Los mejores discos internacionales de 2015
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Los mejores discos internacionales de 2015

Redacción — 01-12-2015
Fotografía — Archivo

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6.- Tame Impala

"Currents"

(Caroline / Music As Usual)

(POP) Kevin Parker, que ha crecido en su faceta de productor en los últimos años, ha optado por prescindir de Dave Fridmann -mezclador de “Innespeaker” y “Lonerism”- para asumir el control total de “Currents” y llevar las canciones a otra dimensión, potenciando sus elementos más bailables y manteniendo la cualidad etérea, casi narcótica marca de la casa. Temas como “The Less I Know The Better” o “The Moment” se convierten en funk del siglo XXI, y el protagonismo de bases minimalistas robado a los arrebatos guitarreros de antaño llena de sentido las referencias a Kanye West, Daft Punk y Michael Jackson (también a sus adorados Supertramp o Alan Parsons) y justifica esos titulares que apuntan a una supuesta mutación dance-camp. Es además el disco en el que la voz de Kevin se sitúa en un orgulloso primer plano, hablando con claridad meridiana de “cambio”, “vidas pasadas” y reclamando su derecho a llorar sin dejar de ser por ello un hombre. Aún a pesar de la ausencia de hits claros -me niego a reconocer a ese anémico medio tiempo que es “Cause I’m A Man” como tal- se puede hablar de “Currents” como el álbum expansivo de Tame Impala, aquel que a pesar de provocar alguna que otra deserción entre el núcleo duro de fans, definitivamente le abrirá las puertas de un nuevo público y convertirá en fenómeno global al grupo. El ejemplo perfecto de cómo enfrentarse a la prueba del difícil tercer disco y aprobar con nota. Luis J. Menéndez

6.- Tame Impala

"Currents"

(Caroline / Music As Usual)

(POP) Kevin Parker, que ha crecido en su faceta de productor en los últimos años, ha optado por prescindir de Dave Fridmann -mezclador de “Innespeaker” y “Lonerism”- para asumir el control total de “Currents” y llevar las canciones a otra dimensión, potenciando sus elementos más bailables y manteniendo la cualidad etérea, casi narcótica marca de la casa. Temas como “The Less I Know The Better” o “The Moment” se convierten en funk del siglo XXI, y el protagonismo de bases minimalistas robado a los arrebatos guitarreros de antaño llena de sentido las referencias a Kanye West, Daft Punk y Michael Jackson (también a sus adorados Supertramp o Alan Parsons) y justifica esos titulares que apuntan a una supuesta mutación dance-camp. Es además el disco en el que la voz de Kevin se sitúa en un orgulloso primer plano, hablando con claridad meridiana de “cambio”, “vidas pasadas” y reclamando su derecho a llorar sin dejar de ser por ello un hombre. Aún a pesar de la ausencia de hits claros -me niego a reconocer a ese anémico medio tiempo que es “Cause I’m A Man” como tal- se puede hablar de “Currents” como el álbum expansivo de Tame Impala, aquel que a pesar de provocar alguna que otra deserción entre el núcleo duro de fans, definitivamente le abrirá las puertas de un nuevo público y convertirá en fenómeno global al grupo. El ejemplo perfecto de cómo enfrentarse a la prueba del difícil tercer disco y aprobar con nota. Luis J. Menéndez

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