Quizás Le Petit Ramón quiso metaforizar en la portada la influencia del argumento del libro “En busca del tiempo perdido”, en el que el protagonista narra los recuerdos y los vínculos creados entre éstos.
A pesar de todo, tras la tumba de Marcel Proust se esconde un disco de raíz folk pasado de vueltas. “Morts, desastre i barbàrie” se abre con una exquisita pieza de inicio sinfónico que evoluciona hasta la más ácida y caótica psicodelia. El tema, de diecisiete minutos y treinta segundos, es la pieza más complicada del disco. A pesar de ello consiguen que el cello fluya con suma delicadeza entre la distorsión creada por los miles de pedales de la guitarra del pequeño Ramón. Tras este largo inicio encontramos un disco intimista y básicamente clásico, en el que el autor demuestra sus grandes dotes de letrista, ironizando sobre la realidad con unas letras que van del fatalismo de “Mal al cor” y la incomprensión de la hipnótica “Morts (desastre, barbàrie i desaire)” hasta el surrealismo de “Supermercat a BCN” y “Les hores” que comparte con su homónimo del pasado Pau Riba. El disco, además, cuenta con más colaboraciones entre las cuales cabe destacar la del clarinete de Victor Nubla en la primera canción.
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