Women in Music Part III
Discos / Haim

Women in Music Part III

8 / 10
Carlos Pérez de Ziriza — 29-06-2020
Empresa — Polydor
Género — Pop

Haim representan, cada vez más, esa característica tan común a muchas de las propuestas que alimentan el mainstream contemporáneo: sus discos lucen innumerables detalles de producción, tantos giros impredecibles en el guion de sus canciones y una arquitectura sonora tan compleja y detallista que, por mucho que sus melodías apunten sin complejos a la comercialidad, hay siempre una intención de ir más allá, de combinar clasicismo con audacia, de aunar transversalidad y un aventurado espíritu de crecimiento artístico. Una desafiante pericia que, al menos, responde a un paradigma bastante menos previsible del que nos deparaban las radiofórmulas de FM cuando aún gozaban de relevancia y omnipresencia, hace la tira de años.

Todo esto es más patente que nunca en este tercer disco. Que ya desde su mismo título desdeña lo convencional de encasillar la música rubricada por mujeres por el solo hecho de ser eso, mujeres. El equipo viene a ser el mismo al otro lado de la pecera tras la que se sitúan las tres hermanas: la propia Danielle Haim, Rostam Batmanglij, Ariel Rechtshaid (también pareja de Danielle) y Buddy Ross a la producción. Y la costa oeste como principio y final, por algo “Los Angeles” inaugura minutaje mientras “Summer Girl” (“LA on my mind, I can’t breathe” es su primera línea, aunque en realidad sea un guiño al radicalmente neoyorquino “Walk on the Wild Side” de Lou Reed) lo cierra. Ya lo saben: entre la herencia de Fleetwood Mac y el arrullo de Laurel Canyon, pero con ropaje actual. Aunque esta vez, con mucho más que eso: el ritmo sincopado de “I Know Alone” remite a la forma en la que The 1975 (¿su némesis masculina?) se valen del legado 2 Step británico; “Up From a Dream” se alimenta de guitarras distorsionadas que evidencian ansia de disrupción; “3 am” es puro r’n’b preñado de groove y “Gasoline” serpentea con una sensualidad poco frecuente hasta ahora en su discurso. Incluso canciones que responden al habitual molde Haim acaban por difuminar sus propias huellas a su paso, emborronando su trazo con derivas tan inesperadas como excitantes: la meliflua “Another Try” desemboca en una borrachera de dub, “I’ve Been Down” emerge pujante y descarada con sus guitarras acústicas hasta que un solo de saxo la traslada a otra dimensión.

Obviamente, no podían faltar ni en pintura los destellos de pop radiante que forman parte de su ADN, algunos de ellos ya avanzados durante estos meses de demora pandémica. “The Steps”, “Don’t Wanna”, “Leaning On You” (con su aire – inevitable decirlo – a las miniaturas acústicas firmadas por Lindsey Buckingham), “Now I’m In It” y, sobre todo, “All That Ever Mattered”, ratifican la habilidad para convertir la ansiedad e incluso la depresión – la de Danielle, reciente – en combustible que no entiende de pesadumbres , y nos devuelve la tranquilidad de saber que la nueva normalidad no nos devolverá a la rutina previa a la emergencia de ese superpop multiforme, elástico, contagioso y (mayoritariamente) femenino en fondo y forma, del que las angelinas son uno de sus ineludibles exponentes.

¿Su mejor álbum? El tiempo lo dirá. Sí el que tiene más miga, desde luego.

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