"Creo que es el disco con el que más respetado me siento"
Entrevistas / Igor Paskual

"Creo que es el disco con el que más respetado me siento"

Jaime G. López "Desperdicios" — 30-01-2020

Igor Paskual recupera su carrera en solitario con un nuevo trabajo “La Pasión según Igor Paskual” (2019, Warner Music) que ya desde su portada muestra su filiación transgresora frente a la corrección política y cierto extremismo recuperado en la vida política del país. Y lo hace a través de las canciones y esos videos que acompañan el mensaje, con esa peculiar mezcla de rock contemporáneo que no hace ascos al indie desde la electricidad.

Frente a cierto clasicismo con el que erróneamente se le puede asociar por su faceta de sideman, pero él tozudamente desmiente en su vía paralela en solitario. No solo de seis cuerdas y riffs canónicos vive el hombre. Un placer hablar con un tipo tan lúcido en los, en muchas ocasiones, estrechos márgenes del Rock. Un músico con un discurso y mucha actividad paralela al mundo del Rock que avalan su status de rara avis en el panorama nacional.

“La Pasión según Igor Paskual” (2019, Warner Music) es tu tercer trabajo en solitario tras “Equilibrio Inestable” (2011, Pop Up Música) y “Tierra Firme” (2015, Warner Music) ¿Cómo valoras la recepción de este nuevo trabajo hasta el momento?
Estoy encantado. Creo que es el disco con el que más respetado me siento, algo a lo que jamás había dado importancia, pero recibir el calor de tus compañeros de profesión es hermoso. Aún le queda algo de recorrido, es un disco muy heterodoxo, no es fácil de contar con una o dos canciones y desgranarlo poco a poco lleva su tiempo. Supongo que en unos meses tendré más perspectiva para juzgarlo.

¿Consideras que este es ya un trabajo de cierta madurez respecto a tu carrera en solitario? Un momento de sentirse especialmente cómodo en todas las facetas: compositivas, interpretativas, de liderazgo y último responsable, que supone tu carrera en solitario. ¿Hay algún área que te resulte especialmente incomoda o poco atractiva de liderar un proyecto en solitario?
Si, siempre que no entendamos madurez por hacer temas soporíferos. Es el sonido que estaba buscando desde hace tiempo y tardado tres discos en conseguirlo. Supongo que tengo una edad en la que ya no soy joven, pero tampoco mayor, llevo muchos años aprendiendo de buenos productores, grandes músicos y era el momento de devolver algo de todo eso.
Tengo mucha suerte con la gente que me rodea y las cosas incómodas de un líder que ejerza de líder son las que le pueden pasar a cualquiera que tenga una tienda o una profesión con gente a su cargo: tomar una decisión desagradable como despedir o no contar con alguien, aunque no es lo más frecuente. Lo peor, en mi caso, es no poder pagar aún mejor a la gente que trabaja conmigo.

Tu nuevo trabajo contiene varios trallazos de punk urgentes verbalmente explícitos donde no le haces ascos a la utilización de bases programadas muy presentes en todo el trabajo. ¿Consideras el uso de bases electrónicas como parte de la actualización del mensaje musical? O es algo más coyuntural, asociado a la forma en que nacieron las canciones quizás en un contexto de composición solitario ayudado por las mismas.
Las bases electrónicas las uso porque, curiosamente, me ayudan a que la canción sea más rock, porque imprimen mucha mucha fuerza. En el disco también hay muchos tipos de sintes que tienen tanta intensidad como una guitarra y hacen que las canciones suenen más punk
Pero también hay baterías que parecen programadas y están tocadas. Hay un buen número de herramientas a nuestra disposición y podemos usar todo. En mi primer disco ya las había incorporado. El rock nació mestizo y supongo que, por eso, admite con tanta facilidad la mezcla.
Para componer suelo usar los mínimos elementos. Así, al llegar al estudio se le puede dar la vuelta a la canción con menos condicionantes previos y me obligo como compositor a que una canción se sostenga sólo con unos acordes y la voz.

