Black Friday

Tras “El Justiciero” con el gran Bruce Willis en el año 2018, Eli Roth vuelve a la dirección tras su fallido paso por la serie “The Idol”, donde no es precisamente a su figura a la que se le puede achacar el fiasco de la serie –miremos más hacia The Weeknd y la sala de guionistas. Porque hablar de Roth supone hablar de una de las figuras del terror de las últimas décadas (“Hostel”, “Cabin Fever”, “El infierno verde”) , además de ser el creador y showrunner de la gran serie “Eli Roth’s History Of Horror”, en la que se explora la evolución del cine de género con la aparición de personalidades tan icónicas como las de Tippi Hedren, Robert Englund o Stephen King.

Quizás me equivoque, pero no recuerdo ningún otro slasher ambientado en la fiesta estadounidense de Acción de Gracias (“Thanksgiving”, que así es como se llama la cinta originalmente), con lo que Roth ha reaccionado inteligentemente para cubrir ese hueco.

Con Patrick Dempsey, Nell Verlaque y Adisson Rae a la cabeza, el director convierte en un largo, el que fuera uno de los falsos trailers que se dejaron ver en el año 2007 dentro del proyecto de Robert Rodriguez y Quentin Tarantino “Grindhouse”, formado por las conocidas cintas “Planet Terror” y “Death Proof”. A partir de ahí, Roth se saca de una manga un slasher entretenidísimo, que destaca en esta temporada con un tono muy autoconsciente de lo que es, algo que ha llevado a que se establezcan muchas similitudes con “Scream”.

Pero más allá de comparaciones, y si bien la película va de más a menos, el director nos brinda una cinta que, sin ser un prodigio cinematográfico –Roth no es un genio rodando–, sí es sangrienta, rápida y divertida. Es decir, que cumple punto por punto lo que esperamos de un slasher de calidad. Con ello, Roth vuelve a situarse en la lista de directores más destacados del género en la actualidad, creando de paso nuevas expectativas de cara a sus próximos proyectos.