Canciones de un antihéroe
Entrevistas / Deluxe

Canciones de un antihéroe

Robert Aniento — 04-03-2005
Fotografía — Archivo

Si con sus dos primeros largos Xoel López demostró que su música podía competir con los más respetados combos indies del momento, con “Los jóvenes mueren antes de tiempo” (Mushroom Pillow, 05) se propone despejar cualquier duda que todavía pueda planear sobre su especial inspiración compositiva. Se acabaron los vaivenes estilísticos. Trece temas esencialmente pop, todos en castellano, y unas letras doloridas, surrealistas e irónicas que prometen estar entre lo más coreado del año.

La apuesta es valiente. Después de haber puesto a sus pies a todo el espectro alcanzable en el indie nacional, empezando por los medios especializados, siguiendo por el público más exigente y acabando por los programadores más avezados, Xoel López se propone con su nuevo disco seguir el camino hacia un reconocimiento más masivo. Para conseguirlo, deja atrás la dispersión de sus dos primeros álbumes y centra sus esfuerzos en la composición, combinando austeridad instrumental, melodías seductoras y unas letras tristes y oscuras, pero también empatizables. “Es mi primer disco de verdad, el menos freakie. Para empezar se trata de un disco orgánico. En mis inicios yo trabajaba así, con bajo, guitarra y batería. Que mis primeros discos estuvieran trufados de loops y demás elementos electrónicos fue circunstancial. Los trabajaba en el ordenador de casa y caí en la tentación de utilizar todos los efectos que la tecnología me permitía. Pero ya no me siento nada identificado con esos métodos ni con las canciones que de ahí surgieron. En cuanto a la potencialidad comercial del disco, sé que puede resultar asequible. Además, las barreras entre el mainstream y el indie son cada vez más difusas, y hay bandas que andamos un poco entre las dos aguas. Pero a la vez me parece un disco personal, oscuro e intimista”, pero con unos arreglos y unas melodías que visten los temas de forma precisa, compacta y, en muchos casos, radiable.

"Las barreras entre el mainstream y el indie son cada vez más difusas"

Si en “Not What You Had Thought” (Mushroom Pillow, 01) las influencias nacían directamente de la psicodelía y el pop más sesentero y en “If Things Were To Go Wrong” (Mushroom Pillow, 03) la diversidad de géneros abarcaba desde la electrónica más bailable al pop de The Smiths pasando por la bossa nova más sosegada, en “Los jóvenes mueren antes de tiempo” destaca la homogeneidad del conjunto. Huyendo de la dispersión sonora, Xoel decide concentrarse en un pop poliédrico pero uniforme, con especial atención a la construcción de un bloque monolítico de estrofas y estribillos.“Necesito irme renovando. El mini ´We Create, We Destroy´ significaba mi despedida de la electrónica. El nuevo disco tocado con guitarra acústica podría pasar por obra de cantautor. La melodía y las letras intentan reflejar mi momento actual”. Un momento que no debe ser del todo halagüeño si tomamos como referencia la oscuridad y negatividad constante que se va expresando a lo largo del discurso que Xoel plantea en la obra. “También tiene que ver con el origen de las fuentes de inspiración. Y a mí siempre me ha inspirado más la tristeza que la alegría. Es más emotiva, evocadora”. En “El antihéroe”, junto a versos de lo más surrealista como “qué le voy a hacer si quiero a mi mujer y no quiero ir a la guerra”, deja claro su leit motiv a lo largo de todo el disco, y lo proclama de forma rotunda. “La canción ´Soy un antihéroe´ es una declaración de principios. Define lo que soy. Tiene también su parte de ironía. Soy una persona tirando a trágica, y más sensible de lo que me gustaría; frivolizar o ser irónico me sirve como vía de escape de todo ello”. Otra de las canciones que destaca es la que da título al disco, y que está especialmente dedicada a si ciudad natal.

