Sin doblez ninguna
Conciertos / Die Antwoord

Sin doblez ninguna

7 / 10
Joan S. Luna — 19-04-2024
Empresa — Doctor Music
Fecha — 18 abril, 2024
Sala — Razzmatazz 1, Barcelona
Fotografía — Montse Galeano

Cualquiera que haya visto a los sudafricanos Die Antwoord en un festival sabrá de la importancia de la escenografía y de las proyecciones en sus shows. De ahí que, quizás absurdamente, todo hacía indicar que les faltaría algo en sala, que al no contar con todo el montaje la cosa se quedaría a medio gas. Error de cálculo el mío, sin lugar a dudas. Porque lo que ocurrió en la Razzmatazz fue exactamente lo contrario. Die Antwoord dejaron claro que su rave rap funciona en cualquier tipo de escenario. Hay grupos que se crecen en sala, con el contacto directo con el público, con los gritos y aullidos cómplices, recargando sus propias energías con ello. Y Die Antwoord, visto lo visto en el primero de sus dos conciertos sold out en Barcelona, es uno de ellos.

Arropados por A-God –en el fondo un pseudónimo tras el que se esconde el Dj que tengan disponible en cada momento– lanzando pirotecnia desde su base en la parte posterior del escenario en forma de bajos gordos y bombos que te golpean en el pecho, Yo-landi y Ninja fueron ellos mismos, todo actitud, aunque sin la bravuconería de la que hacían gala años atrás. Sabiendo que, aquí sí, estaban actuando para su público, el dúo repasó sus principales singles, lo cual viene a significar que contentaron a la mayor parte de la audiencia. No les hizo falta mucho más. DJ, una bailarina, unos grandes tótems hinchables esparcidos por el escenario, su carisma y un arsenal de temas raperos y raveros bien ensamblados.

Ahora bien, el show tuvo más de rapero que de electrónico, aunque hubo de todo, es obvio. Porque no lo olvidemos, aunque sus formas sean rave, la columna vertebral de Die Antwoord es un rap suburbial, de mensajes contradictorios, con sus luces y sus sombras. De ahí que Yo-landi soltase un par de speeches a lo largo del show o el espigado Ninja interpretase su “Everything Is Perfect” a capella como si de un freestyle se tratase. También se lanzó en un par de ocasiones sobre la audiencia, pero a eso ya estamos acostumbrados.

“Reanimated Tour” ha resultado ser, por tanto, un nombre ideal para una gira en la que volvemos a brincar con “Banana Brain”, “Pitbull Terrier” o “Baby’s On Fire” o “I Fink U Freeky”, berreamos con “Fatty Boom Boom”, repetimos a grito pelado –como si no fuésemos los revolucionarios de sofá que en el fondo somos todos– aquello de “fuck your rules” de “Happy Go Sucky Fucky”, y nos dejamos llevar con la planeadora-ravera “Never Le Nkemise 2”.

Hay conciertos a los que uno se acerca para que se le ponga la piel de gallina por la emoción, otros a los que vamos a sumergirnos en las atmósferas o en el show, y luego hay conciertos en los que sencillamente queremos sentirnos como bestias salvajes desbocadas. Y, aparcadas las denuncias de su hijo adoptivo, Die Antwoord han vuelto a la carretera para hacernos sentir eso. Sin doblez ninguna.

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