Qué bello es crecer
Entrevistas / Niños Mutantes

Qué bello es crecer

J. Batahola — 05-05-2008
Fotografía — Archivo

La emoción de ser padre, el vértigo de empezar una relación nueva después de haber tenido unas cuantas, las rupturas y el poso amargo que pueden dejarte son alguno de los temas de las canciones de “Todo es el momento” (Astro Discos), de los granadinos Niños Mutantes. En lugar de tapar las penas con capas de guitarras, juegan con ellas hasta que la ironía las convierte en algo mucho más llevadero.

Niños Mutantes siempre han pasado olímpicamente de jugar en la Primera División del indie nacional, y eso que no les falta equipo para hacerlo. Buenas canciones, mejores letras y el no callarse la boca son sus poderes. Beligerantes con la prensa musical cuando el plumilla de turno intenta poner sal en una herida que ellos ni siquiera perciben, lo que más les molesta es que la gente se meta en el trabajo de los demás. Juan Alberto (voz), al teléfono desde Granada mantiene esa actitud firmemente.

"Siempre hemos ido de tapaos, nunca nos hemos dedicado a lamerle el culo a nadie "

“Siempre hemos ido de tapaos, nunca nos hemos dedicado a lamerle el culo a nadie para tener más presencia en los medios, ni nos hemos guiado a la hora de hacer nuestra música en ver lo que iban a decir los que dictan qué es lo que mola. Creo que esa coherencia al final está recompensada, porque el público se da cuenta de que no eres un grupo de una canción o de un momento”. Precisamente en torno a ese concepto giran las canciones de su nuevo trabajo, “Todo es el momento”. “Habla de aprovechar el instante, de que el pasado suele ser una carga y el futuro un fruto de ansiedad. Es un poco orientalista, pero me tiré unos años flipado con el yoga y me ha debido quedar ese mensaje, que por otra parte es muy útil. Después de cinco discos y una década tocando, nos daba la impresión de que todo había sido un aprendizaje para llegar hasta aquí”.

Diez años sobre el escenario en el que han perdido algunas cosas por el camino y han hecho espacio en la furgoneta para muchas otras. “Hemos dejado atrás lo superfluo. Ahora sabemos que la música aporta algo a nuestras vidas que no nos lo ofrece nada más. Aprendimos que como más nos gustamos es sonando a nosotros mismos sin aparentar algo que no somos buscando un sonido más grandilocuente. Lo que mejor funciona es lo que más se parezca a nuestro directo porque somos un grupo muy engrasado y nos entendemos sólo con mirarnos”. Desde 2005 no pasaban por el estudio, aunque no han perdido la costumbre de presentarse a tocar en casi cualquier sitio que les dejen. Reducidos a trío al final de la “etapa de los singles”, consiguieron convencer al guitarrista Andrés López para que se uniera al proyecto mutante y recuperar la furia sobre el escenario. “Preparando la nueva gira, hemos visto con los promotores que era necesario pasar a salas más grandes. En los últimos años aunque no teníamos nada nuevo en la calle no hemos parado de tocar y hemos notado el crecimiento del grupo que se basa en el boca-oreja porque tampoco hemos tenido el apoyo de los medios que supuestamente van de creadores de opinión”. No es el único apoyo que han tenido al volver a colgarse los instrumentos. Por el estudio han pasado grandes amigos como el resto de miembros de Mama Baker que no son ahora mutantes. Pedro toca la guitarra en Ayurveda, Antonio (Negro) el bajo en Formentera y Dani, una pandereta que por error terminó distorsionada. “Para los arreglos confiábamos mucho en las personas que vinieron a tocar y buscábamos la improvisación porque a veces es mejor dejarse llevar. Hay muchas cosas que se han incorporado al disco: desde vasos que se han roto en el mismo momento en el que estábamos grabando, o como lo de la pandereta se convirtió en algo perfecto para una canción. Hay mucho trabajo previo porque tienes que llevar los deberes hechos al estudio, no puedes confiar en que te ilumine un luz divina una vez allí”.

La iluminación en las sesiones de grabación se la han pedido prestada a Clovis. Fino Oyonarte era el productor que el grupo llevaba mucho tiempo buscando. “Queríamos una figura externa. Puede que no sea el tío que saca el sonido más correcto, pero es capaz de capturar la esencia y el momento de un grupo. Se involucró con nosotros en seleccionar las canciones, depurarlas hasta el último momento y catalizar nuestra energía. En España casi no hay productores, aunque hay muy buenos técnicos de sonido que dan a las grabaciones un sello propio”. Grabado entre La Alpujarra y Granada en una mesa de los años setenta sobre cinta magnética, no va a quedar más remedio que olvidar su fama de grupo triste. “Nuestras letras siempre han hablado de relaciones que es lo que más ocupa el tiempo en nuestra cabeza. Lo hemos afrontado de otra manera, con mucha ironía. Antes buscábamos la imagen y ahora hemos ido al mensaje contando las cosas de una forma cruda y directa. También es importante que todos hemos pasado la treintena y que en el proceso de grabación todos hemos tenido experiencias fuertes, y eso se ha plasmado en el disco”.

Un comentario
  1. No se9 por que9 me acaba de pitar el oeddo... bueno, no se9 si es esperanza o que pero lo que si tengo es ganas de ver a Salva dbiujar otra serie mutante ya que su trabajo en Lobezno Primera Clase y Exiliados me ha gustado bastante. No se9 si darle un af1o a esta serie o un poco me1s, me parece surrealista que exista X-men Legado supuestamente para que Picara tenga aventuritas con los jf3venes (o algo), que entonces exista Nuevos Mutantes para... Para que9? y ahora nos vengan con otra serie con unos nuevos nuevos nuevos mutantes. En vez de tanta serie deberedan tener una quincenal o ased dedicada a los mutantes que no sean Pedcara, Lobezno, Emma o Ciclope, que tienen un montonazo de personajes desaprovechados y cada vez que me acuerdo de la cancelacif3n de New X-men pienso "los editores mutantes son gilipollas".

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