"Para mí la vida es una lucha entre lo que quieres ser y lo que eres realmente"

“A Coruña es una ciudad gris, triste. Y la canción está dedicada a mucha gente que conozco que se ha suicidado o que ha tenido tentativas de hacerlo. Recuerdo que a los catorce, quince o dieciséis años muchos chavales coqueteábamos con la idea del suicidio; yo lo veía como algo generacional, normal. Pero cuando llegué a Madrid y surgió el tema en alguna conversación, me di cuenta que ese sentimiento no es extrapolable geográficamente, y al final he llegado a la conclusión que se trata de algo relacionado con la gente que somos del norte, en mi caso de A Coruña y que debe tener algo que ver con el clima, o quizás con la propia tristeza asociada a la ciudad, que invita a la depresión”. Un cierto rebufo a existencialismo camusiano planea por entre los temas de todo el disco. En “Tanto rollo con el infierno” Xoel decide atacar de frente su propio destructivismo vital cuando afirma que “ya estoy harto de chicos atormentados que en el dolor descubren el placer" y remata con un “hace tiempo que ya no puedo ni verme”. “Para mí la vida es una lucha entre lo que quieres ser y lo que eres realmente. Porqué actúas de manera que no cuadra con tu forma de ser, porque te afectan cosas que sabes que no te deberían afectar... Al final, todas las canciones forman parte de la terapia que he hecho conmigo mismo. Hasta mi madre me comentaba el otro día: ´Xoel, he oído el disco... ¿te pasa algo?, ¿quieres que hablemos?´. Es normal. Te estás desnudando, sacando los demonios fuera. Y al hacerlo en español, el problema, o la virtud, es que te entiende todo tu público”. El idioma, claro. Después de “Que No” y “Bienvenido al Final”, los dos títulos en español que destacaban entre lo mejor de “If Things Were to Go Wrong”, Xoel lo había ido dejando claro: que si no se sentía cómodo con el inglés, que si hasta ahora no había compuesto en castellano por un puro tema de cobardía, que el nuevo disco iba a marcar un punto de inflexión... Y aquí lo tenemos, ninguno de los trece nuevos temas utiliza otra lengua que no sea la de Cervantes: “Sí, después de haberlo repetido tanto, espero que ya no sorprenda a nadie. Aunque no ha sido nada sencillo. No resulta fácil decirle a todo el mundo que vives en un infierno. Abrirte y contar tus cosas. Yo he llegado al punto de asumirlo y aceptarlo. Haciéndolo, la gente se puede identificar contigo, estableces lazos de solidaridad que les pueden permitir deshacerse de la sensación de soledad de determinados momentos”. El salto al español también puede ayudar en el acceso a las radiofórmulas y al mercado mainstream de nuestro país: “Probablemente. Resulta políticamente correcto componer en castellano. Pero también podría haber hecho un disco infinitamente más comercial. Me hubiera costado muchísimo menos hacerlo, aunque sería poco honesto”. Pero si algo está alejado de la comercialidad es el proyecto paralelo de Xoel, que mantiene a medias con Félix Arias de Guru Deva y que responde al nombre de Lovely Luna. No hace más de unos meses que nos volvieron a sorprender con un segundo trabajo, “Las Cosas Que Nadie Debe Ver” (Mushroom Pillow, 2004) exquisito, intimista, introspectivo. Es de suponer que el proyecto tendrá continuidad: “Por supuesto. Ahora, de hecho, le estoy produciendo a Félix un disco en el estudio de mi casa. Sigue una línea acústica, pausada. Te puede recordar a gente como Nick Drake. Veremos si podemos acabar editándolo”. Xoel también ha aportado últimamente temas a los tributos hispanos a Depeche Mode y Echo and the Bunnymen. Ahora prepara una extensa gira que le llevará a ofrecer más de 70 conciertos desde mediados del próximo mes de Mayo hasta finales de año. De momento, para los impacientes, lo tendremos el próximo 15 de Marzo, junto a Félix Arias, en uno de esos excelsos “conciertos únicos” que organiza la sala Galileo Galilei de Madrid.

Un comentario
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