Nombrados por la UNESCO la primera banda de metal en alcanzar el título de artistas por la paz y reconocidos con la Orden de Genghis Khan en su Mongolia natal, los miembros de The Hu dejan claro desde su misma carta de presentación que su música no es un proyecto al uso. Desde su propio sonido, catalogado particularmente como “hunnu rock” y claro deudor de la más legendaria tradición sonora mongola, hasta la narrativa de su épica impronta, el conjunto conformado por Galaa, Jaya, Enkush y Temka lleva más de un lustro desbancándose de aquello que hacen sus contemporáneos y ofreciéndonos una revisión del género pesado desde una perspectiva totalmente personal. No es de extrañar, por tanto, que su original puesta en escena y su idiosincrásica propuesta hayan traspasado fronteras en tiempo récord y logren cautivar ya a miles de seguidores en todo el mundo. Entre ellos, la siempre exigente audiencia del festival británico Glastonbury, donde la banda mongola grabó su último proyecto en directo, enmarcando para la posteridad una noche inolvidable en su joven carrera.
Con motivo de su inminente nueva visita a nuestro territorio -ver fechas al final de esta entrevista-, Mondo Sonoro tiene el placer de intercambiar unas palabras con su líder, Galbadrakh Tsendbaatar, aka Galaa.
Venís de publicar recientemente en formato disco vuestro paso por Glastonbury. ¿Cómo fue acercar una propuesta como la vuestra a una audiencia como la de este festival?
La verdad es que, independientemente de la región o el lugar en el que toquemos, no encontramos muchas diferencias entre nuestros seguidores. Todos ellos vienen con la idea clara de querer pasárselo en grande y nuestro público de Reino Unido no fue menos. Nos consta que siempre han sido muy fieles a nosotros desde que comenzamos y cuando anunciamos que tocaríamos en Glastonbury nos mostraron un apoyo tremendo. El día del concierto, concretamente, fue increíble. El público hacía mosh-pit como loco con nuestras canciones y todos se lo pasaron en grande. Sabemos que es un festival especial, puesto que reúne a aficionados de muchos estilos e inquietudes musicales diferentes, así que estuvimos especialmente encantados de ver que tanta gente viniera a vernos precisamente a nosotros. Creo que de hecho en el disco se puede apreciar lo muy felices que estamos por ello.
“Una de nuestras máximas siempre ha sido querer difundir la cultura mongola por todo el mundo”
En el presente año también nos habéis regalado un disco de versiones instrumentales de vuestro aclamado debut. ¿De dónde surge la idea de querer reversionaros a vosotros mismos?
“The Gereg” es un disco que contiene elementos y recursos especialmente pesados y tradicionales, así que creímos que sería buena idea darle una vuelta al proyecto y ofrecer a los fans una versión instrumental del mismo. Nos la han estado pidiendo muchísimo, créeme. Es un disco al que le tenemos mucho cariño, obviamente, pero no solo por tratarse de nuestro debut sino porque tiene algo de puro que lo hace realmente especial. Cuando lo realizamos nos focalizamos en hacer un trabajo que fuera puramente artístico y nada más. Pero también fue un trabajo de locos, ¿eh? Recuerdo que estuvimos trabajando unas dieciocho horas al día en el disco y nos recorrimos Mongolia de cabo a rabo para encontrar las mejores localizaciones en las que filmar nuestros videoclips. Pero no negaremos que aquel desgaste fue completamente intencionado, pues nos lo estábamos pasando en grande con todo lo que rodeaba su elaboración. Uno no graba su primer disco todos los días, ¿verdad?
¿Cómo diríais que ha evolucionado vuestra trayectoria desde “The Gereg”?
