Designer
Discos / Aldous Harding

Designer

8 / 10
Iñaki Molinos — 23-05-2019
Empresa — 4AD/Popstock!
Género — Folk

Sumergirse en el universo de Aldous Harding no es una tarea fácil. A pesar de la gran recepción de sus anteriores trabajos, la introspección y espesura que los caracteriza se torna en altas dosis de claridad en su nuevo álbum. El nuevo trabajo de Harding, tercer largo de su carrera nos muestra un prisma más de la versatilidad de la artista neozelandesa. Anclada de inicio en el folk más oscuro y tenue de su seminal trabajo y la evolución sutil y minimalista de Party (2017, 4AD), con "Designer” (2019), Harding da un salto definitivo hacia un sonido más limpio y luminoso que alterna con acierto lo orgánico y desnudo de temas como “Damn”, que nos incita a bucear en una tonada que se presenta como una suerte de relato tradicional de secretos y mentiras, con arreglos orquestales delicados sobre melodías pop –“Zoo eyes”-, manteniendo la atención a quien pretende huir y dejándote partir cuando quieres permanecer, gracias a una amalgama vocal-instrumental indiscutiblemente apoteósica en su fase final. Cortes como “Designer” -que da título al álbum- nos muestra la senda a recorrer durante el LP, con un alegre y bailarín piano que no se olvida de la dosis justa de melancolía al inicio y fin de la secuencia.

La sucesión de medios tempos acústicos emocionantes, condimentados con una fantástica sección de cuerda –“Fixture picture”-, evocando por momentos a los mejores R.E.M. de los 90, o el chamber pop de su primer single “The barrel”, nos conducen a pasajes de jovialidad desgarradora como “Weight of the planets”-al más puro estilo Cat Power-, protagonizada por ritmos frescos y armonías tentadoras. La oscuridad del más puro folk en “Heaven is empty”, donde el sollozo de Harding al arranque de cada verso consigue resquebrajarte por dentro y el cierre sobrio de “Pilot”, donde flota omnipresente un contundente halo de seguridad hacen de este disco una colección de canciones notable, en la que sobresale una vez más la vigorosa voz de su protagonista.

Bajo la producción, nuevamente, de John Parish (mano derecha de PJ Harvey), el álbum presenta una deliciosa factura sonora, cuidando al detalle la inclusión de nuevos elementos rítmicos desechados hasta la fecha –principalmente referidos a la percusión-, a la que se suma la habitual –y no por ello menos meritoria- narrativa de la joven compositora, con la que Harding acierta a arañar la sensibilidad no sólo de los más cultivados del lugar, lo cual que otorga un valor extra a “Designer”, convirtiéndola en la obra más compacta de su carrera.

Lejos de acomodarse en un estilo en el que ha demostrado sentirse como pez en el agua, Aldous Harding ha dado un paso al frente, consolidándose dentro de una generación que ha trascendido el folk más tradicional, en busca de nuevos territorios que ya ha empezado a conquistar.

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