Absolutamente modernos, cari
Entrevistas / Alma-X

Absolutamente modernos, cari

Eduardo Ponte — 24-03-2004
Fotografía — Archivo

Su paso por la pasada edición del FEA no dejó indiferente a (casi) nadie. De hecho, “Impacto” (Austrohúngaro, 03) es en cierto modo hijo de esa actuación. Entre el público del festival estaban Genís y Carlos de Hidrogenesse, quienes inmediatamente se dieron cuenta de que habían encontrado un repuesto sucio y grasiento para Chico Y Chica... con ese nombre y esas pintas no se podían equivocar.

Las cosas fueron bastante rápido. Con la oferta de Austrohúngaro en la mano empezaron a grabar un álbum para el que ni siquiera tenían suficientes canciones. “Sonar” y “Vuelven los 90” se habían convertido en títulos emblemáticos del tecno-pop más guarrindongo y no era cuestión de que el momento pasase. “Twin Power” apestaba a hit y lo mismo “Crimen en Levante”, “Mata a tu novio” o “Elm Street”. Acabaron de dar los últimos retoques a “Dinero”, “Nueva y romántica”, “Very Metal” y “Los que no volvieron”, y lanzaron “Impacto” a las fauces de público y prensa. Pinkglove (voz y medias de rejilla) valora así su acogida entre las revistas de tendencias.

" El público masivo no suele tener mucha cultura musical, conoce lo que sale en las revistas y punto, no indaga mas allá."

“Las publicaciones de tendencias me la sudan, pero las ven mis papás y se sienten orgullosos. A este paso me propondrán un Interviú y ya no les gustará tanto. Además, la mayoría de esas revistas son gratuitas y ocupan mucho, así que la gente las acaba tirando y en un futuro no se acordarán de si salimos o no”. Es probable que Pinkglove tenga razón. De todos modos, la cultura de usar y tirar les pega bastante, y por eso están ahí. Dentro de un tiempo, todas esas bocas que se llenan con el electroclash tendrán otra etiqueta entre los dientes. “A la movida ya se le ha sacado todo el rendimiento económico que se pudo y hay que explotar nuevas modas y tratar de engañar a la gente con el nuevo movimiento musical de turno. Además, el público masivo no suele tener mucha cultura musical, conoce lo que sale en las revistas y punto, no indaga mas allá. Si uno dice que somos electroclash el siguiente va a decir lo mismo, no se va a parar a escucharnos y ver a qué sonamos”. Tampoco es que ellos hagan mucho por que se les escuche con atención. Pinkglove elude todas las preguntas relacionadas directamente con la música (“a mí la industria como que no, yo soy más del sector servicios” es su respuesta a la mención de un cierto trasfondo industrial en su música, y “es que yo me quedo afónica enseguida, me van guay para descansar y cotillear sobre quién ha venido y esas cosas” es su comentario sobre los pasajes instrumentales del disco). Tal vez con Also Starring (teclados y programaciones) hubiera sido diferente, pero si hay Pinkglove habrá que hablar de Pinkglove. O sea, de la pose. “Bueno, muchísimos grupos basan su estilo en adoptar una imagen (glam, punk, hip hop y tal) y nadie les critica; lo que pasa es que a mí se me critica por ser chula, arrogante y sexy. Es una actitud típicamente sexista”. Pero a parte del descaro y la insolencia, tiene que haber algo más. Algo tienen las canciones mencionadas al principio de esta entrevista, y es ese dedo siempre en la llaga. El componente punk de la movida aplicado a la España de la era Aznar. “La gente no entiende nuestra crítica social. Creen que somos unos desalmados que nos reímos de todo, incluso de las desgracias ajenas”. Es fácil de entender. Todas esas canciones sobre crímenes, atentados (sí, sí, “Twin Power” y el 11-S) y la frivolidad con la que el dúo afronta dichos temas abren la puerta de par en par a la interpretación en clave de humor negro de las letras de “Impacto”. La atracción por la crónica de sucesos ¿es innata o adquirida? “Adquirida... naciendo y creciendo en Levante es inevitable acabar paranoica perdida como la protagonista de ´Crimen en Levante´”. Con esas temáticas y las no pocas ganas de faltar que esgrimen, no es extraño que se hayan encontrado con alguna que otra sensibilidad herida. “Mi novio es muy sensible y lo de ´Mata a tu novio´ y lo de ´Te quiero rima con dinero´ (“Dinero”), pues le ha herido un poco la sensibilidad, pero ya le he escrito unas cuantas lovesongs para que se calle”. Era lo que buscaban. Impacto. Y al margen de si consiguen o no trascender su propia broma, invirtiendo (perdón, derrochando) en diarios de sucesos, en discos o en ropa, las doce canciones de su debut quedarán para la posteridad del pop español como un testimonio más de que la personalidad es tan importante como la música, de que ser punk es algo más que llevar unos diseños horteras de franquicia de Inditex, y de que no ofende quien quiere sino quien puede. Cerrando. ¿Habéis sido absolutamente sinceros? ”Ja, ja, ja, ja, ja… sí y absolutamente modernos, cari... como Rimbaud, ¿no te jode?”.

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