Bueno, ha sido toda una aventura, desde luego. Han pasado muchas cosas durante estos años, pero de alguna manera tenemos la sensación de que nuestro camino no ha hecho más que empezar. Si nuestra carrera fuera una montaña, diría que todavía estamos al pie de la misma. Todavía tenemos muchísimos retos que nos gustaría seguir cumpliendo de aquí en adelante, así que preparaos para seguir viéndonos firmar mucha más música en los próximos años. La rueda no para y después de haberle sacado todo el jugo posible a “Rumble Of Thunder” ya os avisamos de que estamos elaborando canciones nuevas para un inminente tercer disco en el que enseñaremos al mundo cómo ha evolucionado nuestro hunnu rock.
Ah, ¿así que hay música nueva a la vista?
Así es. Actualmente estamos del todo inmersos en la producción de nuestro tercer álbum y muy cerca de compartir lo que hemos producido en los últimos meses. No sé si lo has notado, pero nos tomamos un pequeño descanso tras nuestra última gira y ese tiempo lo hemos dedicado a producir este nuevo disco. Hemos invertido incluso gran parte del año en grabar nuestros videoclips, especialmente durante este verano, así que para 2025 nuestros fans tendrán oficialmente un nuevo disco de The Hu.
Por cierto, Bayarmagnai Dashdondog produce nuevamente con vosotros este nuevo disco en directo. ¿Qué tiene Dashka que es como vuestro quinto miembro no oficial?
Dashka tiene una visión muy específica de cómo deben sonar The Hu y sabe bien lo que queremos en todo momento. Y lo más importante, sabe leer mejor que nadie las exigencias de los fans. Por nuestra parte, nos encanta sentirnos apoyados por alguien externo a la banda, pues es un método genial para seguir creciendo como artistas. Hay ocasiones en las que tenemos ideas que no terminan de salirnos del todo y solo una cabeza como la suya es capaz de ayudarnos a desarrollarlas apropiadamente.
Si hablamos de terceras personas que han estado involucradas en vuestro proyecto, hay que mencionar las numerosas colaboraciones de lujo que habéis firmado durante estos años. Jacoby Shaddix de Papa Roach, Lzzy Hale de Halestorm, William DuVall de Alice In Chains o el gran Serj Tankian...
La verdad es que nos sentimos muy afortunados por haber podido colaborar en algún momento con nombres de tanto peso y artistas que son capaces de crear algo tan único. Colaborando con ellos hemos aprendido mucho sobre la parte ética de la profesión y sobre cómo adquirir ciertas actitudes hacia el trabajo en la misma, y francamente, no podemos expresar en palabras lo muy agradecidos que estamos de que hayan querido trabajar con nosotros. En el futuro habrá más colaboraciones, por supuesto, siempre con el deseo de seguir haciendo crecer nuestra música y seguir aprendiendo de artistas que realmente saben conectar con sus seguidores.
Entre otros proyectos vuestros, destaca el hecho de que hayáis contribuido a algunas bandas sonoras de videojuegos de la franquicia Star Wars, como la del “Jedi: Fallen Order” y el “Jedi: Survivor”. ¿Erais fans de la saga antes de encarar estos proyectos?
Sí, por supuesto. Hemos sido fans del universo de Star Wars desde que éramos niños y, para unos chavales que se han criado en ambientes tan humildes, tener la oportunidad de trabajar en algo relacionado con una franquicia que ama todo el mundo ha sido sin duda un momento incomparable en nuestra carrera.
Sin embargo, no firmáis esa música como The Hu, sino como Agasar, ¿verdad?
Así es, Agasar es el alias que empleamos para firmar otros proyectos como los que citas. Es un nombre que proviene de la lengua antigua de los hunos y fue idea de las gentes de Electronic Arts el querer emplear este pseudónimo. Para nosotros fue un entero honor, como te decía, no solo por ser fans del material con el que estábamos trabajando sino además por convertirnos indirectamente en la primera banda mongola en componer la música original de un videojuego de talla mundialmente conocida. Francamente, habría que darle un aplauso al equipo de EA por saber buscar más allá de los artistas musicales más convencionales para sus proyectos y encontrar propuestas como la nuestra.
