Los penúltimos días de Antonio Escohotado
Libros / Ricardo F. Colmenero

Los penúltimos días de Antonio Escohotado

8 / 10
Luis M. Maínez — 22-07-2021
Empresa — La Esfera de los Libros

Al ser Antonio Escohotado uno de los pensadores más importantes de la actualidad en nuestro país, que acapara muestras de respeto por quienes se alejan de sus controvertidos postulados en casi todo y de admiración por quienes ven en él una figura imprescindible de la divulgación, la filosofía y, lo que es menos común, la vida en sí misma, este libro, ‘Los penúltimos días de Antonio Escohotado’, es una lectura obligada para todo aquel que tenga un mínimo interés en leer, pensar y aprender, que no tiene nada que ver con asentir, aunque haya quien todavía no se haya enterado.

Al ser Ricardo F. Colmenero uno de los escritores en prensa más creativos y agudos en activo, capaz de ver en la normalidad y la mundanidad lo que otros no ven, algo que ya demostró con su anterior obra, ‘Literatura Infiel’ (uno de esos libros a los que me acerco una y otra vez), este libro, ‘Los penúltimos días de Antonio Escohotado’ es una lectura obligada para todo aquel que tenga un mínimo interés en el oficio del periodismo y la escritura de no ficción, que no tiene nada que ver con buscar innecesariamente el protagonismo propio, aunque haya quien todavía no se haya enterado.

Con todo, ‘Los penúltimos días de Antonio Escohotado’ es un libro de testimonios. El contexto es el siguiente: Escohotado, un hombre con una vida a sus espaldas digna de película, que ha trabajado en el ICO, vivido como un hippie en Ibiza durante 14 años, traducido para la ONU y desarrollado un sistema filosófico propio (uno de los pocos autores españoles vivos que tiene uno), abandona Madrid dejando todo atrás a punto de cumplir 80 años para morir en Ibiza. Ricardo F. Colmenero, acude a su casa a lo largo de jornadas maratonianas de conversación, observación y, sobre todo, escucha para dejar un testimonio sobre la vida, la sociedad, la política, el amor y un largo etcétera. Como siempre cuando está Escohotado (y, claro, Ibiza) de por medio, las drogas se cuelan en la conversación y el lector (y también el autor) aprendemos de quien lo ha probado todo. Resulta refrescante -dejé el moralismo atrás hace tiempo- tener una visión tan particular del uso y abuso de las drogas, que se sale de las manidas aunque reales advertencias habituales.

Este libro nos muestra a un Antonio Escohotado tan peculiar como siempre, tan libre como habitúa, y a un Ricardo Colmenero atento a los detalles, ávido de curiosidad. Tanto que, en ocasiones, parece el niño escuchando historias de sus abuelos que tantos fuimos. En esa relación afectiva que se labra, al dejar atrás el mundo que antes concibes como hace cualquier niño, está uno de los aciertos de ‘Los penúltimos días de Escohotado’: la obra es real, palpable y humana.

También imperfecta y descreída. Tanto Escohotado como Colmenero son conscientes durante la concepción de la misma de que están ante una subjetividad. Una interesante, educada y experta, pero subjetividad al fin y al cabo. Esto se entiende de manera especial al terminar el libro que, aunque tiene la fortuna de poder leerse saltando de tema en tema, tiene más cohesión y coherencia si se disfruta de principio a fin. Al final, así transcurre la vida, haya las drogas, experiencias o lecciones que haya de por medio, del inicio a las postrimerías. Unos penúltimos compases, una coda que ojalá se extienda, a la que el entrevistado llega con la lucidez irónica, inteligente y divertida -y por lo tanto desmitificadora-. Afortunadamente, Ricardo F. Colmenero, que no sabía quién era Antonio Escohtado antes de recibir el encargo, la ha retratado con belleza y veracidad. Así cada uno de ellos ha estado dónde y cómo debían estar. Vale.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.