidente, por mucho que su banda sea una insignia del pop electrónico de siempre, pioneros desde sus inicios.

Así me lo transmite por teléfono, en una charla cuya finalidad es ir calentando el ambiente de cara a su próxima visita junto a Joanne Catherall, Susan Ann Sulley y el resto de la troupe, ya que no tienen disco nuevo desde 2011 ni tampoco se le espera.

Podremos verles el 15 de julio en los Jardins de Vivers de Valencia, dentro de la Fira de Juliol, y el 16 en el festival Les Nits de Barcelona, en el Palau de Pedralbes.

A diferencia de otras bandas contemporáneas, The Human League no os habéis retirado por un tiempo para luego volver, y siempre os habéis mantenido haciendo giras por el mundo. ¿Cómo se mantiene esa ilusión sin intermitencias?
Porque lo disfrutamos mucho, en realidad. Y de algún modo, los músicos que nos acompañan son cada vez mejores. Salimos y tocamos. Es en lo que se ha convertido nuestra vida y en aquello para lo que vivimos.

¿Y nunca os cansáis de reproducir canciones clásicas como “Don’t You Want Me”, que seguro que no falla en ninguno de vuestros conciertos?
La verdad es que no. Nos divertimos tocándola, porque nunca fuimos músicos profesionales. Hemos tenido una suerte enorme de que la gente nos reconozca por una canción como esa, y se una a la fiesta. Nuestros hits son lo que nos ha permitido girar alrededor del mundo. Me muero de ganas por tocar las canciones más conocidas. Son las que más disfruto.

¿No consideras que seáis músicos profesionales? ¿Lo dices porque fuiste un chaval que entró en la banda tocando apenas un saxo y sin expectativas de nada?
Totalmente. Empezamos solo porque el punk existió. Eso permitió a la gente empezar en la música sin tener conocimientos musicales. No teníamos grandes expectativas de nada. Y aún no nos creemos que venga gente a vernos tocar sobre un escenario.

"The Human League originalmente provenía de un grupo de teatro, que estaba organizado por el ayuntamiento, así que puede decirse que nuestro origen fue más el teatro que la música"

En cualquier caso, para ser tan poco diestros, sois unos pioneros del synth pop. Eso es algo que nadie os discute. ¿Lo sois por casualidad?
Lo somos, somos pioneros por casualidad. Tuvimos la suerte de que los instrumentos se hicieron asequibles justo en el momento en el que empezamos. Nos gustaba el punk, nos gustaba el rock, pero también nos gustaban los sintetizadores. Y eso nos dio la posibilidad de hacer discos sin realmente saber tocar la guitarra o ningún otro instrumento tradicional. Y nos pudimos sentar como trabajadores de laboratorio que podían perder tiempo en diseñar lo que querían escuchar. Tuvimos la suerte de empezar en ese momento: cinco años después, no hubiéramos podido.

¿Crees que Sheffield tenía algo especial para generar ese caldo de cultivo en el que tantas bandas de pop electrónico florecieron en el tránsito de los setenta a los ochenta? ABC, Cabaret Voltaire, Heaven 17, vosotros…
Sheffield siempre fue una ciudad muy de izquierdas, había mucha gente en el paro que se buscaba la vida como podía, en ocupaciones más bien creativas, y la gente que formó The Human League originalmente provenía de un grupo de teatro, que estaba organizado por el ayuntamiento, así que puede decirse que nuestro origen fue más el teatro que la música.

Hay músicos de Sheffield que sienten un arraigado orgullo local, como Richard Hawley, que en su último disco se precia de que la gente en vuestra ciudad es especialmente amigable, cálida de carácter. ¿Es así?
Puede ser. Conozco a Richard, de hecho, porque solíamos pasear a nuestros perros por el mismo parque. Siempre fue muy amable con mi perro, que es grande y está un poco chalado. Le tiraba palos para que corriera tras ellos y cosas así. Creo que sí, que la gente en Sheffield es amistosa, también con quienes vienen de fuera. Estaba mañana he estado hablando con un chico de China que me contaba cosas sobre la gran cantidad de estudiantes chinos que hay en la ciudad. Generalmente, aceptamos muy bien a la gente de fuera.

Habéis trabajado con Giorgio Moroder, Jimmy Jam y Terry Lewis, Ian Stanley, Hugh Padgham o Chris Thomas, productores muy distintos. ¿Cuál de ellos os generó una experiencia más gratificante?
Uff, no lo sé… Nuestros productores fueron siempre muy críticos, y fueron todos muy diferentes, como dices. Nos gustó mucho trabajar con Chris Thomas porque venía de producir a Sex Pistols y a Pretenders, y de mezclar “The Dark Side Of The Moon” (73), de Pink Floyd, pero también fue toda una experiencia irnos a Minneapolis para trabajar con Jam & Lewis, porque nos introdujimos en un ambiente de música urbana que era en principio ajena a nosotros, y nos aceptaron en un momento que, además, nos era muy complicado, y nos dieron un número uno en Norteamérica con “Human”, incluida en “Crash” (1986). Y luego, cuando necesitamos a alguien que nos ayudara de nuevo, apareció Ian Stanley y se las apañó para hacer que nuestros discos sonaran mejor de lo que merecían, aportando algo del genio de las grabaciones de Tears For Fears. Somos un grupo que hemos dependido mucho de nuestros productores.

¿Crees que vuestro mejor disco es “Dare” (1981), tal y como reza el consenso generalizado?
Yo diría que es el que supuso un cambio más importante, porque tuvimos la suerte de estar ahí justo en el momento en el que la música pop estaba cambiando, desde el mismo principio. Y es también aquel en el que las piezas encajan mejor. Mejor que en otros. Para serte honesto, mi disco favorito es “Greatest Hits” (88), ¿sabes? Me gustan todas nuestras grandes canciones.

¿Y cómo te sientes cuando músicos mucho más jóvenes os consideran una influencia evidente?
Por supuesto, nos gusta que nos lo digan, porque nosotros estuvimos justo al inicio del pop electrónico cuando se puso al servicio del baile, y yo siempre he creído que la música pop es música para bailar. Esa es la parte del pop que siempre me ha gustado. Teníamos que ser influyentes a la fuerza, aunque solo fuera por los instrumentos que utilizábamos.

¿Escuchas música actual hoy en día o te refugias en los clásicos? ¿O ambas cosas?
Pues cosas de ahora y de más atrás. Me gustan Goldfrapp, St. Vincent, Jungle, que me parecen buenísimos… y últimamente he empezado a escuchar música clásica, más que nada porque mi programa favorito de radio ha empezado a programarla.

 

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