Vino no falta en el camerino de Medal -aunque supongo que tamaña abundancia será debida a la presencia de Supergrass como cabezas de cartel en la Caracol madrileña esa misma noche-, debutante quinteto de Oxford que en «Drop Your Weapon» (Polydor/Universal, 99) siguen las pistas de sus vecinos y amigos. Desde luego que cualquier posibilidad de pelotazo mediático – y de conversación fluida: la estrechez del camerino y el lento pero interminable goteo de roadies lo ponen francamente difícil- se desvanece con discos tan densos y reflexivos como éste. Jamie Hyatt (voz y guitarra) parece estar de acuerdo. «Es un disco para ser escuchado en conjunto, en su totalidad. No tiene ningún single claro o canción representativa, pero preferimos trabajar así, con discos completos casi como concepto, construyendo nuestra carrera poco a poco, sin dejar de identificarnos con nuestra música... aunque también me gustaría ser rico, para qué te voy a mentir». Pero no se asusten, que de conceptual nada. Sólo canciones que se suceden haciendo más o menos mella en nuestro ánimo. Sin la intensa privacidad de Unbelievable Truth ni el halo extraterrestre de Radiohead, dignísimos representantes del pop macerado en la ciudad universitaria por antonomasia. «Oxford es una ciudad muy pequeña y aburrida, la Universidad tiene mucho poder, lo controla todo... pero no montamos esta banda únicamente como vía de escape a la ciudad, sencillamente queríamos hacerlo, además Oxford es muy bonita y tiene rincones que realmente me inspiran, con muchos contrastes y cambios de luz. Sobre la comparación... bueno, lo entiendo porque hay similitudes, pero también diferencias, Radiohead me parecen una banda de distinta envergadura, y entiendo que encuentres parecidos porque realmente los hay, pero también diferencias». Parecidos que coquetean con el plagio: los acordes de «Outside» y «Stairway To Heaven» (sí, la de Led Zeppelin) son casi los mismos. «Sí, son parecidas... ¿un homenaje dices?... no que va, tengo algún disco de Led Zeppelin pero esa canción salió así, sencillamente, nos pusimos a escribirla y quedó como quedó, aunque reconozco que efectivamente es similar» y el pentagrama de «Porno Song» parece directamente expoliado de la taquilla de Bernard Butler. Pero más allá de las muchas similitudes invocadas, es justo reconocer que Medal han hecho un disco correcto e idóneo para ser disfrutado en voluntario duermevela. El único problema es que tiene que apetecerte escucharlo.
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