Tener una discográfica en 2017 (I)
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Tener una discográfica en 2017 (I)

Manuel Jubera — 08-02-2017
Fotografía — Mariano Regidor

Me gustaría que me hablaseis de la cuestión editorial. ¿En qué consiste exactamente?
(Albert)
En una grabación hay dos derechos. Por un lado los fonográficos, que serían los que corresponden a esa canción planchada o en formato digital. Imagínate los derechos de la canción como algo físico.
(Luis)
Esos serían los que tendría el propietario del máster. Y luego están los derechos de autor, que serían los derechos de los creadores de dicha canción. Esa es la parte editorial. Y el punto más oculto de la música, pero al final el que más beneficios da y el que la sustenta.
Es un punto a veces complejo de entender porque es una cosa que trasciende hasta cuestiones éticas y en el que se mezclan compañías, autor, derechos… En mi caso por haber gestionado a los grupos yo me llevo unos porcentajes, que relego a otra compañía editorial que se encarga de la gestión del catálogo.
(Albert)
Así surgen editoriales que gestionan el catálogo de un sello o un grupo y se quedan con una parte del porcentaje que tu sello tiene con el grupo. Todo esto es un mundo lleno de posibilidades que se descubre mucho más tarde.
(Luis)
Es el punto menos romántico de todo el proceso.
(Albert)
Hay mucha gente que no cree en la función de SGAE ni en los derechos de autor, así que publica sus discos como Creative Commons. El problema es que la gente (medios de comunicación, locales, etc.) paga igualmente a SGAE y ésta reparte los beneficios entre sus socios.

Necesito que me expliquéis el tema editorial mejor...
(Luis)
Imagínate que eres un autor que no va por la SGAE. Tu canción suena cuarenta veces en Radio 3, o sea, 240 pavos. Ese dinero que no has recogido por el motivo que sea, ¿entre quién se reparte? Entre las discográficas grandes. Llega la SGAE con una bolsa de millones de euros que no sabe dónde colocar porque hay autores que no lo han recogido, y se reparte entre los socios mayoritarios. Es un sistema muy opaco. Además de que todas las televisiones tienen su editorial.
(Albert)
Hasta las públicas, ahora las teles se crean su propia editorial.
(Luis)
La editorial es el momento más tenso para una discográfica cuando empieza. Cuando te das cuenta de que existe tal concepto es cuando más conflicto sientes en tu proceso de hacer y entender la música. Los tíos que están por la noche en un programa de teletienda o de sorteos a las seis de la mañana tocando ahí detrás con la guitarra, esos tíos…
(Albert)
Se están llevando todo el dinero. ¿Por qué? Porque tienen un contrato con la tele y la tele tiene la editorial. ¿Qué implica todo esto? Un abuso. Porque la tele paga la misma cantidad por las horas, ya sean las cuatro de la mañana, que no hay audiencia, o por una aparición en El Hormiguero. Esa gente es la que se está llevando la pasta. Que lo haga la televisión privada se puede entender, ¿pero que lo haga la pública? No sé. ¿Para qué te metes en esos fregaos? Creo que el problema es que de tan opaco que ha sido durante todos estos años se han creado una serie de estructuras en torno a SGAE que son las que deberíamos intentar cambiar los sellos jóvenes, aunque no sé hasta qué punto vamos a ser capaces...
Hay mucha gente creando música que nosotros, los sellos independientes, defendemos e intentamos mostrar al mundo. Pero los derechos editoriales del artista son pésimos porque no tenemos acceso a las televisiones. Además, tampoco hay un interés en TV por la música. ¿Cuántos programas hay de música ahora mismo en las televisiones? Muy pocos.
(Luis)
Lo que ha provocado todo esto es que la profesión de músico no exista en España, que no haya una industria real cuando podría haberla. Joder, los sellos discográficos de los ochenta, al final, son historia pura. Desde la Fábrica Magnética a RCA. Eran sellos independientes que crecieron muy rápido porque tenían el apoyo de TV. Ahora, no es que la televisión no pueda programar en El Hormiguero a Triángulo de Amor Bizarro; no es que no pueda, o que no vaya a dar audiencia, sino que no es parte del negocio. Pensarán: “¿Voy a llevar a estos tíos con los que no me pagan nada de autores?” Para qué, ¿para apoyar a la Cultura? Eso ya no existe...
(Albert)
Otro problema es la radio comercial… ¿Cuántas radios hay en España? ¿Diez? ¿Quince? ¿Y a cuántas tenemos acceso? Sólo a una, Radio 3. Para el resto dependes de un call out, un test ciego, que es una cosa absurda… Antes en Los 40 ponían a los Surfin’ Bichos, y de eso no hace tanto. Era mucho más fácil meter una canción, porque los programas de radio contaban con prescriptores que tenían potestad para poner lo que quisieran. Ahora es imposible pensar entrar en 40 Principales a rotación de radio

