Berlín Festival, el novato que llega fuerte
Conciertos / V V. A A.

Berlín Festival, el novato que llega fuerte

8 / 10
Carlos G. Vela — 10-09-2011
Sala — Recinto Berlín Festival
Fotografía — Didac Delos

El pasado fin de semana tuvo lugar la segunda edición del Berlin Festival, evento emergente en el circuito europeo, con un cartel de impresión que tocaba todos los palos. Más de 70 actuaciones en dos días, repartidas entre el viejo aeropuerto soviético Tempelhof, desde las 2 del mediodía hasta las 12 de la noche, y en el complejo Arena Berlin, junto al río Spree, que tomaba el relevo hasta las 7 de la mañana.

El viernes, James Blake fue condenado a abrir el festival a una hora tan poco agradecida como las 2 del mediodía, así que la mayor parte del público llegó directamente para la presentación del nuevo álbum de The Rapture, quienes a medio gas y con una puesta en escena inexistente, apenas hicieron vibrar más que con sus viejos hits. Tampoco The Drums brillaron estrenando “Portamento”, pese a una escenografía mucho más trabajada y sus habituales guitarras ensoñadoras. Parte del público los sustituyó por Cansei de Ser Sexi que desataban poco después su fiesta salvaje. Aunque todos ellos fueron barridos por la simultánea performance de los potentes HEALTH, que se reconfirmaban como verdaderos maestros del noise rock de orfebrería. Desgraciadamente, a Battles les costó muchísimo más pillar el ritmo, desluciendo la presentación de “Gloss Drop”. Para entonces muchos habían emigrado a Clap Your Hands Say Yeah! y su estreno de “Hysterical”, bello aunque un tanto descafeinado. Llegaba la hora de Primal Scream y su repaso al completo de “Screamadelica”. Pese a tener uno de los peores sonidos del día, convencieron con mayor soltura que en su paso por España. Mientras tanto, los alemanes Apparat, en formato de banda, maravillaban con su pop rock épico y electrónica etérea. Suede (en la foto) cerraban el día con un espectáculo exquisito, protagonizado por un Brett Anderson sobrado de tablas y elegancia. Antes de finalizar su show, los fanáticos del dance ya llegaban al Arena Berlin para bailar con los míticos Kruder & Dorfmeister en un espectáculo festivo en la línea de los mejores Groove Armada. A continuación, el genio ubicuo Diplo driblaba al respetable simultaneando techno con merengue; el canadiense A-Trak respondía con una sesión contundente bastante alejada de su habitual electro house. Y antes de que DJ Hell arrollara con su descarga tech-house, el mismísimo Boy George (ex Culture Club), acompañado de Marc Vedo, nos sorprendía sacudiendo nuestras caderas con Michael Jackson y Der Dritte Raum.

El sábado muchos llegamos a Tempelhof a media tarde para deleitarnos con Aloe Blacc, y el nuevo soulman se metió al respetable en el bolsillo, mientras Mount Kimbie abría mentes con notas de trance psicodélico. Empezaba el esperado bolo de Beirut, que traían calentito “The Rip Tide” y se lanzaron sin red obviando el más mínimo soundcheck, cosa que les jugó alguna mala pasada, solventada con destreza zíngara, y hechizando al personal desde la primera mandolina. En otros escenarios se iniciaba el despiporre kuduro de Buraka Som Sistema, al tiempo que brillaba el ambient tenebroso del demiurgo alemán Pantha du Prince. Estábamos preparados para afrontar el megalómano show electro-house de su compatriota Boyz Noise quién hizo lo que quiso con el público. Hecho que no restó audiencia al pop-rock épico de dEUS, que en otra área convencían con su engrasado directo, pese a verse las costuras de su propuesta. Justo después salían los cabeza de cartel locales, el retorno de la banda de hip hop Beginner, con un show deslumbrante en lo visual y más que correcto en lo musical. Lógicamente, se los cedimos a los nativos para no perdernos a Mogwai y su presentación del nuevo EP “Earh Division” en un concierto sublime, nueva muestra de su completa maestría. Finiquitar el día con el habitual trallazo show de The Bloody Betroots Death Crew 77 fue un gozoso guilty pleasure. Por la noche, aún nos esperaban en el Arena la pujante promesa electro dubstep Skrillex y el house ácido de Mr. Oizo, que acabaron derrotando a los más bravos, pero los reyes de la noche serían Public Enemy. El mítico combo celebró 24 años del seminal “It Takes A Nation...” con un espectáculo arrollador, que sin embargo tenía más que ver con un circo del rock que con el hip hop que abanderan.

Más de 15.000 personas pasaron por Tempelhof, y unas 7.000 por el Arena, en un festival sin incidentes y con una perfecta organización, al que habrá que tener muy en cuenta a partir de ahora.

Un comentario
  1. Gee wirskiell, that's such a great post!

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