Good Souls Better Angels
Discos / Lucinda Williams

Good Souls Better Angels

8 / 10
Sergio Ariza — 29-04-2020
Empresa — Highway 20 records
Género — Alt-Country / Americana

Lucinda Williams es una superviviente y demuestra estar muy viva. A sus sesenta y siete años recién cumplidos se acaba de sacar de la manga su disco más crudo y visceral. Sería fácil decir que la creadora de “Car Wheels On A Gravel Road” es una pitonisa y que las malas noticias de las que está lleno este “Good Souls Better Angels” son una premonición de la pandemia que asola medio mundo, pero no, las malas noticias ya estaban allí, sentadas en el puto sillón con más poder de la Tierra, en el despacho oval de la Casa Blanca. La edad parece no haber atemperado nada su rabia, es más parece que ahora le duele más.

Lucinda está furiosa y ha hecho un disco furioso. Su voz rasposa escupe verdades sobre un fondo musical de pantanoso blues rock, pasado por la distorsión de un Neil Young cabalgando a sus fieles Caballo Loco. No hay mejor ejemplo que “Man Without A Soul”, cuya letra no deja lugar a dudas de a quién está dedicada: “You are a man without truth, a man of greed, a man of hate, a man of envy and doubt, you're a man without a soul". No es lo más sutil que ha escrito esta brillante escritora de canciones pero los tiempos no andan para sutilezas. Tampoco es una canción redonda, pero hay tanta pasión en su interpretación que da igual, con la banda luciéndose (hay que nombrar el excelente trabajo que hacen el bajista David Sutton, el batería Butch Norton y, principalmente, el guitarrista principal Stuart Mathis, que también toca el violín) y ella dejándose la garganta.

El disco baja en decibelios con "Big Black Train", pero no en intensidad, uno de esos medios tiempos que tan bien se le dan, dando el mejor uso expresivo a una voz cascada, rota y totalmente especial. En “Wakin' Up” afronta sin pelos en la lengua la violencia doméstica, con la batería de Norton y la guitarra de Mathis sonando como golpes a la mandíbula. “Shadows & Doubts” y “When The Way Gets Dark” son oscuras lamentaciones que se encuentran entre lo más destacado del disco, la segunda es una bella canción llena de vulnerabilidad y compasión.

Pero tras la calma vuelve la tempestad con “Bone Of Contention”, otro blues intenso con su voz doblada y la banda volviendo a demostrar que está encendida, esto es blues con alma punk. “Down Past The Bottom” parece el Tom Waits más gutural al frente de los AC/DC, ese es el tipo de energía que se desprende de cada surco de este disco. “Big Rotator” parece la prima grunge del “John The Revelator” de Blind Willie Johnson, con Lucinda volviendo a nombrar a todos los mentirosos, perdedores, tramposos, ladrones y buitres que han aparecido últimamente por Washington DC.

Pero a pesar de todas las malas noticias, de todos los maltratadores y de todos los estúpidos del mundo, también hay gente por la que merece la pena vivir, son las buenas almas que dan título al disco y a su última canción, un sentido homenaje a los amigos que la han ido ayudando a través de la depresión, las malas rachas, las abusivas parejas y demás mierda a la que se ha tenido que enfrentar en su vida. Es un bonito cierre para un disco que supura tensión y agresividad, un chute de adrenalina de una veterana que nos entrega su mejor obra desde el lejano “World Without Tears”.

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