¿Quién es Ronnie Lasdunas?
Es un buen tipo. Una suerte de personaje mediterráneo al que se le ha parado el reloj en la desembocadura del Segura. Le gusta sentarse en las dunas a esperar el atardecer y pensar en sus historias. Siempre acaba escribiéndolas con una métrica medio decente y se convierten en canciones gracias a la finura del Combo de Arena.
Dicen que ha estado en Playmovil y Tea Baggers anteriormente, pero que este es su proyecto más personal. ¿Es eso cierto?
Bueno, Ronnie va a su aire, al final es algo tan habitual en la música como un alter ego. Digamos que el personaje nació como el protagonista de mi proyecto personal (soy Romu, cantante, guitarrista y letrista del grupo) pero enseguida Carlos (arreglista, contrabajista) se metió en el universo que íbamos creando y detrás fue llegando todo el combo de procedencias dispares (Noel, Fulgen, Rafa, Jaime y José Manuel, por orden de aparición). Y sí, Carlos y yo compartimos otras bandas hace tiempo. En este proyecto hemos trabajado con un cariño especial, casi artesanal. Ha sido muy distinto.
Por supuesto en vinilo.
Sí, el trasfondo romántico de todo el proceso tenía una meta clara en términos de formato. Nunca sé si está de moda o es anacrónico, el caso es que ofrece una belleza especial a la que nunca he querido renunciar. Soy comprador de LPs en vinilo, me gusta sobre todo comprárselos a los grupos en los conciertos, espero que el karma nos devuelva el esfuerzo. También somos conscientes del presente, así que el disco está en todas las plataformas digitales, incluso hay una tirada pequeña de CDs para gente que aún lo utiliza.
¿Qué destacarías del proceso de grabación del disco?
Hemos grabado en El Miradoor, un estudio agradable a los pies de la sierra de la Muela del que han salido ya unos cuantos discos con un recorrido más que interesante. Creo que Marco Velasco, que ha coproducido Estuario con nosotros, ha salido airoso de su zona de confort en esta grabación. Se maneja muy bien en esos picos de tensión que se generan al querer resolver un proyecto creativo. Yo me lo he pasado muy bien, me tiraría días sin salir del estudio.
¿Lo consideras un disco conceptual?
Pues no lo sé. Hay un hilo conductor en los escenarios que retrata, desde luego, ya que es bastante descriptivo. En mi cabeza empieza con un punto más costumbrista y acaba oscureciéndose un poco, más evasivo, algún yogur en mal estado que le sentaría mal a Ronnie.
¿Qué influencias han sido decisivas en Estuario? Por ahí parece que asoman Calexico, Kevin Ayers, Howe Gelb, Wilco, Uncle Tupelo, Harry Dean Stanton, The Silos...
A saber, aunque estos que nombras me gustan. Incluso admiro mucho la forma de ver el arte de algunos de ellos como Gelb, Tweedy, Ayers y otros muchos. Soy bastante melómano. Pero en Estuario han primado los paisajes, la luz y los paralelismos entre el universo que tendemos a idealizar de la música de raíz americana (de norte a sur) y su extrapolación a lo nuestro, el mediterráneo, lo levantino. Se nos cuelan, además, muchas otras referencias por el camino. Cinematográficas, por ejemplo, Ronnie solo ve películas en las que salga Harry Dean Stanton.
Le habéis robado a Crudo Pimento su ilustrador de cabecera. ¿Cómo se lo han tomado?
Bien, como una familia disfuncional bien avenida. Además coincidió la gestación de ambas portadas en el tiempo. Crudo Pimento son una fuerza de la naturaleza, Cascales (el ilustrador de cabecera) también. Juntos hacen cosas geniales pero cada banda requiere una forma de trabajar el tema gráfico. Cascales, amigo de décadas, se involucra mucho en este tipo de encargos fraternales y al final, cuando parece que nos va a costar la salud a todos, sale algo maravilloso. Ha sido una experiencia muy bella que podrán saborear, sobre todo, los que compren el disco en vinilo.
Ronnie Lasdunas y el Combo Arena abren el ciclo Microsonidos 2020 de Murcia. Actúan el sábado 18 de enero en La Yesería.
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