"Master Of Puppets", treinta y cinco años del clásico de Metallica
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"Master Of Puppets", treinta y cinco años del clásico de Metallica

Jesús Casañas — 18-03-2021
Fotografía — Archivo

Para muchos, el mejor álbum de Metallica. Piedra angular del metal en general y del thrash en particular. El tercer larga duración de su carrera, y último grabado por el bajista Cliff Burton antes de su accidentada muerte. “Master Of Puppets” lleva treinta y cinco añazos haciendo mover cuellos y melenas de medio planeta.

Corría el año 1985. Junto a Anthrax, Slayer y Megadeth (la banda de Dave Mustaine, el guitarrista al que habían expulsado en sus inicios), Metallica se había posicionado como uno de los cuatro grandes grupos del thrash, el nuevo subgénero del metal que evolucionaba hacia sonidos más sucios, acelerados y punk.

La primera formación oficial del grupo creado por Lars Ulrich (batería) y James Hetfield (voz y guitarra rítmica) se había consolidado con Kirk Hammett (guitarra solista) y Cliff Burton (bajo). Con su base en San Francisco, tenían ya dos discos a sus espaldas editados por Megaforce Records, el sello creado por Jon y Marsha Zazula: el legendario debut “Kill ‘Em All” (83) y “Ride The Lightning” (84), que había supuesto la primera decepción (les quedaban muchas) para los fans más ortodoxos al incluir su primera balada, “Fade To Black”. Aunque lo cierto es que al final acabó haciéndose con un lugar en los corazones de muchos de ellos.

Mientras fichaban por la compañía Elektra Records, que reeditaba “Ride The Lightning”, se embarcaron en una gira de dos años que les llevaría por Estados Unidos, Canadá y Europa. Una vez concluida tocaba volver a estudio para registrar material nuevo. Entre septiembre y diciembre de 1985 regresaron a los Sweet Silence Studios de Copenhague, capital de la Dinamarca natal de Ulrich. Al igual que para “Ride The Lightning” se pondrían en las manos del productor Flemming Rasmussen, ingeniero residente que ya había trabajado con bandas como Mercyful Fate o Rainbow y que posteriormente lo haría con Sepultura, Danger Danger o Blind Guardian. Las mezclas correrían a cargo de Michael Wagener. Así nacía “Master Of Puppets”.

Master Of Puppets, canción a canción

Battery (Hetfield, Ulrich, 5:12)

Épica canción de apertura, que tras una pequeña introducción instrumental donde las guitarras clásicas van siendo poco a poco sepultadas por las eléctricas, pronto da paso a la caña habitual. Letra acerca del control, la ira y las consecuencias que suponen en el comportamiento de una persona. A menudo utilizada para empezar o terminar sus conciertos, fue lanzada como sencillo el 3 de marzo de 1986.

Master Of Puppets (Hetfield, Ulrich, Burton, Hammett, 8:35)

La canción más larga del álbum, la que sirvió para darle título (El maestro de marionetas, metáfora sobre la adicción a las drogas) y la que más veces han tocado en directo (unas 1.500 veces, según la web Metallica.com). Un brutal riff da paso a la primera sección del tema, rematada por su famoso estribillo (“Master! Master!”). En el minuto 3:30 la fiera se calma para introducirnos en un dulce interludio instrumental que progresivamente se va endureciendo hasta regresar a la sección inicial y su redondo final. La favorita de Burton, se lanzó como adelanto el 21 de febrero de 1986.

The Thing That Should Not Be (Hetfield, Ulrich, Hammett, 6:36)

Riff pesado y contundente, afinado por primera vez en D (Re). Al igual que otros temas de su discografía como “The Call Of Ktulu” (“Ride The Lightning”), “All Nightmare Long” (“Death Magnetic”) o “Dream No More” (“Hardwired... To Self-Destruct”), la letra se inspira en la obra de H.P. Lovecraft. Esta vez en el libro “La sombra sobre Innsmouth”, concretamente.

“Welcome Home (Sanitarium)” (Hetfield, Ulrich, Hammett, 6:27)

La apertura a base de armónicos y guitarras limpias lo deja claro desde el principio: segunda balada en la historia de la banda tras “Fade To Black”, incluida en su disco anterior para enfado del público más “metalibán”. Fue lanzada como sencillo el 23 de octubre de 1986. Canción sobre la locura inspirada en el famoso libro de Ken Kesey, “Alguien voló sobre el nido del cuco”.

