Acaba de salir el primer trabajo del combo zamorano de enigmático nombre. Pero ¿Quién es ese Inspector Riff que ahora publica su primera referencia? “Este proyecto nace años atrás, pero se ha cocinado a fuego lento, sin prisas, permitiendo que las composiciones y el grupo encajaran de forma orgánica tras muchos ensayos y algunos conciertos, antes de editar nuestro primer trabajo y darnos a conocer. Todos participamos de otros proyectos musicales y la idea es que este fuera un grupo sólido y con recorrido más allá de lo local”. La formación pone el foco sobre la música negra, en una base sobre la que se cimenta, con amplitud de miras, todo el asunto. “Esa es la fuente. Son temas propios y muy personales que beben de la música negra americana de los setenta y ochenta muy bailable: R&B, funk o soul-rock, pero también conectando con el swing o el jazz y dando mucho peso a lo instrumental. Se trata más de la energía de esa época que de un único estilo”.
Música negra que surge desde el desierto zamorano. “Es lo que escuchábamos hace más de treinta años en los conciertos de La Cueva del Jazz, con los que crecimos y aprendimos. Lo que tratamos ahora es de generar un poco esas emociones de entonces: disfrutar, moverse, crear lazos...”. Es decir, vieja escuela, tal y como confirma el propio Óscar de la Fuente. “Lo cierto es que nos juntamos físicamente en el estudio y allí surge todo: suelo proponer un riff del que partir y sacamos los acordes o la armonía. Después, si procede, la letra, y ya al final, la grabación y los arreglos; todo siempre lentamente, tanto como exija el que suene muy bien en lo individual y en el conjunto, que es lo más complicado”. Todo el desarrollo se hace con mimo, compartiendo espacio y tiempo “con la hermandad que nos une y la profesionalidad” que atesoran sus dilatadas trayectorias. Y esto trasciende a sus directos: músicos disfrutando de hacer música. “El buen rollo se traslada al público de manera honesta y eso incita a que la gente se mueva, baile y disfrute mucho”.
"En directo generamos un relato evocador, casi visual"
Lo comprobamos con el alboroto que generaron en su presentación en el Teatro Principal de Zamora. “Queremos fomentar lo de pasarlo bien y proponemos dinámicas que huyen de lo plano y que combinan diferentes energías a través de los bajos o los vientos. Mezclamos momentos más radicales con otros más lentos pero llenos de detalles sutiles. De algún modo, generamos un relato evocador, casi visual, una historia que te va atrapando y en la que la música sirve a la vez como evasión y activación a través de la alegría. Entendemos la música como una alegría”. Inspector Riff seducen con esmero artesanal y con su personalidad tan bien hilvanada, pero, sobre todo, con la buena vibra contagiosa que provocan. Al final, disfrutando, escuchándolos, parecería incluso que el pasado tiene mejores respuestas que el futuro para responder las cuestiones del hoy: esmero y color.
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