Bandcamp puede marcar bien marcado el 3 de febrero en su calendario: ese viernes consiguieron recaudar un millón de dólares, un 550% más que cualquier otro viernes. Esto ha sido posible gracias la realización de la campaña para ayudar economicamente a la ACLU, organización sin ánimo de lucro que planea un litigo contra Trump y ha prometido "proteger los derechos de refugiados, inmigrantes y de todo el mundo en América [refiriéndose a EEUU]".
El 12% de ese millón -los beneficios que se llevaría Bandcamp de las compras- se destinará íntegramente a ACLU, mientras que el 88% restante irá para las discográficas y artistas que se comprometieron también con la causa del viernes.
No dejan de ser curiosos tanto los datos de ese viernes como los mostrados por Bandcamp en el 2016, un año en el que la venta en digital en su plataforma ha subido un 20% y el merchandising un 34%. En Bandcamp se compra un album (en diferentes formatos) cada tres segundos, las 24 horas del día, los 365 días al año. Decimos curiosos porque van a contracorriente del marco global: si algo ha marcado los movimientos recientes de la industria musical ha sido su apuesta por el streaming de pago.
Según el informe de Nielsen Music del 2016 las ventas de discos digitales han caído un 20%, las de temas sueltos un 25% y las de álbumes físicos un 14%; mientras que los servicios de streaming crecían un 76% abarcando ya el 38% del consumo total. La industria crece un 3%, y lo hace sobre las espaldas de los músicos: como señalan desde The Trichordist, la comisión que se llevan estos continúa bajando. Y eso que ya era bastante precaria.
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