“Disposable Heroes” (Hetfield, Ulrich, Hammett, 8:16)

Vuelta a los tracks largos. Canción bélica sobre un soldado que va a morir a la guerra. Su título, “Disposable Heroes” (Héroes desechables), se barajó como uno de los posibles para dar nombre al álbum, y de hecho el dibujo de la portada muestra un cementerio lleno de cruces blancas, una de ellas con un casco militar encima.

“Leper Messiah” (Hetfield, Ulrich, 5:39)

“Envíame dinero, envíame verde, conocerás el cielo”. Crítica a las religiones y sectas a través de la historia de este malogrado mesías leproso.

“Orion (Instrumental)” (Burton, Hetfield, Ulrich, 8:27)

Tercera canción de más de ocho minutos del álbum, y única instrumental. Canción para mayor gloria de Cliff Burton, que se lucía como instrumentista y compositor gracias a sus numerosos solos en este homenaje galáctico a la constelación de Orión. No es de extrañar que fuese la elegida para sonar en su funeral.

“Damage, Inc.” (Hetfield, Ulrich, Burton, Hammett, 5:32)

Violencia y destrucción sin sentido. Despedida del disco, y único tema del mismo junto a “Master Of Puppets” firmado por los cuatro integrantes de la banda. Una vez más, una pequeña introducción instrumental da paso rápido a los riffs distorsionados y acelerados marca de la casa.

Lanzamiento y recepción

“Master Of Puppets” fue lanzado al mercado el 3 de marzo de 1986. Alcanzó el puesto 29 en la lista Billboard 200, y se convirtió en el primer disco de oro de Metallica al vender 500.000 copias en Estados Unidos. En la actualidad ha despachado más de 6 millones solo en su país de origen, cifra que supera los 7 millones si añadimos las que se han vendido en el resto del mundo. Es disco de platino en Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Nueva Zelanda, Polonia y Reino Unido, y disco de oro en Bélgica e Italia.

En 2017 se lanzó una reedición de lujo que contiene un vinilo y un CD con el álbum remasterizado, además de todo tipo de extras: actuaciones en directo, entrevistas, nuevas mezclas y demos, y dos DVD’s con más grabaciones en directo y más entrevistas. También incluía una casete con el álbum en directo, reproducciones de las letras manuscritas, un libro con miles de fotografías y varias chapas.

Está considerado uno de los grandes clásicos del thrash metal junto a “Rust In Peace” de Megadeth, “Among The Living” de Anthrax y “Reign In Blood” de Slayer. La web especializada Metal Rules lo considera el mejor álbum de metal de la historia. La revista Rolling Stone lo colocó en el puesto 167 de su lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. En 2016 se convirtió en el primer disco de metal en incluirse dentro del archivo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, para ser preservado por su “significado cultural, artístico o histórico a la sociedad”.

Su portada, un dibujo de un cementerio plagado de cruces blancas, une los conceptos de las canciones “Disposable Heroes” (sobre los soldados muertos en batallas sin sentido) y “Master Of Puppets” (con los hilos que unen las tumbas con el logo de la banda). Ha llenado miles de camisetas, chapas, pegatinas, banderas y cualquier tipo de merchandising oficial y pirata.

La gira maldita

Lo que prometía ser una gira de presentación con la que comerse el mundo empezó con mal pie desde el primer momento. James Hetfield se rompió la muñeca practicando skate poco antes de las fechas programadas, así que se decidió finalmente dar aquellos primeros conciertos del verano del 86 con John Marshall haciendo sus partes de guitarra y Hetfield encargándose solo de la voz (algo que volvería a ocurrir en 1992, cuando el cantante se quemó brazos y cara con la pirotecnia de un concierto en Montreal).

Pero lo peor estaba por llegar. Con Hetfield ya recuperado y la banda girando por Europa, la madrugada del 27 de septiembre de aquel 1986 el autobús de la gira volcó en las inmediaciones de Ljungby (Suecia). Tras ganarle una apuesta a Kirk Hammett, Cliff Burton iba durmiendo en la litera que en un principio se le había asignado al guitarrista. El cuerpo del bajista salió despedido por la ventanilla y fue aplastado por el peso del autobús, provocándole la muerte en el acto.

La gira se suspendió y la banda se replegó a replantearse su futuro. Tras consultar con los familiares de Cliff, decidieron seguir adelante fichando al bajista de Flotsam And Jetsam, Jason Newsted, que permanecería en Metallica hasta 2001. Pero eso, amigos, es otra historia.

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