En “Cansado de la Vida” vemos elementos más auto referenciales o ¿es este un trabajo en el que el autor y sus composiciones toman distancia? ¿Cuánto hay de ti en esta colección de canciones?
Lo que hice fue no ponerme cortapisas y reflejar todos los lados como el ser humano imperfecto que soy: el más reflexivo, el más estúpido, el más noble y la parte fea. De momento, mi vida me sirve de material, aunque reconozco que mi tarea pendiente como autor es escribir en tercera persona. Para este disco lo intenté y esas canciones quedaron fuera.

El uso de terminología religiosa impregna unos cuantos títulos (“Dios es Colombiano”, “Cristo de los Mineros”, “Nuestra Señora de la Consolación”, “Nuevo Bautismo”). ¿Época cristiana, provocación o mera casualidad?
Bueno, yo soy creyente y ese tipo de imágenes forman parte de nuestro patrimonio cultural seamos cristianos o no. Por un lado, me ayudan mucho a contar algo porque el cristianismo entiende mucho de pecado, perdón, culpa, redención, vida, dolor...Y son términos con los que convivimos día a día. Todo el asunto de por qué el mal triunfa o por qué es tan difícil hacer el bien son preguntas tan difíciles de contestar como por qué Cristo murió en la cruz. Por otro lado, igual que la derecha ha apropiado de los símbolos nacionales o se han quedado con “la cultura del esfuerzo” cuando son quienes menos se han esforzado en su vida, también nos han arrebatado a Dios. Y era una forma mínima, tal vez, sólo simbólica, pero necesaria para recuperarla.

"Las chicas, hagan rock o trap, son quienes están consiguiendo poner nervioso al sistema y provocando cambios reales"

Hablando de provocación el video de “Dios es colombiano” no deja indiferente como tampoco muchas de las letras del disco muy explicitas. ¿Crees que la transgresión es una parte importante para la transmisión del mensaje? ¿Qué opinas sobre la pérdida de capacidad de transgresión en la escena rock? Vivimos unos tiempos que parece que lo formal se ha impuesto a otros aspectos del rock, aplanando propuestas y capacidad de transgresión. ¿Crees que la gente más joven busca estos aspectos en otros estilos musicales ajenos a la corrección política porque el rock ha perdido esa capacidad de rebeldía?
La transgresión en la actualidad se desactiva de manera muy sencilla, así que si no tiene cierto contenido detrás, lo que sucede es que la transgresión pierde efectividad y no sirva para nada, ni siquiera para epatar. El rock ha perdido la misma capacidad de transgresión que todos los estilos, pero los géneros jóvenes, simplemente por el hecho de serlo, parece que desafían algo y no es así.
Si te fijas, tanto el trap como el hip hop repiten los mismos estereotipos del rock. Me resulta desolador ver cómo bajo formas diferentes dicen lo mismo. Lo políticamente incorrecto es pura pereza mental, es un acto conservador, es miedo a lo diferente, a lo nuevo. Se agarran al pasado porque es lo cómodo. Dudo mucho que la gente joven se acerque a otros estilos por una cuestión de rebeldía. La gente más joven se acerca a otras músicas que no son el rock porque les resultan más cercanos generacionalmente y les identifica como grupo; también por una cuestión de tecnología. Puedes hacer veinte temas de trap y sus correspondientes videoclips en la habitación de tu casa, pero mover a una banda de rock es infinitamente más costoso y lento. Es la misma diferencia un había entre una big band y un combo estilo Chuck Berry. Para mí, la verdadera transgresión, no está en los estilos sino en el género, y que son las chicas, hagan rock o trap quienes están consiguiendo poner nervioso al sistema y provocando cambios reales. Si no fuera por eso, un artista como Maluma no habría grabado “Felices los 4” que es una maravilla, y si no fuese por los años de LGTB, Ilegales no habrían hecho “Mi amigo Omar es homosexual”.

