“Si no toman partido las personas adecuadas, la situación en la industria musical solo podrá ir a peor”
Entrevistas / Billy Nomates

“Si no toman partido las personas adecuadas, la situación en la industria musical solo podrá ir a peor”

Fran González — 17-03-2023

Triunfar después de los treinta en una industria desagradecida, caprichosa y fugaz se puede convertir en un auténtico via crucis personal del que rara vez se sale ileso.

Suerte que para caer de pie en esta escena, la cantante británica Tor Maries, conocida artísticamente como Billy Nomates, cuenta con una fortaleza de espíritu fundamentada en la ausencia de expectativas y en ese carácter ácido que ya le hemos visto representando de la mano de sus dos trabajos publicados; primero, con su correspondiente debut en 2020 y ahora, con su segundo álbum de estudio titulado “CACTI” (Invada Records, 23).

La evolución de su sonido ha permitido convertir sus impecables canciones en un material más accesible y pegadizo. Algo que, pese a su humildad natural, ha terminado derivando en que, actualmente, la suya sea una de las caras con más proyección de la escena británica actual. Aunque esta artista natural de Leicester se empeñe en quitarle mérito a su audacia, el hecho de haber construido una carrera desde el más puro DIY y estar ahora a punto de embarcarse en un extenso tour que le llevará por vez primera allende sus fronteras, es un acontecimiento que bien se merece una ronda de aplausos en su nombre. A escasos días de sus conciertos en Madrid (20 marzo, El Sol) y Barcelona (22 marzo, La Nau) Tor nos atiende por teléfono para charlar durante unos minutos.

Me imagino que arrancar una gira es siempre motivo de muchos nervios, pero mucho más cuando éste es tu primer gran tour.
Muchos nervios, sí. A menudo tiendo a ponerme un poco ansiosa con estas cosas. Me da por no ser capaz de ensayar como es debido o incluso estar algo más tensa de lo normal. Pero me he propuesto tomarme las cosas con más ligereza. Por suerte, ahora mismo pesan más las ganas que tengo de visitar países en los que nunca antes había actuado y la urgencia por presentar por vez primera algunas de esas canciones que llevan tanto tiempo hechas y que, por unas cosas o por otras, todavía no habían podido ser compartidas en directo.

Con “CACTI” se aprecian matices nuevos en tu discurso. ¿Cómo ha sido para ti transicionar desde un debut a un segundo trabajo más formal?
Sin duda alguna, el aspecto más diferenciador entre ambos trabajos es el hecho de haber tenido tiempo para jugar con la experimentación y poder explorar otras vías y caras de la composición. Hace dos o tres años compaginaba la elaboración de mis canciones con varios trabajos que limitaban mucho mi tiempo para focalizarme en la música, y ese cambio es el que, sin duda, ha facilitado que mi trabajo ahora también haya crecido. Pero debo puntualizar que, a diferencia de lo que la gente ha reflejado con respecto a “CACTI”, éste no es un álbum tan distinto o atípico de mi estilo habitual. Sé que anteriormente era conocida por un tipo de música muy determinada, pero siempre he apostado por hacer cosas diferentes y he compuesto canciones que tocaban muchos géneros y muy distintos entre sí. Para mí hubiera sido un fracaso total si “CACTI” hubiese sonado exactamente como mi anterior disco, porque nunca he sido muy fan de esas bandas y esos artistas que repiten su estilo una y otra vez con cada cosa nueva que sacan.

"Con el tiempo también he aprendido que, como cantautora, la única forma que tienes de crecer realmente es desarrollando tu sinceridad y diciendo las cosas claras"

El álbum tiene también muchas notas de vulnerabilidad, como apreciamos en canciones como “Balance Is Gone”. ¿Sientes que, con el tiempo, también te has ido soltando en la forma de expresarte?
Sí, absolutamente. Nunca he tendido a ser tímida en lo que a expresar mis emociones se refiere. Pero con el tiempo también he aprendido que, como cantautora, la única forma que tienes de crecer realmente es desarrollando tu sinceridad y diciendo las cosas claras. No solo se trata de darle al público la transparencia que demandan, sino también de llevarte a ti misma a esos límites sentimentales en los que terminas descubriendo más y más cosas sobre ti. Es un regalo adverso que te otorga el dedicarte a esto, supongo.

Tu carrera es, precisamente, un buen ejemplo de cómo crecer exponencialmente y sin demasiados recursos. ¿Cuál crees que el peor obstáculo al que debe hacer frente un artista independiente y cómo los has sorteado tú?
Esa la tengo clara… Para los artistas y bandas independientes de Reino Unido ahora mismo el peor y más duro de los retos está siendo poder encontrar la viabilidad económica y poder financiar nuestra actividad artística. Los artistas independientes de Reino Unidos estamos teniendo que sortear obstáculos más grandes que nuestras propias posibilidades y, además, tenemos un gobierno que no valora ni lo más mínimo nuestro papel en la sociedad. Pero bueno, tampoco me gustaría desalentar con esto a las nuevas generaciones. Siempre hay maneras de hacerte un hueco, encontrar vías y formas de financiación y crecer. Diría que la clave está en tomárselo con calma, no esperar que el éxito vaya a llegar de la noche a la mañana y saber que va a ser un viaje con muchas curvas

