Chronicles Of A Diamond
Discos / Black Pumas

Chronicles Of A Diamond

7 / 10
Adriano Mazzeo — 27-10-2023
Empresa — Ato/PIAS
Fotografía — Archivo

Black Pumas, uno de los proyectos más exitosos de la música negra del último lustro reaparecen en la palestra con “Chronicles Of A Diamond”, su segundo disco de estudio. Tras varias escuchas, una de las sensaciones más claras es que el dúo integrado por Eric Burton a las voces y Adrián Quesada a las guitarras está en condiciones de desterrar por completo el sospechoso apelativo de hype si es que aún les cabía. Es que está música, como indica su raíz, está interpretada con precisión, seriedad y respeto a la tradición, y sobre todo con emoción incontenible.

Posiblemente estos diez temas comodísimos dentro de géneros como el gospel y el soul tengan como máxima virtud la posibilidad de transmitir con total sinceridad. Contagian, inspiran, acompañan. Es música pegadiza pero no simple, está hecha a consciencia, con un balance dinámico impecable.

Se sabe de la idoneidad de Quesada para producir y arreglar –quien quiera confirmar estas características puede visitar también su catálogo con Grupo Fantasma, Brownout o el genial “Boleros Psicodélicos” de facturación solista– y otra vez el hombre no decepciona: las texturas son exquisitas, las ambientaciones certeras, el producto, sin ser un antes y un después en la música negra, definitivamente funciona.

Desde el guiño radial de la percusiva “More Than A Love Song”, que abre exitosamente el álbum, pasando por la polvorienta y seductora “Mrs Postman” en la que el espíritu de Curtis Mayfield sobrevuela el campo de acción a “Angel”, gobernada por lo acústico y unas reverberancias que destilan soledad, este completo periplo es sosegado a ratos, bailable a veces, pero siempre sentimental y realmente destacable.

Otro mérito no menor es el hecho de que Quesada y Burton saben alejarse de la idea de replicar las directrices que hicieron popular su disco de debut. Obviamente hay puntos en común, pero ahora suenan más terrenales, menos alucinógenos si se quiere, mutando en unas composiciones más solventes y sólidas. Para completar la descripción del abanico sonoro propuesto, “Ice Cream (Pay Phone)” alterna guitarras que juegan a la distorsión y un falsete irresistible en plan Cee Lo Green. Y para el final “Rock n Roll” rescata el amor del dúo por las improvisaciones y lo hipnótico de las repeticiones en clave de blues, para cerrar la puerta del disco y dejar al oyente con clarísimas ganas de más.

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