Sin miedo y con rabia
Entrevistas / Bebe

Sin miedo y con rabia

Miguel Amorós — 15-07-2004
Fotografía — Archivo

“Pafuera Telarañas” -publicado por Virgin-es el impactante debut de esta vivaz extremeña que viene acompañada de la mano del dinámico productor Carlos Jean. Se trata de toda una declaración de principios hecha desde la perspectiva de la mujer, evidentemente, con mucho orgullo y con cierto grado de necesaria mala leche.

En poco tiempo “Malo”, el primer single extraído de ese disco, se ha encaramado en las lista de los singles mas vendidos, pero no te equivoques, nada tiene que ver con los fáciles éxitos de verano. Su letra es un crudo alegato contra los malos tratos, pero descrito de una forma diferente, original y desde una óptica descarnada. Pero una canción no hace a un artista, así que mejor investigamos que hay detrás de Bebe. Y nos encontramos con Nieves Rebolledo una chica simpática, espontánea, sencilla, con ganas de contar cosas, conocedora de sus puntos débiles y fuertes y sobre todo sensible, algo fácil de descubrir si escuchas atentamente las letras de sus canciones. Sus apuntes biográficos nos dicen que nació casi casualmente en Valencia y que pasó toda su vida en Extremadura. El que sus padres fueran componentes de un grupo folk le hizo crecer rodeada de música, además, es la cuarta de cinco hermanos de gustos musicales diferentes y, por lo tanto, con una discoteca familiar variada: Edith Piaf, Machín, Abba, Gabinete Caligari, U2, Loquillo, Nirvana, Pantera, Extremoduro... Sin embargo, Bebe después de ejercer de corista en el grupo Vanagloria, le da por la vena cantautora. “Era demasiado tímida como para buscarme una banda, aún recuerdo que en los primeros conciertos, entre canción y canción, casi no podía hablar”. Cansada de la monotonía en Extremadura, decide ir a Madrid a estudiar arte dramático, otra de sus pasiones, y cómo no, con su guitarra a cuestas. Al poco ya está cantando en locales como el Búho Real y consigue meterse en dos películas “Al Sur de Granada” y “El Oro de Moscú”, en pequeños papeles.

"El disco en directo y con toda la banda es bastante más vivo. Además me gusta que sea distinto, sino ya tienes el disco"

“La interpretación me gusta, pero si tengo que elegir, me quedo con la música, me encuentro más suelta, más natural, hay cosas comunes pero es otro planeta, eso que he tenido buenas experiencias”. Y es que como dice su paisano Evaristo, Bebe parece tener “una estrellita pequeñita pero firme”, porque después encandila a un cazatalentos que la pone a grabar con el especialista Carlos Jean. “Las canciones ya estaban hechas y tenía mi idea de cómo quería que fueran, porque ya estaba cansada de ir de cantautora y quería darles la vuelta. Del volcado de ideas y de los ofrecimientos de Carlos salió el disco. Él ha sabido entenderlo todo muy bien y lo ha hecho suyo”. Pues de su unión, más la aportación de algunos músicos de El Combo Linga, ha salido una mezcla de estilos, en general de tiempos calmos, pero con algunos arreglos skatalíticos e incluso balcánicos, que en directo pueden dar mucho juego. “El disco en directo y con toda la banda es bastante más vivo. Además me gusta que sea distinto, sino ya tienes el disco”. Así, con la suma del disco más el directo tendremos una imagen completa de lo que es Bebe. “Estas son trece canciones mías en este momento de mi vida, pero hay mucho más. También he hecho ambient con Nacho Sotomayor. De hecho ya pienso en mi próximo disco y va a ser muy diferente”. Diferente o no, su voz seguirá siendo es algo característico y personal de esta briosa chica, aunque no te extrañes si te suena a alguien. “Me gusta Albert Pla, pero nunca me he planteado que me pareciera. ¿La Mala? También me gusta, pero son conceptos diferentes. Quizá al tener deje, no marcar las eses y la voz un poco grave, nos asemeja, pero las estructuras musicales son muy distintas. Pero no me molesta que me lo digan”.

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