Semillas
Comics / David Aja Y Ann Nocenti

Semillas

6 / 10
José Martinez Ros — 04-11-2021
Empresa — Astiberri
Fotografía — Archivo

“Semillas” es un cómic que venía precedido de una considerable expectación, al ser el resultado de la combinación de tres nombres de considerable prestigio. En primer lugar, fue el título insignia de Berger Books, el nuevo sello de Karen Berger, quien fuera la legendaria editora de Vertigo, la división de DC dedicada al cómic adulto, en la que se publicaron títulos como “Sandman”, “100 Balas” o “Los Invisibles”. Y por otro lado, sus dos autores directos, ambos sobradamente conocidos: la guionista Ann Nocenti, una veterana de Marvel curtida en mil cabeceras, y con una muy alabada etapa de “Daredevil”, y sobre todo el dibujante vallisoletano David Aja, ganador de nada menos que cinco Premios Eisner, convertido en toda una estrella del medio gracias a su trabajo en series como “El Inmortal Puño de Hierro” y, sobre todo, “Ojo de Halcón”.

El argumento de “Semillas” es, como mínimo, atractivo. Nos sitúa en un mundo futuro distópico en el que la humanidad se ve enfrentada a una profunda crisis ecológica, cuyas raíces son ya visibles en nuestro tiempo. El clima sufre cambios radicales, debido al aumento de las temperaturas. Las abejas, vitales para la polinización de las plantas, parecen a punto de extinguirse. La sociedad parece cada vez más dividida, y proliferan las fake news. Cada vez hay más gente que decide renunciar a la civilización y la tecnología, e irse a vivir a zonas deshabitadas. En una ciudad desolada separada de las tierras baldías por un muro, se mueven varios personajes: Astra, una periodista con principios, que explora las contradicciones de ese mundo preapocalíptico; Lola, una mujer enamorada de un misterioso desconocido; y por último, y aquí entramos de lleno en el campo de la ciencia-ficción, un grupo de extraterrestres infiltrados en la tierra. Su objetivo es recopilar “semillas”, muestras de la vida terrestre, con el fin de preservarlas, ya que el planeta está condenado.

Las ideas que Nocenti va desperdigando a lo largo del cómic son muy interesantes, pero, desgraciadamente, tenemos la impresión de que la guionista no ha logrado darles un desarrollo adecuado y en su mayor parte quedan como simples apuntes en torno a una historia de amor imposible bastante obvia. Si “Semillas” merece la pena es gracias al impresionante trazo de Aja: su dibujo, basado en la cuadrícula de nueve viñetas, en un bellísimo bitono, es apabullante y le da la obra un tono entre hiperrealista y visionario, entre la ensoñación y el reportaje de fotoperiodismo. Una prueba más de que nos hallamos ante uno de los mayores narradores del cómic contemporáneo.

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