"No creo que baje el nivel de provocación"
Entrevistas / Uge

"No creo que baje el nivel de provocación"

Ernesto Bruno — 24-05-2014
Fotografía — Archivo

A Uge Ortíz se le conoce fundamentalmente por haber formado parte de Clandestinos aunque suele relacionársele mucho más por sus años en Extremoduro. Sin embargo ya va siendo hora de que lo conozcamos por su carrera en solitario. Con su nuevo trabajo “Nada es imposible” (Escupes o Tragas Records, 14) da un gran salto cualitativo y un sonoro puñetazo en la mesa.

Tres discos hasta llegar a “Nada es imposible”. Y desde nuestro punto de vista es el más completo, además del primero que plantea hacia dónde pueden ir tus pasos siguientes. ¿Estás de acuerdo?

Sí, he intentado mirar hacia delante o escuchar cosas que por aquí no sonaban todavía y hacer un disco de futuro, que se pueda escuchar dentro de diez años con la sensación de que se grabó con todos los medios del momento. Hace dos años que se grabó y parece que fue ayer, ahora ya podemos escuchar algunos grupos que influenciaron mucho este trabajo.

Con la producción del sonido de tu nuevo disco, diríamos que te distancias un poco del rock urbano y te acercas más a la sonoridad de grupos más modernos. ¿Lo ves así?

Ganas tenía ya. Lo intenté en cada disco, pero por tiempo, dinero o medios, nunca conseguí el sonido que quería. La batería es lo más importante y siempre fue una guerra con los técnicos. No reniego de nada, pero el sonido rock urbano ya lo grabé hace veinte años.

Tus letras continúan siendo muy directas, pero da la impresión de que has bajado un poco el listón de provocación de algunas canciones anteriores, bueno, si es que consideramos que había intención de provocar...

Con los títulos de las canciones en el trabajo anterior (“¿Escupes o tragas?”) fue así. Quería que desde el titulo de la canción la gente se acercara ya un poco provocada, provocada a decir: ¡¿qué coño es esto?! “Una bomba que solo mate gilipollas”, “Me gusta que me digas lo puta que eres”… son canciones que engañan desde el título. Una es una grito de guerra disfrazado y la otra una canción de amor. En este (“Nada es imposible”) no creo que baje el nivel de provocar, algo que sí busco (“Necesito matar” o “Ten un motín”) son canciones que quieren que despertemos un poco, pero el mensaje general del disco es más positivo yo me siento más positivo.

Dos temas en inglés (bueno, en realidad solamente uno), ¿la idea nació como fruto de haber grabado en los Outhouse de Reading o es que querías experimentar cómo sonaba tu música en esa lengua?
 Tenía que practicar un poco, quería escuchar como serían mis letras y mi voz en otro idioma o como mínimo intentarlo. El hecho de ir a Inglaterra lo hacía más interesante o el reto era mayor. Aquí le cantas en inglés al técnico de un estudio en España y vamos listos con las correcciones. Me costo muchísimo todo sea dicho, pero con la ayuda de Ben Humphreys tanto la letra como la dicción tienen un toque muy inglés.

¿Fuiste a grabar allí porque te gustan algunos de los discos que se grabaron en esos estudios o cuál fue el motivo?

Architects, Enter Shikari o Your Demise graban en ese estudio. Quería ese sonido, la batería bien fuerte y clara y la voz en su sitio, no en las nubes; aquí la suelen poner muy fuerte, tanto que bajas el volumen y desaparece todo menos la voz. En los discos que me gustan la voz está mezclada como un instrumento más. Quería probar cómo sonarían las canciones en sus manos.

¿Hasta cuándo crees que alguna gente te seguirá viendo como el ex-guitarrista de una etapa de Extremoduro?

No me planteo eso, forma parte de mi curriculum o como lo quieras llamar. Ya hace tiempo que hago otro tipo de música, sin más, y bueno, la gente, los medios o los periodistas tienen que etiquetarte de alguna manera y lo más fácil es decir que suena o que sigue ese camino, sin siquiera pararse a escuchar el trabajo que realizo.

