“The Real Thing/Angel Dust” (Reedición)
Discos / Faith No More

“The Real Thing/Angel Dust” (Reedición)

10 / 10
Robert Aniento — 02-07-2015
Empresa — Rhino / Warner
Género — Rock

En lo que a rock se refiere, finales de los ochenta no solo destacaron por protagonizar los últimos coletazos del hair metal que había acaparado la segunda mitad de la década y por ser contexto del lanzamiento de los discos que marcarían la transición hacia el terremoto que supuso el grunge a principios de los noventa. También fueron años de eclosión creativa y primera era dorada del rock alternativo. Los ejemplos que mayor influencia tendrían en el futuro son los de Pixies y Jane’s Addiction, que entonces eran pasto de pequeñas minorías. Paralelamente, dos bandas lideraron una ola de crossover de géneros, algo que entonces se hizo llamar funk metal, o rap metal. “Mother’s Milk” de Red Hot Chili Peppers y “The Real Thing” de Faith No More fueron los discos que marcaron el género y abrieron la puerta para que grupos coetáneos como Fishbone, Primus o Living Colour u otros que se subieron en seguida al carro como Urban Dance Squad dieran rienda suelta a sus ideas y disfrutaran de sus años de mayor éxito. Mientras en el caso de los Peppers, se notaba una mayor herencia de la música negra de los 70, FNM se orientaba más hacia el metal y el hip hop ochentero. “The Real Thing” sacudió los cimientos de una generación gracias a una originalidad en sus planteamientos y una efectividad en su resultado como la ha habido pocas veces hasta y desde entonces. No hay tema mediocre en el disco, ni siquiera regular. Ya sea la explosión de rock veraniego de “From Out of Nowhere”, “Underwater Love” o “Falling to Pieces”, el hip hop metalero de “Epic” (el single que convirtió la banda en masiva, con un video de acompañamiento no menos mítico), el metal sin cortapisas de “Suprise! You’re Dead!” o los mejores ejemplos de fusión de géneros en “The Real Thing” y “Woodpecker from Mars”; nada falta y nada sobra en una obra perfecta, que ahora viene acompañada de un segundo CD con temas en directo de la época, remixes, dos caras B y un tema, “Sweet Emotion”, que únicamente fue editado en un flexi disc promocional.

Tras disfrutar de dos años de gloria, repletos de portadas en las revistas musicales del género, peleas internas, giras trufadas de anécdotas y momentos descacharrantes, llegaba el nada fácil momento de dar continuación al trabajo que les había dejado en las puertas del Olimpo. La presión de medios y fans era extrema, más cuando los Peppers habían logrado un año antes la hazaña de superar y mejorar su “Mother’s Milk” con el todavía más aclamado “Blood Sugar Sex Magik”. Cuando salió editado “Angel Dust”, las reacciones no fueron para nada igual de laudatorias. La portada era la mejor pista del contenido: un misterioso pelícano blanco sobre fondo azul, dulce estampa que se veía violada por una contraportada en total oposición, primer plano de matadero con unos cuantos pollos desplumados y una jadeante cabeza de vaca colgando. La mezcla de géneros, esta vez en cada uno de los temas, con cambios y giros constantes en un abigarrado laberinto de sensaciones, dio lugar a muchas críticas, que les acusaban de haber perdido la frescura o de intentar rizar el rizo. Pero también hubo quien distinguió al disco como una obra todavía más completa, madura y conseguida que “The Real Thing”, que necesitaba de varias, decenas, de escuchas para ser apreciado en su totalidad. Pues bien, el tiempo ha ido dando poco a poco la razón a estos últimos. Temas como “Land of Sunshine”, “Midlife Crisis” (el single que sirvió de adelanto, sorprendiendo a unos y a otros), “Smaller and Smaller” o “A Small Victory" quizás no se disfruten a la primera escucha, pero son de los mejores ejemplos de grower que podemos encontrar en un álbum. Incluso los experimentos más marcianos, como “RV”, “Crack Hitler” o “Malpractice” acaban cobrando sentido en el contexto del disco. Si “The Real Thing” se convirtió por derecho propio en uno de los discos más importantes para una generación y uno de los más disfrutables de la década, “Angel Dust” merece su puesto en el podio de los mejores discos de rock alternativo de la historia. La actual edición deluxe presenta varias versiones alternativas o en directo de sus temas, además de una cara B y un tema desechado de las sesiones de la época.

 

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