La filósofa, el perro y la boda

La escuela filosófica del cinismo abogaba por una vida simple, en consonancia con la naturaleza y alejada de las bagatelas y oropeles de la civilización, que nos apartan del camino de la felicidad. La neerlandesa Barbara Stok nos acerca las enseñanzas de esta corriente filosófica a través de Hiparquia, una de las primeras mujeres filósofas, demostrando no sólo cuán pertinente y necesario resulta actualmente el pensamiento cínico, sino reivindicando a una figura femenina que se atrevió a desafiar un statu quo que constantemente le repetía “Porque las cosas son así”.

“La filósofa, el perro y la boda”, editada por Salamandra Graphic, es una delicia de novela gráfica, didáctica y edificante. Stok ha optado por una simplicidad acorde con ese pensamiento cínico, sin renunciar a la profundidad que exige la historia de Hiparquia. Prueba de ello es su estilo naíf, limpio y colorista, que transmite con sorprendente riqueza el día a día de la Atenas del siglo IV a. C. En este sentido, la intensa labor de investigación que ha realizado Stok, no sólo acerca de Hiparquia, sino también del modo de vida, costumbres y códigos morales de la Antigua Grecia, ha ayudado a la autora neerlandesa a rellenar con gracia y coherencia aquellos huecos acerca de la vida de la filósofa, de la que en realidad se sabe muy poco y de la que, desgraciadamente, no se han conservado ninguno de los libros que escribió.

Hablaba al principio de lo apropiado que resulta el pensamiento cínico hoy en día, no sólo por propugnar un modo de vida más natural, sino por desafiar aquellas convenciones sociales tan enquistadas que parecen incuestionables. ¿Qué pasaría si no nos conformáramos con el orden establecido de las cosas? ¿Si renunciáramos a una vida superflua y banal en pro de una existencia más plena y sencilla? Eso defendían los cínicos: despojarse de cualquier propiedad, abandonar los lujos, ignorar un sistema injusto de clases sociales que permitía y justificaba la esclavitud. A este respecto, Stok ha sido sumamente inteligente al escoger a Hiparquia para hablarnos del cinismo porque, en su caso, el mortal hacia delante es doble, por tratarse de una mujer. En la Antigua Atenas, las mujeres eran consideradas seres legalmente inferiores, incluso las que pertenecían a las clases más acomodadas, como Hiparquia. Sus funciones estaban restringidas al hogar y a las prácticas asociadas a su género. Con esta novela gráfica, Stok consigue recuperar y poner en valor uno de los primeros referentes femeninos de la historia de la Filosofía, ámbito dominado tradicionalmente por nombres masculinos.

Esta es la segunda obra de la autora neerlandesa que se publica en nuestro país, tras “Vincent” (Salamandra Graphic, 17). Sin duda es una buena muestra, junto a otros nombres como Aimée de Jongh o Maaike Hartjes, de ese cómic hecho por mujeres que revitaliza y enriquece el género en los Países Bajos.