Doble o nada
Entrevistas / Madee

Doble o nada

David Broc — 02-12-2004
Fotografía — Archivo

Con la publicación de “Orion´s Belt” (Cydonia/B-Core), los catalanes han dado un paso de gigante en su carrera musical. Después de dos tanteos irregulares por el trazado del emocore de raíz pop, su nuevo álbum construye una propuesta más ambiciosa y madura y consolida al grupo entre la élite.

La principal diferencia entre el nuevo álbum de Madee y el resto de su discografía estriba en la convicción con la que la banda ha decidido dinamitar ciertos clichés expresivos y adentrarse por terrenos hasta ahora inéditos en su recorrido. “Siempre que nos planteamos un nuevo disco intento partir de otros puntos de vista, está bien componer a partir de una guitarra y la voz, pero en este disco nos apetecía probar otras cosas. Ha habido de todo, desde componer con el piano hasta arrancar con improvisaciones. No me gusta repetir la fórmula, ´Secret Chamber´ ya quedó muy bien, no hacía falta hacer otra vez lo mismo... disco a disco hemos aprendido a ver lo que funcionaba y lo que sobraba en las canciones y esta vez hemos tenido la suerte de grabar el disco dos veces, primero lo grabamos con Lluís Cots (nuestro batería y productor de Sybil Vane) para ahorrarle trabajo a Santi y desechar el material que no encajaba. Una vez en Chicago, Santi ya tenía una idea clara de los temas que iban a formar parte del disco, hay mucha atmósfera en el disco gracias a eso, tuvimos tiempo para suprimir partes instrumentales que no funcionaban o que estaban mal planteadas”.

"Me he esforzado mucho para explicar mis sentimientos más que en ningún otro disco, me he desnudado por completo para escribirlas"

Parte de esa atmósfera con que la banda impregna su nuevo disco bebe y se nutre de las peripecias personales que han condicionado, de una forma u otra, la existencia de Ramón y, por extensión, del grupo. Problemas personales de diversa índole han delimitado emocionalmente el disco más expresivo de su trayectoria. “El disco tiene ese ambiente porque empezamos a trabajar en él justo en un momento muy triste en mi vida, la otra mitad de las canciones las empecé a escribir cuando ya estaba saliendo de esa tristeza, y básicamente pienso que es un disco que habla de sentirse solo, de tener miedo a la vida, de sentir esa desesperación cuando las cosas de tu vida se derrumban... esa es una parte del mensaje. La otra habla de amor, sobre todo habla de eso, de las personas a las que quieres por encima de todas las cosas , que te dan esperanzas para seguir adelante y de cómo las valoras por tener el privilegio de formar parte de sus vidas. Es un disco muy sincero, quizás esa sea la razón de tanta carga emocional”. Buena parte de culpa de ese proceso de ambivalencia emocional, de ese laberinto de alternancias en que, pese a los puntuales momentos de trazo optimista, se advierte un tono desencantado, recae esta vez en las letras del propio Ramón. Son las mejores de su vida porque por primera vez transmiten con firmeza el sentimiento bajo el que fueron creadas. Sin filtros, imposturas ni trucos estéticos. “Estoy muy orgulloso de las letras. Son lo más importante en el disco. Me he esforzado mucho para explicar mis sentimientos más que en ningún otro disco, me he desnudado por completo para escribirlas, quería hablar de las cosas que me han pasado estos meses, necesitaba explicarlo para darle un sentido a mi vida, llegué al punto de preguntarme... ¿Por qué estoy tocando en un grupo?¿Qué es lo que quiero explicar en estas canciones?". Y por encima de todo, “Orion´s Belt” ayuda a discernir un futuro interesante en su carrera. Abre nuevos frentes estilísticos, tantea otros territorios sonoros y se plantea más disyuntivas y retos creativos que antes. “Creo que este trabajo significa un giro para llegar un poco más allá en el siguiente disco, aún no hemos planteado nada al respecto, pero me gustaría hacer algo más experimental. En ´Orion’s Belt´ se aprecian cambios y el camino a seguir de ahora en adelante... sé que va a ser duro porque hemos puesto mucho en él y las próximas canciones tendrán que estar como mínimo a la altura de las mejores de éste”. Como ya apuntábamos en la reseña del disco el mes pasado, la comparación con el tercer disco de Sunny Day Real Estate, “How It Feels To Be Something On”, tiene mucho sentido. Como en los de Seattle, los catalanes han aprendido a comunicar mejor y con mayor ambición sus ideas y emociones. Y eso se nota. “Me parece un detalle por tu parte que lo compares con un disco tan enorme como ese, para mí sin duda alguna es el mejor de los discos que editaron, veo esos paralelismos en el enfoque a la hora de transmitir sentimientos en las canciones”.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.