Garun ta eztarri
Discos / Bananas

Garun ta eztarri

8 / 10
Bikendi Cadelo — 23-11-2021
Empresa — Autoeditado
Género — post hardcore

Los donostiarras Bananas han vuelto a la carga, y esta vez en serio. Algo menos de tres años desde aquella sorpresa repentina que fue “Azal bat, urdina”, una especie de regalo en formato EP y editado únicamente en casette para aquellos que empezábamos a echar en falta a los desaparecidos Yaw y a aquellas sonoridades cercanas al screamo cantadas en euskera.

Con una formación renovada, y una pandemia de por medio, el quinteto formado por miembros de Adrenalized, Madeleine o Hyedra, nos presenta un redondo de 8 cortes del más elaborado post-hardcore a la americana, pero con el toque inigualable que le aporta la lengua de su tierra a la propuesta. Buen momento y buen lugar para sacar a relucir la parte más rabiosa de 5 músicos inquietos, con no precisamente poca actividad en sus respectivas bandas, sirviéndose de Bananas como vía de expresión a su amalgama de gustos musicales.

Los registros rabiosos y desgarradores de Gartxot (nada que ver con su papel en Madeleine) se convierten desde el primer momento de la escucha en protagonista de unos temas llenos de trabajadísimas guitarras melódicas por parte de Ander e Itzal, que poco o nada tienen que envidiar a grupos del género como los, imposible evitar la comparación, Touché Amoré, por quienes ya han declarado verdadera devoción en una reciente entrevista en este casa.

Para aquellos que quieran iniciarse en la formación guipuzcoana, el single de adelanto del disco “Ulia”, quizá sea el mejor representante del mismo. Unas guitarras frescas van formando durante casi un minuto los cimientos para relajarse en lo que probablemente sea, junto al de “Zenbaterainor”, de los estribillos más pegadizos del trabajo. Mención especial merecen también la acelerada “Bideharri”, con unos arreglos de guitarra hardcore sobresalientes.

El apartado de las letras merecería una reseña aparte. En un elaborado, y en ocasiones complejo, euskera, Gartxot se deja la garganta gritándole a la vida sobre la soledad, la distancia, el dolor pero también a la felicidad y a la esperanza. Y no siempre lo hace sólo, en “Zama” un viejo conocido de estas sonoridades como es Cándido Gálvez (guitarra y voz de Viva Belgrado), se anima a rasgarse las vestiduras junto a los vascos en un más que aceptable euskera. Un matrimonio necesario.

En global, un trabajo sobresaliente y bien mimado que no llega a la media hora, como marcan los cánones del estilo, pero que te deja con ganas de más. Al menos en esta ocasión, parece que sí que se dejarán ver encima de un escenario y ya tienen una primera cita confirmada: 18 de diciembre en el Dabadaba de su Donostia natal.

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