Milagro
Discos / Dellafuente

Milagro

8 / 10
Luis M. Maínez — 30-11-2021
Empresa — Sony Music
Género — urban

‘Milagro’ es la culminación del viaje de Dellafuente a la trascendencia. Después de un ‘Azulejos de Corales’ (15) sobresaliente y mágico, casi animal por instintivo; y un ‘Ansia Viva’ (16) donde empezaba a cristalizar el poso de madurez de un artista que sonaba maduro rozando la veintena y que, por ello, no puede sonar fresco con los treinta. La versión acústica de ‘Veneno’, de Ansia Viva’, anticipaba el camino y encumbraba a Dellafuente como el artista total de la escena urbana española: puro y accesible al mismo tiempo; auténtico y estético. Lo demostró también con sus canciones con C. Tangana pero, pronto, paró.

Lanzó un tema tras otro, semana tras semana, hace ya 3 años hasta quedarse sin material. Su fracaso en el mainstream con ‘Cowboy’ es increíble. No tiene ningún sentido que se publicara aquel tema. Eso parece que le frustró. Hay quienes se cansan a los años, Dellafuente no duró ni un día sin ser quien él quería.

Por eso sorprendió tanto su último trabajo, ‘Descanso en Poder’, a medio camino entre la épica que ahora duerme en su regazo y el arrebato más artificial de aquellos singles de un recién llegado a la industria. Ahora, ‘Milagro’, reconcilia a Dellafuente consigo mismo y le devuelve a un lugar reconocible en el panorama musical español.

‘Milagro’ es un álbum absolutamente arrebatador que funciona en tanto consagración de Dellafuente como un artista único y excepcional. Con una sensibilidad pocas veces vista en músicos de su generación, y un sentido de la composición que sabe leer al público a través de cualquier estilo musical. Prueba son sus incursiones en ‘Un Diablo En El Infierno’ o ‘Sin Faltar A La Verdad’. Está última es una de las mejores canciones de su carrera, sin duda alguna,  igual que ‘León Con Uñas De Gel’, que se concibe como manifiesto personal y casi político. ‘Dime Si Con Eso Vale’ es una canción emocionante y el buen gusto en los visuales que acompañan al disco hace que se pueda interpretar al gusto.

Familia, valores, seriedad, amor, fidelidad, honestidad, raíces. Todos estos conceptos, primero prostituidos y luego abandonados, tan lejos del siglo XXI que habitamos, son los que Dellafuente enarbola con orgullo y sin complejos. Un hombre de palabra, que creció con besos de su madre y sin caprichos. Dos formas de vida tan alejadas de las Ted Talks emocionales y los regalos multitudinarios. “Así no se conquista a las nuevas generaciones, Dellafuente, además tampoco tienes Tiktok”, le habrán dicho.‘Milagro’ se llama así así por la evidente conexión espiritual de Dellafuente consigo mismo y con lo que le rodea pero También porque es lo que un álbum así es en el panorama musical actual.

La representación de lo que es Andalucía, las manos de una mujer mayor delante de un fogón, calentándose y cocinando al mismo tiempo; la precariedad del tiempo, la alegría y la felicidad y también la seriedad que encierran los ojos de quienes allí viven y aman y trabajan. ‘Milagro’ es todo eso, además de un disco que dice cosas, de verdad, y cosas tristes y sentidas, que parecen de verdad y que le llevan a uno las lágrimas a los ojos. El puchero no solo sabe mejor que las mieles del éxito, también sabe mejor que los helados de fresa. Y el de Dellafuente es delicioso.

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