Isasa y Negro analizan cinco discos instrumentales
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Isasa y Negro analizan cinco discos instrumentales

Redacción — 13-05-2019
Empresa — La Castanya
Fotografía — Archivo

Además de viejos conocidos bregados entre las paredes de las salas underground Isasa (Conrado Isasa) y Negro (Fernando Junquera) comparten una similar evolución sonora de sus proyectos en solitario más personales. Aunque sólo sea por el hecho de que los dos parten de las infinitas posibilidades que ofrece una guitarra acústica para construir música libre de ataduras y altamente evocadora. Con sus discos Insilio (La Castanya, 2019) y Clase media (Castanya, 2018) todavía recietes, los dos se han lanzado a plantear una serie de conciertos en los que se dan réplica musicalmente hablado. Hemos ido más allá y les hemos planteado un juego: preguntarles su opinión sobre cinco discos, todos ellos bien distintos entre sí, en el que la música instrumental igualmente cuenta con las guitarras por protagonistas. Y esto es lo que nos han contado...


 JOHN FAHEY
The Transfiguration of Blind Joe Death
(Riverboat, 1965)

ISASA: Cualquier disco de John Fahey es un como un mundo en sí mismo. Sobre todo, los primeros. Los nombres de los temas, los textos surrealistas de los libretos y cómo no, su música, reconocible desde el primer toque de púa. Este disco es de mis favoritos suyos, vienen temas que me encantan como On the Sunny Day of the Ocean, Brenda’s Blues (ambos compuestos antes de cumplir los 19 años) y Orinda-Morada. Siempre me ha fascinado su habilidad para combinar temas de corte más tradicional, en plan country-blues o ragtime, con otros que parecen música clásica del siglo XX. Es asombroso que tanta música pudiera emanar de una sola persona.

NEGRO: No es mi favorito de Fahey, pero tiene uno de los temas más bellos que compuso desde mi punto de vista, On the Sunny Side of the Ocean. El LP tiene muchos componentes que resumen la primera época de John Fahey, una especie de blues con toques de country oscuro, folk tradicional, ragtime y música con cierto aire oriental. Quizás no sea el disco más redondo del bueno de Fahey, pero sabiendo que es un disco del año 65 te das cuenta de que Fahey estaba en un lugar muy distinto al resto de guitarristas de la época. Él creó una forma de tocar la guitarra y un estilo único que hace que puedas reconocerlo en cualquier sitio. Maravilloso siempre.


PAPA M
Live from a Shark Cage
(Drag City, 1999)

ISASA: Reconozco que como oyente tengo muchas lagunas, muchas cosas sin explorar. Y aunque parezca mentira, habiendo tocado en A Room With A View, una de ellas es el post-rock. No controlo mucho más allá de Slint (Spiderland me voló la cabeza) y algún disco de Tortoise. Cuando digo “controlo” quiero decir haberlo escuchado más de tropecientas veces y haberle sacado chicha a nivel personal. Ahora me doy cuenta que yo, en los 90, era más de slowcore que de post-rock y quizás Slint sí que me gustaban mucho por tener más ese rollo súper lento y, otros grupos que igual no jugaban tanto con eso, como Mogwai, Papa M, The For Carnation, etc., no acabaron de engancharme, no sé. Seguro que me pierdo discos alucinantes por no dedicarles tiempo, y es el caso de este disco. David Pajo me parece un gran músico, pero eso, después de Slint como que ya no me dio por seguirlo. Me lo apunto en los deberes.

NEGRO: Cuando lo oí por primera vez me dejó bastante decepcionado, porque yo venía de adorar el disco anterior de David Pajo con el nombre de Aerial M, que es una de mis mayores influencias. No entendí bien en un primer momento las cajas de ritmos y efectos de sonido que había elegido para el disco. Con el tiempo me di cuenta que en realidad las composiciones de guitarra eran realmente grandiosas y que el ambiente del disco era exactamente lo que me gustaba de Pajo, melodías evocativas, interludios oscuros y composiciones de dormitorio. Todo lo demás cobraba sentido con una escucha más global. Arundel me parece una de las mejores composiciones de guitarra que se han hecho en los noventa. Los entramados de guitarras son tremendamente ingeniosos y luminosos para lo que venías escuchando en los noventa y la psicodelia encubierta está más presente en este disco que en el anterior. Un disco que con los años ha ganado para mí cada vez más .


 

THE SHADOWS
Apache EP
(Columbia, 1960)

ISASA: Cuando descubrí a Karate, quedé fascinado con su guitarrista, Geoff Farina. Una fascinación que dura hasta ahora. Leí una entrevista en aquella época, y hablaba de lo mucho que le gustaba el sonido de las guitarras de la música surf, con esa reverb y ese vibrato, y que de ahí era de donde sacaba ideas para su sonido de guitarra. En ese momento me interesé por algunos grupos de surf para escuchar ese sonido de guitarra, pero no conseguí conectar con su música a nivel personal. Ahora mismo me estoy escuchando este EP y me está gustando. Y las guitarras molan, The Shadows son famosos por eso, ¿no?

