En la mente del productor…

RICKY FALKNER

1. De grabar discos me gusta todo. Es un privilegio poder dedicarte a esto, pasar los días haciendo música y casi siempre rodeado de amigos. Además de lo excitante que es ver nacer de la nada algo que acaba emocionando a mucha gente. Quizá lo más difícil es tener que andar lejos de casa periodos largos de tiempo.

2. Es imposible responder a esa pregunta. Hay muchos discos especiales para mí por diferentes motivos, algunos por razones más musicales y otros más personales. Pero por decir uno de los que reúne de todo un poco diré “Dadnos precipicios” de Egon Soda.

3. En primer lugar, las canciones: si no hay buenos temas no hay nada que hacer. En segundo, el equipo humano y el lugar donde se va a llevar a cabo la grabación. Estar rodeado de gente talentosa y que suma en positivo es fundamental. Casi siempre los buenos resultados se deben a un trabajo de equipo. Y por último, la paciencia y la confianza. Para que la figura del productor tenga algún sentido en el disco, el músico tiene que dejarse ir un poco y soltar de la mano a sus canciones. Además de estar dispuesto a tener un diálogo abierto y estar preparado para los posibles cambios.

4. Toda. Es necesaria para conseguir la comodidad de todos los que están haciendo el disco, lidiar con las inseguridades de todo el mundo, esconder las propias, hacer sentir a los músicos a gusto con sus aportaciones y, en general, conseguir que la experiencia de grabar haya sido gratificante y divertida.
Yo no sabría hacer discos en un ambiente hostil.

5. Yo no tengo estudio: desde el principio me pareció interesante saltar de uno a otro y conocer sitios diferentes y, sobre todo, ingenieros diferentes, además de evitar así el peso de una hipoteca y sus consecuencias. Así que no podría dar muchos consejos. Desde luego, hoy en día me parece una opción para valientes.

6. Es importante intentar tener un buen sonido y tratar de aprender para mejorarlo, pero afortunadamente los discos son mucho más que eso y pocas veces son los que más nos gustan los que suenan mejor.
Cualquier disco que esté hecho con buen gusto, más allá de su presupuesto, puede encantarme. Además las referencias de sonido caducan rápidamente y nos acaban avergonzando en las entrevistas del pasado.
Así que diré uno que jamás caduca y que siempre trataremos de emular: “Revolver” de The Beatles.

7. Sí, por supuesto. Es una profesión alucinante y en la que experiencia suma muchísimo, así que me encantaría ver cómo encararía una canción dentro de treinta años.