Tercer disco en apenas doce meses de Damien Jurado, contando el EP "Unissued", y cuarto larga duración si estiramos el período de tiempo hasta 2018. Algo sorprendente si tenemos en cuenta que el de Seattle se pasó los años que van entre 2014 y el citado 2018 sin publicar nada. Con "The Horizon Just Laughed", lanzado ahora justo hace tres años la cosa cambia sustancialmente y, sin llegar al nivel de incontinencia de otros nombres que seguro a todos nos vienen a la menta, Jurado se mete en una espiral productiva no solo elevada, sino más que interesante.
Su última parada es este álbum de 10 canciones de impactante título, que el propio cantautor define como un paseo por el Lou Reed de "The Bells" o el Paul McCartney de "Ram". Es decir, sonidos crudos, secos, menos melosos de lo que habitúa. Para eso se rodea de una serie de personajes que convierten el álbum en algo que se queda a medio camino entre el disco conceptual y algo más convencional. La mitad de sus canciones están tituladas con un nombre propio, aunque el hilo entre ellas sea más difícil de hilvanar que en otros álbumes basados en algo muy concreto. Tiene en su espíritu lo-fi – otro elemento casi siempre presente en la carrera de Jurado – algo del aroma al "Nebraska" de Bruce Springsteen, aunque, en este caso, la voz del cantante sirva de diferencia clara entre ambos. El Boss era entonces rudo, por mucha guitarra acústica que empuñara, mientras que Jurado es más tierno, más aterciopelado.
Diferentes formas de entender la transmisión de sentimientos y la intensidad. Divergentes caminos de encontrar el mismo destino. Si te cautivaron los adelantos con “Helena” y “Tom”, no te defraudará. Es Damien Jurado en estado puro.
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