¿Qué aprendiste de estar en una banda de dimensiones tan monstruosas?¿Qué aprendiste de bueno y qué aprendiste de malo?

Aprendí mucho, aprendí que me gustaba subirme al escenario, que eso me enganchó más que toda la droga que me metí. Aprendí que tienes que ponerlo todo en tus canciones y seguir tu camino pasando de todos.

Te has autoeditado el disco vía Escupes o Tragas Records, y te apoyan casi veinte tiendas y medios... ¿Por qué crees que la gente se vuelca contigo?

No engaño a nadie y pido poca pasta a muchos amigos, crowdfunding de cercanía. Luego les regalo el compacto y así ya se vendieron las primeras doscientas copias, ahora tenemos la segunda tirada en las tiendas, una locura, pero nada es imposible y la gente de las distribuidoras y promoción también tiene que comer. La única manera de que alguien en Galicia, Granada, Sevilla, Bilbao, Málaga, etcétera, se compre el CD físico es que esté en las pocas tiendas que quedan. Hacemos un esfuerzo para que sea así, si no los gastos de envío encarecen tanto el disco que no sale a cuenta su distribución física, y es una pena porque tiene un trabajo de portada que está al nivel de la música, un póster desplegable y todos los logos de esas tiendas y medios que nos ayudan.

¿Ese apoyo viene a explicar eso de que nada es imposible si te lo planteas con seriedad?

Creo que saben que no les engañaré, luego una parte de cariño que me tienen y a muchos realmente les gusta la música del grupo. Estamos de gira gracias a Positronics, Barney’s y Mr. Nice, tres empresas Holandesas que empezaron de la nada, con prohibiciones y ahora son un referente en el mundo del cannabis. Nos ayudan porque se les presentó un proyecto serio que parecía una locura como ellos hicieron en su momento. Un grupo de rock regalando semillas de marihuana a los cincuenta primeras entradas en todos sus conciertos, no es normal, pero es serio y suena divertido. Saben que trabajaremos en la gira igual que se hizo en el compacto y en todo lo que el grupo se implica.

Diría que mi canción favorita de “Nada es imposible” es “Ten un motín”. ¿Cuál es tu favorita y por qué?

Para mí, “Nada es imposible”, la cuidamos todos, desde la composición hasta la mezcla. La letra habla de un paisaje imposible y salvaje. La escribí en la montaña con un sentimiento de libertad muy grande. “Cosas prohibidas” también tiene algo especial. Fue la primera que enganchó al productor John Mitchell, luego “Ten un motín” nos preguntaba qué quería decir y al traducirle sonreía. Al final este álbum tiene once temazos cuidados uno a uno durante más de dos años de composición y pensar con quién y cómo se tenían que grabar.

8 comentarios
  1. Menudo tio jeta!
    sin comentarios....

  2. LA CANCION EN INGLES ES DE TRACA, VAYA ACENTO MAS CHUNGO!!!!
    JAJAJAJAJAJA Y PARA HACER SEMEJANTE MIERDA SE VA A LONDRES???

  3. LA CANCION EN INGLES ES DE TRACA, VAYA ACENTO MAS CHUNGO!!!!
    JAJAJAJAJAJA Y PARA HACER SEMEJANTE MIERDA SE VA A LONDRES???

  4. seguro que le sobran un monton de semillas de esas que regala en los conciertos, porque no creo que lo vayan a ver mas de 50 personas en cada concierto 😛

  5. Discazo!!! Mucha suerte a Uge y toda la banda!

  6. Los vi en el rocksound d BCN y tienen un direkto atronador!!

  7. Pedazo de disco, ten un motin y nada es imposible son auténticos hits!!

  8. Me jode reconocer si me equivoco, pero es lo que me ha pasado con este tio! Valore el hecho de ser alguien que viene mas bien de la onda del rock urbano que no trago, pero los pude ver en directo en valencia y la verdad es que musicalmente me alucino ese toque metal moderno. En fin pille el disco!!!

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