"Sabemos que hemos puesto la primera piedra del camino creando esta etiqueta llamada hunnu rock"
La verdad es que la vuestra es una propuesta que uno no ve todos los días. ¿Os gustaría creer que hay más bandas en Mongolia sintiéndose inspiradas por vuestro éxito?
Lo que me gustaría creer es que la gente es capaz de buscar su propio camino y no se deja amedrentar por visiones conformistas que tratan de cerrar y cohibir la evolución de determinados géneros. Sabemos que hemos puesto la primera piedra del camino creando esta etiqueta llamada hunnu rock y por supuesto invitamos a que nuevas bandas puedan sentirse inspiradas y quieran incluso reinventar el género aportando su propia visión. Por ejemplo, ahora vemos a muchas bandas tocando el morin khuur de pie, cuando tradicionalmente se toca sentado. Pero nuestra aparición en la escena no debe ser meramente anecdótica. Queremos seguir viendo más bandas que se atreven a ir a más y reinventan los géneros sin miedo.
Me lo pones fácil para lanzarte la siguiente cuestión. ¿Qué consejo le darías a esas bandas jóvenes que no se atreven del todo a proponer sonidos tan arriesgados como el vuestro, pero querrían hacerlo?
Les diría que si tienen miedo es porque evidentemente les preocupa gozar del aprecio y valoración del público, lo cual está bien, pero no deben dejar que esas ideas les arrastren hacia pensamientos negativos que les limiten. Si realmente creen que la música que tienen entre manos va a calar hondo en determinadas personas, adelante, tienen que ir a por ello. Por supuesto, también deben mostrarse respetuosos y hacer los deberes. Buscar información y documentarse apropiadamente para presentarse al mundo con conocimiento y demostrando que sabes de lo que hablas. Y si creas algo único y auténtico, la gente apreciará y valorará tu trabajo.
¿Sentís que habéis contribuido a que Mongolia y su cultura sean más apreciados?
Bueno, hacemos lo que podemos pero no es nuestra intención colgarnos ninguna medalla inmerecida. Sabemos que la cultura mongola ha comenzado a ser muy querida y valorada por todo el mundo en los últimos años, y desde The Hu lo único que podemos hacer es sentirnos agradecidos y seguir contribuyendo a que más y más gente descubra nuestra seña de identidad. Desde que empezamos a tocar en el extranjero, unánimemente nos dimos cuenta de la gran ausencia de representación mongola que había en el resto mundo. Así que una de nuestras máximas siempre ha sido querer difundir la cultura mongola por todo el mundo.
Y musicalmente, ¿cómo fue crecer en Mongolia? ¿Tuvisteis acceso a los referentes que queríais tener?
La evolución musical en Mongolia es un tema delicado y extenso, especialmente en lo relacionado con el pop y el rock. A nosotros no nos llegaron grandes movimientos que en otras partes estaban pegando fuerte, pero sí tuvimos una influencia muy directa de los movimientos musicales más populares de allí, como Nisvanis, Soyol Erdene y Haranga, que fueron los artistas líderes de la industria en Mongolia. En cuanto a la música folclórica tradicional, Altan Urag fueron unos de los pioneros en introducir ciertos instrumentos al mundo. Todos ellos nos inspiraron y colectivamente contribuyeron mucho al tipo de músicos que somos hoy día.
Por nuestra parte, os vemos en septiembre en Barcelona y Madrid. ¿Qué creéis que podemos esperar de vuestros conciertos en nuestro país?
La última vez que estuvimos en España nos sorprendió muchísimo la gran acogida del público y la energía con la que recibieron nuestra música. En ese sentido, da la sensación de que nos parecemos mucho y creo que volverá a producirse una química muy interesante entre nosotros y los asistentes. Y por supuesto, quienes quieran venir a vernos de nuevas son más que bien recibidos. No dudéis de que os empoderaremos con la energía de nuestras canciones y sucumbiréis a nuestro ritmo.
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