Simpatía por el baterista. Por qué importa Charlie Watts
Libros / Mike Edison

Simpatía por el baterista. Por qué importa Charlie Watts

9 / 10
Carlos Pérez de Ziriza — 22-11-2022
Empresa — Libros del Kultrum

Alta literatura musical. Eso es este libro. Erudito y apasionado. Sesudo y visceral. Y sirve tanto como semblanza del batería de los Rolling Stones como de recorrido (uno más) por la historia de la banda. Porque por muchos libros que hayas leído sobre ellos, ninguno es como este. Aporta una visión singular y muy completa. Lógico, teniendo en cuenta que Mike Edison (Nueva Jersey, 1964) es un contrastadísimo escritor y periodista, pero también batería desde que era un crío: aquí ha tocado con Guadalupe Plata o The Pleasure Fuckers. Ha estado 45 años deseando escribir esto.

Charlie Watts (1941-2021) tenía el sentido de la anticipación y de la penetración. Tenía el swing. Y tenía el roll, tan o más importante que el rock. Y era atípico hasta para los vicios: felizmente casado desde hace décadas con la misma mujer, no cayó en las drogas hasta mediados de los ochenta, justo cuando el resto de la banda estaba ya más que de vuelta de ellas. Memorable es también la hostia que le calzó a Mick Jagger en un hotel. Lo explica extraordinariamente Edison en un libro fabuloso, con el que vuelve a recordarnos, por ejemplo, que la música disco no fue para los Stones un capricho (ahí estaban los antecedentes de “Hot Stuff” o “Fingerprint File”) o que "Black and Blue" (1976) es un infravalorado álbum a reivindicar.

Pero quien preside este relato, publicado originalmente en 2019 (en esta traducción al castellano figura un emotivo epílogo del autor, escrito tras su muerte), justo dos años antes de su adiós, es ese batería elegante, deudor de los maestros del jazz y del rhythm and blues sin necesidad de imitarlos, comedido y tremendamente sutil, versátil y profesional, tan inteligente y perspicaz como para mantener el tinglado Stone en pie durante casi seis décadas, formando un perfecto triángulo con Keith Richards y Mick Jagger: era la argamasa que cubría todas las grietas. Por mucho que el circo itinerante siga sin él. Mike Edison lo transmite con un estilo ágil, incisivo, fervoroso, ecuánime y profundamente clarividente. Es un librazo.

 

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