“Cuando te das cuenta de que existe el concepto de ‘editorial'es cuando más conflicto sientes en tu proceso de hacer y entender la música”

¿Podéis explicar con un poco más de detalle en qué consiste el call out?
(Luis)
Presentas una canción a los programadores de las radios y éstos hacen un test consisten en poner 20 segundos a consumidores propios de su target, que son los que deciden. ¿Eso para qué vale? Para meter publicidad. O sea, ya no hace falta ni dinero, sólo publicidad para crecer en el Estudio General de Medios, que al final es de donde les viene la pasta. ¿Qué significa todo esto? Que no hay posibilidad de que entre algo que se aleje de esos parámetros.
(Albert)
Creo que no debemos centrar el debate en las radios comerciales si nos identificamos como “independientes”. Me parece más importante que radios como ICAT -que era una radio muy local de Cataluña, dentro de la corporación de la televisión y de radio pública, una suerte de Radio 3- se la cargaron los recortes. En esa radio sonaban muchos grupos de BCore por ejemplo, había un criterio, el de los prescriptores. Quizá podría se la podría calificar de radiofórmula, pero una radiofórmula coherente, no una emisora concebida para meter anuncios.
En España no hay tradición de radios universitarias como en EEUU, donde son muy potentes y casi más importantes que las comerciales. Ese es el problema de España, que la mayor parte de las radios siempre han sido comerciales. Fíjate en la radios de los años 80 vistas desde nuestra perspectiva… Parecen transgresoras, ¿no? Y lo eran, porque en aquella época la música era importantísima para vender. Cuando la música ha dejado de ser importante para vender  las radios evidentemente se han abandonado. El problema es que nunca se fomentaron radios como Radio 3. Es muy triste que en este país solo dispongamos de una radio en la que poder pensar a la hora de sacar un disco y tener veinte mil oyentes como mucho. Que tampoco es mucho. Es un poco triste, ¿sabes? Molaría tener un abanico, o que hubiese otros programas, no sé…
(Luis)
La rotación era básica para el crecimiento de un grupo y ahora no existe. Los discos no se machacan y el grupo no se logra desarrollar. Esa ausencia de rotación es lo que tenemos que combatir nosotros.
(Albert)
Lo que pasa es que ya no existen emisoras de FM que puedas escuchar en un coche. Yo espero que dentro de poco todo sea digital, que el podcast de Gladys Palmera, por ejemplo, lo puedas escuchar en el coche.
(Luis)
Las cosas cambiarán, se están dando cuenta de que la música está surgiendo de sellos independientes. Por ejemplo, Vetusta Morla o Izal.
(Albert) Pero la desaparición del prescriptor no se ha dado en otras disciplinas, como la literatura por ejemplo. El problema de la radio es más complejo. Por ejemplo, en Radio 3 son prescriptores. Ahora bien, no quiero decir que no tengan criterio, pero como es la única radio que puede poner desde Arctic Monkeys hasta Tigres Leones, todo lo que queda en medio es tan amplio que hace que su criterio se caiga delante de la gente, la coherencia se pierde. Ojo, que no se trata de que sean malos prescriptores, se trata de que no va a haber nadie más que ellos recogiendo todo lo que estaría en radios ahora ausentes. Por eso a veces la gente no le ve la gracia a sus programas o les parece que hay demasiadas novedades. Lo cual por otro lado está bien porque, en tema discos, mola mucho la novedad y que te lo pinchen. Pero es lo que dice Luis: tal y como están las cosas ahora,el disco a las tres semanas se muere, y es justo a las tres semanas cuando el grupo empieza a tocar y cuando más debía estar sonando en la radio.
(Luis)
Un disco en el que el músico ha trabajado durante meses puede morir al día siguiente de su salida, es así de jodido. Eso es lo que sellos pequeños como nosotros debemos tener en cuenta. Es un trabajo que no solo te afecta a ti, sino al autor y a más gente y por eso nuestro deber es intentar que tenga el máximo recorrido posible.

