Entrevistas / Acid Mothers Temple

Amor de madre

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Redacción — 15-01-2008
Fotografía — Archivo

Una nudista yace varada en una roca de un lago de montaña. Es la portada de "Acid Motherly Love" (Riot Season, 2007), la última ocurrencia de Acid Mothers Temple & The Melting Paraiso U.F.O. A los japoneses les gusta hacer música diferente. Como al malogrado Frank Zappa. La verdad es que su rock lisérgico e improvisado huele a frenopático.

Si los nipones más prolíficos de la industria musical se hubiesen dado una vuelta por el último Salón del Manga de Barcelona seguramente hubieran conseguido una plaza como favoritos en el concurso del World Cosplay Summit. Y es que los personajes de AMT - así lo avala su ensalada imposible de rock progresivo y música experimental e improvisada - son unos otakus de tres pares de cojones. Eso si, con unos peinados a lo Gene Starwind y electrificados hasta el tuétano con su parafernalia rockera. Ya demostraron sus modales freaks en el festival Azkena Rock 2005 y en alguna que otra cita ibérica más el año pasado.

"Tocamos ‘cool rock’n’roll’ improvisado, así que no sabemos lo que ocurrirá cada noche"

Al igual que sus paisanos Ghost han sido tachados de constituir una secta con ídolos y todo. Gustándoles María del Mar Bonet y la música medieval española no es de extrañar. "Father Moo es el icono de Acid Mothers Temple. También es nuestro amigo" - informa Kawabata Makoto, guitarrista y gurú de la velocidad - Tocamos ‘cool rock’n’roll’ improvisado, así que no sabemos lo que ocurrirá cada noche. Toda música independiente también es autónoma, solo que muchos músicos no comprenden que pueden controlar la música con sus manos. Nuestra filosofía es haz lo que quieras y no hagas lo que no quieras hacer". Chicos listos, sin duda. Su paso por el madrileño festival Tanned Tin no pasó desapercibido. Y es que estos tipos que se encarnan en lo que podrían ser parodias de dinosaurios del rock (The Incredible Strand Band, Acid Mothers Gong....) graban cientos de discos con la diligencia de una panificadora industrial. "Mi reencarnación favorita de las muchas que tenemos es The Melting Paraiso U.F.O. Es la banda original de AMT y ha hecho historia desde 1995. Pero Cosmic Inferno es también importante. Esta banda es el polo opuesto. Es como el Ying y el Yang, o el hombre y la mujer… Desde que Pikachu de Afrirampo se unió como batería en vez de Okano, el grupo consiguió toneladas de energía. Así que The Cosmic Inferno amenaza a The Melting Paraiso U.F.O. en un futuro cercano". Uno de sus momentos cumbre fue el de toparse con Daevid Allen, el frontman de Gong - una de sus adoradas bandas junto a Magma, Blue Cheer o Thomas Binkley - en lo que fue sin duda producto del azar inesperado. Semejante encuentro provocó un concierto como banda telonera en el RFH de Londres en 2001. "Alguien dejó un post en nuestro tablón de mensajes y dijo que quería ver a Acid Mothers Gong. Daevid me dejó otro post preguntando quién era el que les llamaba. Me dijo que su novia Pixy Queen era una gran fan nuestra. Así que ella le introdujo en nuestra música. De pronto ocurrió el milagro. El primer paso fue formar el trío de improvisación Guru & Zero con Daevid, Cotton Casino (el vocalista de AMT) y yo. Hicimos una breve gira por la Costa Oeste de los Estados Unidos. A Daevid se le ocurrió que nos llamásemos you´N´gong, que significa Young Gong. En esta formación nos reunimos Cotton, Josh (de Daevid Allen´s University Of Errors), Orland (el hijo de Daevid), Gilli Smith y yo. Grabamos el álbum ‘Acid Motherhood’ bajo el nombre de GONG. Daevid quería girar con esta banda pero como había muchos problemas no se pudo hacer. Un día me preguntó si quería que tocáramos juntos de nuevo. Me habló de hacer un show en el RHF de Londres, pero en el mismo periodo yo tenía otra gira, el Japanese New Music Festival Tour, con Tsuyama y Yoshida (el batería de Ruins). Le pregunté a Daevid si sería posible tocar con ellos como sección rítmica de Gong. Dio su visto bueno y tocamos en el RFH como Acid Mothers Gong. Como le gustaron las posibilidades que le ofrecen Yoshida y Tsuyama decidió continuar con esta banda". Ante el ingente ejército de samuráis que fagocita las enseñanzas de Chuck Berry y Cía - Zeni Geva, Ruins, Boredoms, Subvert Blaze, High Rise... -, Kawabata nos ruboriza con sus púberes inicios. "El rock es una música importada para nosotros. No es nuestra música de raíces. Cuando era joven flipaba con las murallas de amplificadores y los músicos que sacudían sus largas melenas y alzaban sus guitarras. Creía que Pete Townsend siempre daba vueltas con su brazo derecho sobre su guitarra. Así aparecía en las fotos. Cuando ví la película de The Who me desengañé. Sólo hacía molinillos con su brazo al final de las canciones". Está claro que no es oro todo lo que reluce.

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