A pesar de tu veteranía este es solo el tercer trabajo a tu nombre. Parece que tus entregas se suceden cada cuatro años, 2011, 2015 y 2019. ¿Es algo premeditado? ¿Crees que es difícil mantener una carrera en solitario con estas transiciones entre trabajos? ¿Cómo valoras tu labor como colaborador de Loquillo frente a tu carrera en solitario?
Hay varios factores. En efecto, con Loquillo han habido épocas en las que te encontrabas en una gira sin fin. Sin parar, un bucle eterno de escenarios, hoteles y baños. A eso hay que sumarle mis propias giras que son más cortas, pero mucho más duras. También es cierto que podría tener más discos si hubiera desatendido más a mis tres hijos. Pero, cuando hablas con gente mayor, todos te dicen que se arrepienten de no hacer pasado más tiempo con los críos. Todos. Ni uno sólo se arrepiente de haber sido infiel o de no haber estudiado, todos te dicen eso. Y no quiero cometer ese error. No sé otra gente cómo se apañará, pero a mí no me resulta sencillo. Otro factor es que en el estudio no soy rápido, quiero moverme en el rock, pero buscando una tercera vía y eso lleva cierto tiempo. Y sí, para mantener una carrera, lo guadianesco no es lo más recomendable, pero no creo que desaparezca tanto de nuevo.
Con el Loco llevo ya muchos años, y deberían ser otros quienes juzguen si lo he hecho bien o mal. El Loco, cuando yo no era nadie, apostó por mí en contra de todas las opiniones y a estas alturas, creo que he devuelto con creces lo que recibí. Y no fue fácil. Ahora mismo es un clásico real y está un momento bestial a nivel de público. Es un lenguaje que entiendo bien y es una súper banda.

Iniciada el año pasado durante enero y febrero vas a continuar de gira de presentación de “La Pasión”, coméntanos un poco el background de los músicos que te acompañan en la presentación del trabajo parte de ellos han grabado el trabajo, de hecho Carlos Stro es el productor del disco, pero otros miembros de la banda no han participado en él.
Mi banda de directo lleva conmigo desde mi primer disco en solitario. Son músicos brutales, muy versátiles que es algo que necesito. Alejandro Blanco es el batería, también hace las percusiones con la boca. Antón Ceballos el bajista y Ángel Miguel, mi guitarrista, lo conozco desde que teníamos 13 años. A veces, participan más en los discos y otras veces menos, dependiendo de la sesión. Para grabar cuento mucho con Jairo Ubiaño en la batería y Diego Cartón en guitarras. Todos asturianos, hay mucho nivel allí arriba. Prejubilados, ex yonquis y grandes músicos. Tienes lo que quieras de eso.

Nos puedes comentar la labor de Carlos como productor, ¿Qué ha aportado a este trabajo? ¿Qué es lo que buscas en la figura del productor para tus discos en solitario?
Busco a alguien que me enseñe lo que yo no sé, que llegue a lugares a los que yo no podría llegar por mí mismo y que vea las canciones de una manera distinta. Carlos Stro no viene del mundo del rock clásico o del pop. Es un gran admirador de Trent Reznor, por ejemplo, ha grabado bandas sonoras, al piano toca Mozart y Beethoven y, por ejemplo, la batería de “Waterloo” la grabó él... Es alguien muy fascinante. Llevamos muchos años grabando juntos y hemos crecido artísticamente juntos. Se lo digo siempre: “¡quiero cambiar de productor, pero no encuentro a otro!”

Por otro lado vas a compaginar shows con banda y sets en formato de dúo acústico junto al guitarra Ángel Miguel, ¿Qué puede esperar el público de cada uno de los formatos? En cuanto a ti ¿cuál es el formato ideal para presentar este nuevo trabajo?
Me gustan muchos las dos, es un buen equilibrio combinarlas. Aunque, no sé, ¡igual el punto medio está en un acústico con banda! Se establecen dos relaciones distintas. La banda es más poderosa, te aplasta y es más cercano al planteamiento del disco. En acústico se aprecia más la canción en sí y, además, durante los conciertos, escucho los comentarios de la gente y puedo interactuar con ellos. Hay veces que se crea un ambiente precioso.

