AMBIENTES
Entrevistas / Mus

AMBIENTES

Redacción — 06-09-1999
Fotografía — Archivo

Mus practican ambient. Y pop. Y trip-hop. Y retuercen melodías tradicionales asturianas, hasta que ya no parecen tradicionales, aunque sí profundas. Eso mucho. Mus son Fran Gallo y Mónica Vacas. Cuando Fran dice la palabra «indie», la boca se le tuerce en un rictus un poco sádico. Mónica sin embargo, cara a cara es dulce, por eso es más fácil soñar con ese llanto bonito suyo que hay al final de «La Paura». (Mónica) «Qué manía, que no soy yo, que es un sampler de la voz de una actriz. Y tampoco soy la de la portada del disco». Bueno, pero es bonito imaginar que es suyo. Igual que es bonito imaginar que los fusilamientos lindos de Debussy, Ravel o Saint-Saents, que hay en sus canciones, podían ser suyos. Total, la música de Mus se disfruta mejor cuanto más te dejas llevar por sus repeticiones, y menos te planteas de dónde vienen las piezas del recortable. A pesar de eso, Mus hacen canciones, y no solo ambientes, como demostraron en los Ep’s, «Zuna» (Acuarela-1997), y las adaptaciones de «Pigaz» (1998), en las que parecía que Banco De Gaia se habían puesto a escanciar sidra. Sin embargo, han apretado sus nervios hasta el límite para conseguir lo que muchos esperaban, un disco entero en el que su música se ha sentido cómoda, y se ha expandido hasta crear uno de los conjuntos más hermosos y menos predecibles de sensaciones enlatadas del año. Lástima que además tengan personalidad. Siempre costará más encasillarlos. En cualquier caso, son de Gijón, y se encuentran en mitad de ese nuevo resurgir asturiano, que ha tenido su referente en Manta Ray, y ahora también en la poesía de Diariu, de los que roban la voz de Nacho Vegas, además de contar con la guitarra de Luis Navarro y los violines de Lluis García. (Fran, en principio responsable de la cuestión rítmica). «Los tres son muy buenos, y por eso hemos repetido con ellos, además de que una guitarra no hay quien la sustituya. Y con respecto a los violines, o los tenemos de verdad, o los sampleamos, pero no nos gusta sustituir ese sonido por el de una máquina». Mus lo han conseguido. «Fai» suena como tu sueño más real, y está completamente hecho en casa. (Mónica, en principio responsable de la cuestión melódica). «Había poco presupuesto para grabar, y había que elegir entre las prisas de un estudio, o comprarnos algo de equipo, y tener mucho tiempo, aunque el sonido perdiese algo». (Fran) «Es un disco muy mejorable, pero nosotros no lo podríamos haber hecho mejor». Además, han vencido el miedo que se les presupone a muchos grupos electrónicos, y han llenado «Fai» de letras. (Mónica) «Y eso a la hora de cantar ayuda mucho. Son expresiones que tienen significado, y no cosas al azar». Han jugado con la música. Han repetido canciones para crear ensoñaciones circulares, y hasta han invocado al espíritu de Spacemen 3. (Mónica) «Queríamos que el disco tuviera un desarrollo de película, con un principio, y una trama que se va cerrando, y un final...» Un final que te deja un sabor completamente inédito en este país. Lógico. Alguien pensará que con ellos habrá que ser condescendiente. Pero no. Con ellos no. Valen más.

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