Además con unas colaboraciones sobresalientes como son el dúo inclasificable Antílopez, la sugerente y emotiva Sílvia Pérez Cruz y el antropólogo, músico y compositor rebosante de arte que es Raúl Rodríguez. Justamente El Chipi nos cuenta la actualidad y andanzas de esta banda inclasificable que se originó en Barcelona pero por músicos gaditanos.
En marzo empezasteis la gira de presentación. Veo que casi todos los sitios donde habéis estado han sido sold outs.
Nos pasa que allá donde hemos ido, va aumentando el público que viene a vernos. Y no somos un grupo que nos pongan ni el la radio, ni en la tele. En los medios nos dicen: nos encanta lo que hacéis y sois muy originales, pero no va en nuestra línea editorial.
En este disco hay nueve canciones de amor (más un bonus), de un “amor en crisis”. ¿Cómo se compone mejor, estando enamorado o con el corazón roto?
Tengo que explicar que yo no hablo de mí en las canciones, en todo caso hago de filtro. Mi vida no es para contársela a la gente, porque es muy normal o intento que lo sea. Y hay muy poca ficción en lo que cuento. Normalmente son cosas que observo de la gente, del mundo de la canalla. El proyecto nació con ese objetivo y ahí seguimos. Busco historias de gente que me parecen sorprendentes o relevantes. Y lo cierto es que muchas veces descubro que me mueven más las historias de desamor, porque los que están enamorados, ya están bien, pero los desenamorados necesitan una terapia, necesitan hurgar en la herida para que salga la infección. ¡Ah! y el bonus es algo que escribí con la idea de hacerlo en directo. Es una especie de misa canalla, una ceremonia muy pagana y como no nos cuadraba dentro del orden del disco, lo dejamos como tema extra.
Musicalmente en este disco encontramos un corrido mexicano, un bolero o una samba de choro, pero ¿siguen siendo canciones para incluir en el catalogo del “Cancionero urbano de copla contemporánea”?
Sí. Sabes qué pasa, que en la copla incluso de los años 60, había muchas canciones que se salían de ese canon de contar una historia con un principio, nudo y desenlace. A veces había retratos de personajes o una historia de amor simple. Nosotros no podemos decir que nos ciñamos a esa copla de principio, nudo y desenlace, pero está basado en unos perfiles de la época. La Canalla tiene un objetivo final que es contextualizar el folklore. Antes el folklore tenía una raíz e iba creciendo, pero pasaban muchos años para que algo fuera cambiando. Ahora todo va más deprisa.
Nosotros interactuamos con otros folklores y venimos a hacer lo que decía Gerhard Steingress, doctor en Sociología y Ciencias Políticas en su trabajo sobre los cantos flamencos, o sea la “hibridación transcultural”. En realidad todos los folklores se han ido alimentando de todas las músicas que les han ido llegando sean géneros u otros folklores. Y ahora como tenemos más acceso a otras músicas, se contaminan mucho más y más rápido, pero no deja de ser una contextualización, una continuación del folklore adaptada a nuestro tiempo y con temáticas nuevas y con tratamientos de ahora. En este disco reflejamos modelos de familia que antes no existían y de una forma musical actual. Por eso no tienen donde colocarnos, no tiene género, no tiene ideología, no tiene condición social, es “ageneracional”. Son historias que le valen a todo el mundo.
Tú además de escribir las letras de La Canalla y componer alguna música, también eres guionista.
Básicamente me dedico a escribir. También escribo canciones para otros, para espectáculos, para una compañía de teatro. Y estudié guión, cine y televisión, pero porque quería hacer canciones, quería escribir con imágenes.
Y en cuanto a los músicos, Javier Galiana, Julián Sánchez, José López y José Benítez son maestros en sus instrumentos y también tienen proyectos paralelos, pero ¿que significa La Canalla para ellos?
La calidad musical que tiene está gente es una barbaridad, no pueden llegar y soltarla toda de golpe, porque te da una embolia, hay que dosificarla poco a poco. Si te fijas cada disco empieza con una canción que es un aperitivo de lo que vendrá después y el orden de cada disco está pensado para que sea un viajecito. Lo que hacemos es utilizar la música como una herramienta para vestir la historia. Pero te diría que La Canalla es ese amante con la que nunca te casarías para que todo siguiera siendo fantástico. No podemos dedicarnos exclusivamente a La Canalla. No se lo merece el grupo, no lo merecemos nosotros, ni el resto de proyectos paralelos musicales. La Canalla siempre va a ser nuestra amante con la que vamos a disfrutar siempre. La mayoría de veces que un músico se sube a un escenario, lo hace tocando para alguien, para un artista. En La Canalla no es así. Somos una democracia donde se respetan los golpes de estado de cada uno y ahí nos vamos turnando.
Hay que explicar que habéis lanzado el disco en una edición “especial pata negra”, donde el cd se acompaña de un envasado al vacío con jamón de bellota de calidad y de un original prospecto.
Eso sí que es imposible piratear. Un día hablando con la gente de jamones Eíriz me decían que admiraban la alegría de poder dedicarse a alimentar el alma y el espíritu con la música. ¿Y vosotros? Les dije yo, vosotros sí que alimentáis el cuerpo. Pues a ver si un día podemos juntar las dos cosas y alimentamos a la gente en condiciones. Ahora ha llegado el momento.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.