Según dijiste en tus redes, además, el problema de la financiación es lo que ha costado que tuvieras que cancelar todas tus fechas en Estados Unidos y Canadá, si no me equivoco.
En realidad ha sido por varias razones, pero sí, principalmente están los motivos económicos. Como sabrás, edito mi música a través de un sello pequeño e incluso aunque el grupo de gente que me acompaña en los bolos no sea muy extenso, tocar en otro continente sigue siendo un sacrificio que, ahora mismo, me es financieramente inviable. Especialmente por el tema de los visados y demás. Ha sido un palo terrible tener que cancelar mis shows por allí, la verdad. Me encantaría estar en condiciones de trabajar gratis, pero no es así [risas].

Mencionas tu sello, Invada Records, que según nos consta es propiedad de Geoff Barrow. ¿Qué papel han jugado ellos en el lanzamiento de tu carrera?
Bueno, no revelo nada diciendo que 2020 fue un año de lo más extraño, claro. Sin embargo, me sorprendió mucho lo bien que le fue a mi disco, dadas las penosas circunstancias en las que la escena se encontraba y lo difícil que ya de por sí es crecer como mujer y artista independiente en esta industria. Tuve la suerte de haber firmado con Invada el año anterior y la verdad es que Geoff siempre ha sido un gran apoyo para mí, prestándole a mi trabajo toda su atención y demás. Pero siendo honestos, él no juega ningún tipo de papel en la creación de mi música, eso es algo que corre por mi entera cuenta, y él te lo podrá confirmar.

Volviendo al tema de la financiación económica, a menudo vemos que arremetes contra lo elitista que este sector puede llegar a ser. ¿Qué crees que debería suceder para que la situación se democratice un poco más?
Creo que la industria de la música moderna es, lamentablemente, un lugar que únicamente funciona bien desde el plano económico para las clases medias y altas. ¿Nos da ello un clima sano al resto de artistas? Absolutamente no. Realmente no tengo la respuesta definitiva sobre cómo se podría revertir esto, pero lo que sí sé es que si no toman partido las personas adecuadas, la situación en la industria musical solo podrá ir a peor. Se podría empezar desde la educación, por ejemplo. Como te decía antes, en el Reino Unido tenemos muy poca financiación para la música. Nuestro gobierno a menudo recorta los presupuestos en arte, música y cultura antes de hacerlo en cualquier otro ámbito, transmitiendo con ello una depreciación absoluta por nuestra profesión. Empecemos por darle a la música la financiación que se merece y por ofrecerle a ésta el espacio que se merece en escuelas y demás, por ejemplo.

Respecto a tu álbum, algo que se aprecia en éste es que tiene destellos más pop y pegadizos. Sin embargo, no renuncias a seguir escribiendo canciones que tengan rabia y queja. ¿Dirías que no entiendes el acto de hacer música, si no es desde esa perspectiva?
No creo que vaya a escribir nunca un álbum a lo “sunny happy California”, no [risas]. Al menos no a corto plazo. Por mucho que mi vida pueda llegar a ser privilegiada en algún momento, vivo en un país frío y muy problemático, dividido e insular, y eso marca el tono también de las canciones. Incluso en los mejores y más radiantes momentos, mi música continúa ofreciendo ese ying y ese yang. Además, en lo personal debo decir que siempre me ha parecido mucho más interesante explorar la zona gris de la felicidad y de la tristeza en mis letras. Me parecen temas más complejos e interesante, y mucho más próximos a la verdadera vida.

"La industria musical es muy voluble y, especialmente, siendo una artista femenina, sé que en cinco años ya no se me valorará demasiado"

¿Crees que la edad o el privilegio podrían atenuar el tono combativo de tus canciones?
Bueno, creo que, en términos musicales, la edad solamente logra que tu discurso mejore. La industria musical es muy voluble y, especialmente, siendo una artista femenina, sé que en cinco años ya no se me valorará demasiado. Pero no es algo que me preocupe mucho. Las bandas y artistas envejecen y maduran al mismo tiempo que lo hacen sus seguidores. La gente siempre busca conectar con discursos reales y próximos a ellos. Así que espero que mientras pueda hacer realidad mi trabajo, continuaré haciendo música sin importarme demasiado lo que la industria quiera o no. Básicamente, porque yo no hago música para la industria, sino para mis fans.

Me consta que ver en directo a Sleaford Mods fue lo que en su día te alentó a tomarte en serio esto. ¿Te gustaría creer que alguien pueda sentirse tan inspirado al salir de uno de tus conciertos?
¿Te imaginas? Es una reflexión muy bonita. No sé, yo disfruto muchísimo admirando el tipo de gente que viene a mis conciertos. Suele ser gente de todas las edades y de todas las clases. Nunca he buscado trascender de esa manera, pero si alguien se sintiera tan inspirado después de uno de mis shows como para empezar su propia carrera musical, sería un auténtico orgullo para mí. Y por supuesto, espero que ese hipotético nuevo artista me termine invitando a su primer concierto.

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