Tulsa, hasta la vista
Conciertos / Tulsa

Tulsa, hasta la vista

8 / 10
Cristina V. Miranda — 14-09-2011
Sala — El Sol, Madrid
Fotografía — Alfredo Arias

Ayer se celebró el último concierto de Tulsa en España por lo que se presupone una larga temporada. Así lo advertía Miren Iza (voz detrás de este proyecto musical) en un comunicado conciso pero rotundo en el que anunciaba su huida a Nueva York: “a hacer cosas diferentes, a vivir. Por qué no”. No hubo dramatismos ni discursos de despedida, al margen de un susurrado, “me tiemblan las piernas”, Miren se limitó a canalizar sus sentimientos a través de sus canciones, dotándolas de una emoción contenida y un quiebro en la voz, que les sienta especialmente bien. Y no faltó ni una. Comenzó seria y sobria con ‘Te ofrecí’ y ‘Matxitxaco’ (las dos de su último disco "Espera la Pálida") para poco a poco ir abriéndose a un público especialmente atento y respetuoso que supo tener paciencia.

Muy pronto comenzaron a subir al escenario esos amigos que eran de esperar y que contribuyeron a incrementar la alta carga emocional de la noche. Gente tan cercana a la cantante como Santi Campos, que a pesar de su insistencia, no "jodió" en absoluto sino que engrandeció a su manera ‘Algo Ha cambiado para siempre’; Esther Rodríguez, también de Amigos Imaginarios (los otros miembros, Charlie Bautista y Jesús Chumillas, formaban parte de la banda de acompañamiento de Tulsa), Pablo Serrano y Javi Vicente de Big City a la pedal steel en ‘Seguramente me lo Merezco’ y ‘Thinking of You’, a pesar de que para este tema no fuese requerido por Miren y le tocase a él mismo recordarle que ahí estaba, para mayor regocijo de un público que, llegados a este punto, ya estaba totalmente entregado a todo cuanto pasaba en el escenario.

No faltó la compañía, pero tampoco los momentos más íntimos, en los que Miren, sola con la guitarra, logró plena comunión con su público, que la arropó durante su versión del "Into My Arms" de Nick Cave (‘A mis brazos’). Pero cuando llegó el momento de los agradecimientos, el mayor de ellos fue para su banda, y especialmente para su mano derecha desde los comienzos, Alfredo Niharra, con el que cerró su 2º bis tocando ‘Contigo tocaré el cielo’, tema con el que suele comenzar sus conciertos y que está vez convirtió en clímax de una actuación tan precisa en la forma como emocionante en el fondo. Tulsa se despidió de Madrid un martes y trece y lo hizo sin dar un concierto de despedida, sino de autoafirmación, confianza y convencimiento de que esto sólo puede ser un punto y seguido.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.