Aunque actualmente eres el más veterano colaborador de Loquillo, lo cierto es que en los últimos trabajos se ha ampliado la nómina de colaboradores en labores compositivas, ¿supone esto una ventaja a la hora de tener más margen de maniobra en relación a tú carrera en solitario?
No creas, le sigo enviando más o menos el mismo número de canciones. Sólo que ahora, el Loco tiene más dónde escoger y eso redunda en el nivel de los discos. Es muy estimulante. En el nuevo disco, “El último clásico” los dos primeros singles son míos y te puedo asegurar que es todo un logro; hay temazos de Marc Ros, Balmes, Leiva, Sopeña...Que precisamente si algo han demostrado durante años es que son verdaderos creadores de singles.

O hay una diferencia entre ambos trabajos ¿Cómo enfocas las tareas compositivas en ambos proyectos? Lo comentamos a raíz de la inclusión de “Waterloo”, un antiguo tema que grabarais en la época de Balmoral. Nos cabe la duda si la vemos más en una o en otro trabajo…. la verdad es que ambas versiones suenan muy bien en ambas interpretaciones.
Si escribo para o con el Loco, procuro meterme en su cabeza, en sus situaciones, incluso en su manera de proyectar la voz. También en el tipo de recinto que va sonar esa canción, normalmente miles de personas. Es decir, me marco una serie de parámetros desde un primer momento. Y si escribo para mi, no me pongo esos condicionantes, son naturales. Eso sí, en algunas ocasiones, se produce algún trasvase entre canciones que estaban pensadas para él y me las quedé y viceversa. Con “Waterloo” fue cosa suya. La grabamos para “Balmoral”, no entró en el corte final y me dijo que ese tema era muy mío, que no la sentía para él y que la grabase yo. Si se editó con su voz es porque salió en un disco de “Rarezas o descartes”, algo así. Yo tardé un tiempo en grabarla porque tenía que darle la vuelta y escapar de la producción original. Pero gracias, yo también estoy de acuerdo en que se adapta bien a las dos voces y mira que son distintas.

También sorprende dentro de la media del músico nacional tu involucración en diferentes proyectos fuera de la interpretación. Colaboras activamente en prensa escrita con temas tan dispares como música ( El País, El Mundo) , futbol (As) , literatura, has participado en diversas obras escritas, además de colaborar en diversos programas de radio, también colaboras impartiendo cursos en la Universidad o recientemente como comisario en la exposición 'El Placer y El Dolor: Pintura y Música' en el Museo del Prado, de Madrid. Algo un poco inusual, aunque no debería serlo, en el panorama del rock nacional. ¿Cómo valoras esta actividad extra curricular? ¿Cuáles de estas actividades son tus preferidas? ¿Algún proyecto pendiente fuera de la música?
En el fondo, todo forma parte del mismo impulso que es el de comunicar. Todo se entrelaza, no siento que haya tanta diferencia entre una cosa y otra. Que sean distintas actividades me ayuda a romper cierta rutina y a que se enriquezcan unas cosas con otras. El otro día, escribiendo sobre un partido usaba a Joy Division como ejemplo, pero si estoy en el estudio, a veces, resulta más fácil hablar de un cuadro para explicar algo y llegar a un sonido. Me encanta la docencia, pero no podría sé profesor todo el año, me encanta producir, pero no podría vivir inmerso en un estudio...Me gusta todo, pero si lo voy combinando, tal vez, escribir produce un placer especial porque estás solo, mientras que en la música, que es un arte muy colaborativo, entran muchos factores hasta que llegas a plasmar lo que tienes en la cabeza, si es que llegas.
Tengo varios proyectos pendientes, algunos literarios, pero no todos. Me gustó mucho la parte de comisariado, es mucho más difícil de lo que esperaba, pero más apasionante de lo que jamas hubiera imaginado. Pero ahora, tengo la cabeza totalmente en la gira.

 

Agenda

21.30h Gratuito
Gratuito
21.30h 10,50€ (+ Olimpia)
21.30h 10€
20.00h 11,50€
21.30h 10€

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