¿Tenéis expectativas más o menos concretas con los discos que sacáis?
(Albert)
Igual si es el primer disco de un artista fabrico un poco menos y espero a ver si me llevo una sorpresa agradable. Cuando eso sucede te preparas para el segundo. Porque esa es otra: cuando empiezas a trabajar con un músico esperas que la relación se va a alargar durante años. Tú eso ni lo hablas ni lo firmas en un contrato, pero piensas que esa persona sacará otro disco con el sello. Se trata de una relación a largo plazo.
También depende de la época. Había épocas en las que se hacían tiradas más grandes porque parecía que se vendía más. Ahora en CD ya no merece la pena fabricar. Quizá para las promos, las revistas…

“La rotación en radios era básica para el crecimiento de un grupo y ahora no existe. Los discos no se machacan y el grupo no se logra desarrollar”

¿Y cómo va al tema de los porcentajes en las ventas de discos?
(Luis)
Lo de los porcentajes es una locura, entran porcentajes hasta de mantenimiento de almacén. El grupo normalmente tiene unos royalties del disco que van del 15% al 25% más o menos. Incluso algunas veces puedes llegar a un acuerdo en el que no se le liquide la venta trimestral o mensual de cada disco, sino dárselo en copias.
(Albert)
Recuerdo que una vez yo pedí a mi distribuidora que un single estuviera a 8€ en la tienda, un precio bastante alto. Y perdíamos dinero si se lo enviábamos. Si los vendes tú directamente como sello no pierdes dinero, pero si lo venden las distribuidoras –que éste es otro tema aparte, porque las distribuidoras están más que jodidas porque ahora no se venden discos- tampoco es que te vayan a vender doscientos singles. Es más, igual te venden diez, y de esos diez estás perdiendo dinero seguramente. Terminas haciéndolo más bien por una cuestión promocional de que los discos se vean en las tiendas.
(Luis)
Mi distribuidora, Gran Sol, me pasó una tabla para calcular todo esto. Como veinte columnas en las que era muy difícil ver qué te llevabas de ahí: ¡¿Dónde está mi pasta?! (risas). Esos porcentajes de la tabla siempre debes tenerlos en cuenta: almacenaje, transporte, etc…

Si a mí me emocionase un artista que no tiene nada publicado y quisiese montar un sello para sacar su primer disco ¿cuál sería el primer paso?
(Luis) Intenta vendérselo a tus colegas lo primero.
(Albert) Exacto.
(Luis) Y luego ya te empiezas a liar.
(Albert) La venta de discos en el caso de sellos como nosotros se basa en el trato directo con los compradores. Que el grupo lo lleve cuando sale a tocar, que vayas a la feria de turno, que lo vendas por la web, etc. Las ventas directas son lo más importante porque no reportan ningún gasto, ni de almacenaje, ni de envío, ni de nada, y todos los beneficios son para el sello en teoría. Yo creo que en España la gente sigue comprando discos, pero ya no vamos a las tiendas. Lo hacemos en los conciertos o a través de la web. A mí mismo también me cuesta mucho comprar discos en las tiendas...
(Luis) Es nuestro deber potenciar las tiendas.
(Albert) Totalmente.
(Luis) Cuando entiendes que hay que trabajar la promo para que el disco funcione te das cuenta que hay que potenciar la tienda, que es una parte fundamental en esta película. Vas a perder más dinero en comparación con las ventas de directo pero tienen que estar ahí, porque la tienda es un factor fundamental en esto.
(Albert) Aunque, y seguramente a Luis le haya pasado porque es un clásico, un día te das cuenta de que las tiendas no trabajan con tu distribuidor.
(Luis) Yo ya no tengo tiempo para estar mandado discos a minoristas. A mí si me contacta una tienda le digo "Vale, yo te lo dejo a depósito (es decir, que no paga por adelantado) pero habla con Gran Sol, con mi distribuidora”.

¿Cuáles son las principales distribuidoras en España?
(Luis)
En España hay muy pocas. Gran Sol, Altafonte (que es la que distribuye a casi todos los sellos pequeños), Popstock! y luego las grandes, Sony y Universal, que empiezan a ver que aquí hay negocio.

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