NEGRO: No me interesa el surf demasiado, de hecho como género musical me aburre bastante, pero si oigo algún single o EP del género intento oír las caras B siempre, porque como en este caso, encuentro efectos de sonido y toques de guitarra que me suelen interesar más que los del tema conocido (en este caso Apache). En este EP el tema Jet Black tiene reverb de voz y una melodía de surf menos reconocible, un ritmo más pausado donde la reverb clásica de estos grupos funciona de una forma que me interesa más. Curiosamente han relacionado mi forma de tocar con el sonido surf en más de una ocasión. Creo que se debe al uso excesivo que hago de la reverb y el sonido agudo que saca la Fender Telecaster que llevo en directo. En el fondo, creo que los guitarristas de surf hacen una cosa que yo también quiero hacer con mi música, que es crear un ambiente, generar una imagen, evocar un tiempo.


PACO DE LUCIA
Fuente y caudal
(Philips, 1973)

ISASA: Paco de Lucía… En fin, no voy a decir yo nada que no se haya dicho ya. El riff de Entre dos aguas alegró mis primeros años con la guitarra, aunque nunca conseguí darle el toque rumbero de parque de barrio que me hubiera gustado a pesar de echarle muchas horas. Paco de Lucía en solitario o con su propio grupo lo tengo poco explorado. Ahora me acuerdo que el disco de Friday Night in San Francisco con Al Di Meola y John McLaughlin me encantaba cuando estaba en el instituto, pero aparte de este y el de Fuente y caudal, no he escuchado muchos más. En cambio, varios de los primeros discos de Paco de Lucía con Camarón sí que me los he escuchado a tope, como Al verte las flores lloran o Castillo de arena. La fuerza de la guitarra de Paco es sobrecogedora en esas grabaciones. Su juventud, sus ganas de innovar, de encontrar su propia voz junto con el conocimiento profundo de su tradición es un cóctel explosivo que, si además le sumas la voz de Camarón, qué quieres que te diga, no hace falta ser un entendido en flamenco ni nada para que se te erice el pelo de partes en las que no sabías que tenías pelo.

NEGRO: Mira que de Paco de Lucía solo tengo apenas tres LP y este lo controlo porque lo tenía por casa. Tengo la sensación siempre de que hablar de Paco de Lucía o de muchos personajes del flamenco se te queda grande. El grado de complejidad y pureza que tienen hace que te quedes con la sensación de que no has llegado a comprender y entender todo lo que ha pasado ahí. Lo que está claro es que Paco consigue que los menos entendidos, como yo, piensen que es buenísimo, bello y sublime. A pesar de que en el disco está uno de los temas más famosos (Entre dos aguas), este LP tiene otros temas que me llegan más (debe de ser porque las percusiones y bajos los repelo y soy un pureta del estilo). Es un sonido que me recuerda a Sabicas, la guitarra tiene tanta claridad, la velocidad y ataque de las cuerdas es alucinante y Paco fue de los primeros que manejó algo nuevo sin deshacerse del aire jondo. Este disco es aceite de oliva virgen extra.


JOE SATRIANI
Surfin with the Alien
(Relativity, 1987)

ISASA: Hostias, Joe Satrini… Siempre que oigo su nombre me acuerdo de que hubo un concurso en la radio cuando yo era adolescente que preguntaban cuál era la característica principal de su guitarra. La respuesta era que tenía el mástil escalopado, eso es que es cóncavo entre traste y traste. Cuento esto para decir algo, porque este disco no me gusta nada… Y no me gusta hablar mal de la música de nadie. En cualquier caso, es un guitarrista que ha expandido la técnica del instrumento y eso siempre está bien. 

NEGRO: Joe Satriani para mí es el Pablo Motos de la música. Mira que me mola la música y que la gente toque y se lo flipe fuertemente con su movida. Podría intentar tocar con cualquier persona menos con Satriani. En el caso de este disco me gustaría haberle podido preguntar: “Joe tío, ¿te gusta la música?”. Dentro de que pueda entender que tenga su reconocimiento dentro del mundo del heavy pirotécnico, es un buen disco para saber lo que no quiero hacer con una guitarra o cómo no quiero sonar, y en ese sentido tiene su valor. Creo que este disco lo grabó el bueno de Joe con unos pantalones que le apretaban demasiado. Para componer bandas sonoras de series de dibujos animados japoneses creo que valdría más el señor Satriani.

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