Heart & Soul
Conciertos / Emilio Manso

Heart & Soul

8 / 10
Carlos Caneda — 14-05-2017
Fecha — 13 mayo, 2017
Sala — Bolero, Santander
Fotografía — Carlos Caneda

Hace ya varios lustros que Emilio Manso lleva creando música apartado de escenas y circuitos convencionales. De la manera en que lo hacen los héroes de culto, va mostrando su obra en pequeñas dosis, y así es como ha logrado que le siga un grupo casi íntimo de incondicionales. Y, dado que no es frecuente encontrar ocasiones para verle en directo, hubiera estado feo perderse la presentación en vivo de su nuevo EP, Otoño en primavera (2017).

Por supuesto, en el concierto sonaron las seis inspiradas canciones que conforman el disco, pero Manso también aprovechó para repasar un buen puñado de temas anteriores (Darme más, Por dos veces, Espectro…). A través de todos ellos se pudo contemplar en perspectiva un cancionero que ha macerado con calma a lo largo de toda su trayectoria. Para conseguirlo se ha ido apoyando en un crisol de innumerables influencias (Sonic Youth, Tindersticks, Corcobado, Nick Cave… y mejor no seguir con la lista, porque sería interminable) que al cristalizar han hecho de él un rapsoda de la oscuridad cotidiana con una personalidad sólida y coherente.

A todo esto ayuda la banda que le acompaña, que se muestra hábil a la hora de construir un sonido monolítico y austero sobre el que se cierne la sombra de Joy Division. La batería marca un ritmo repetitivo (parece ese Bucle interminable al que le dedican una canción) sobre el que se maneja un bajo abisal y un permanente diálogo de guitarras de lija. Así se da forma a un rock denso y pesado, al que solo se le puede añadir más gravedad cuando el sintetizador monocorde se manifiesta en temas como Enfermo o No paras de preguntar.

Estas son las claves de una música austera y seca, que hurga con saña en las heridas, y que funciona al servicio de ese centro que se encuentra en la voz de Emilio Manso. Un hombre que, como su música, mantiene el gesto serio y la mirada torva durante todo el concierto. Esa es su manera de aguantar la tensión latente en un universo lírico narrado en primera persona, poblado por almas torcidas y corazones turbios.

De postre cayeron dos bises: una versión del clásico Heartbreak Hotel (con la que afloró un ligero contoneo, casi ausente en el resto del repertorio) y Como el ron, rescatada de los ya lejanos tiempos en los que Emilio se presentaba como Manso y las Chimeneas. Con ellas se cerraba un derroche emocional que, por lo sincero, lo apasionado y lo apartado que se encuentra de la música que se suele escuchar en Cantabria, resulta imprescindible dentro de nuestro panorama.

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