"Siempre ha habido una intención destructiva en lo que hacemos"
Entrevistas / Somos La Herencia

"Siempre ha habido una intención destructiva en lo que hacemos"

Guillermo Chaparro Terleira — 12-05-2017
Fotografía — Patricia Soto

A finales de febrero los madrileños Somos La Herencia lanzaron su EP ZiguratPor este motivo tuvimos la oportunidad de charlar con Gonso (voz) y Guille (bajo) en una sibarita terraza de Madrid. Como en las buenas conversaciones perdimos la noción del tiempo y acabamos hablando también de su próximo disco, David Lynch, arquitectura o la situación del post punk. "Estamos locos, llevamos tres horas de entrevista", llegó a recalcar Gonso. El interesante resultado lo tenéis a continuación.


¿Cómo nace Zigurat?
(Gonso) 
Realmente no es un trabajo conceptual. No nos juntamos y dijimos: “vamos a hacer esta movida”. Sino que el resultado está ligado a lo que veníamos haciendo de forma muy natural. Desde que sacamos el primer EP hemos ido gradualmente dirigidos a un oscurecimiento de nuestro sonido.
(Guille) Los temas salieron como salieron. No había un concepto de un rollo en concreto pero sí que estaba bastante pensado cómo queríamos que sonasen los temas.
(Gonso) Es cierto que mucha gente que forma parte de nuestra hornada ya han sacado su primer o primeros discos, pero nosotros no porque queríamos tener un sonido muy fino y muy estudiado para ya poder grabar un disco que suene así, como queremos.
(Guille) Al final el único objetivo es ir afinando sonido y calidad. Nos vamos a tirar diez años componiendo el primer disco; somos los Vetusta Morla del post punk (risas).
(Gonso) Lo de Vetusta va off de record (risas).

Hacéis hincapié en la oscuridad. Precisamente ese es una de las principales diferencias con respecto a los anteriores trabajos.
(Gonso) 
Eso es. También es cierto que este EP tiene muchas más atmósferas. Nosotros trabajamos con nuestros propios términos dentro del grupo. La atmósfera consiste básicamente en hacer una movida muy lisérgica entre tema y tema. Mucho reverb, mucha cola…
(Guille) Mucha improvisación.
(Gonso) Difuminar todo un poco. Esto es como la movida que hay en Japón para comer sushi. No puedes hacerlo de forma aleatoria. Primero te comes una pieza de un tipo, luego el jengibre y luego la siguiente pieza de otro tipo. Más o menos las atmósferas vendrían a ser esto.

Por lo que el orden del EP está estrictamente pensado.
(Guille) 
Sí, sí. De hecho lo teníamos decidido desde hacía meses y al final cambiamos Caballo de la segunda a la tercera por cómo quedaba en la mezcla. Pero estaba muy claro desde el principio.
(Gonso) Sabíamos por cuál empezar y cuál terminar. De todas formas, al ser cuatro canciones es fácil ordenarlas. Hay un truco de escritor que consiste en empezar a escribir el libro por el último capítulo. Esta idea me encanta e intentamos llevarla al estudio.

¿Para buscar el sonido y atmósferas de Zigurat tuvisteis algún disco de referencia?
(Gonso) 
Tenemos mazo.
(Guille) Más para el sonido de las atmósferas que para las atmósferas en sí.
(Gonso) Yo creo que para las atmósferas sí tenemos referencias pero están totalmente alejadas de lo que hacemos: Burial, Andy Stott, movidas del witch house…. Y sobre todo bandas sonoras.

¿Bandas sonoras?
(Gonso) 
No me refiero a ninguna en concreto. Más bien al concepto de banda sonora. Pensamos de forma muy cinematográfica.

¿Hay alguna película que os hubiera gustado componer la BSO?
(Guille) 
Cualquiera de Lynch.
(Gonso) Trabajos de David Lynch, Blade Runner,… Pero luego si nos ponemos más serios te diría El caballo de Turín porque visualmente es la leche.
(Guille) O El color de la granada que es la que proyectamos en nuestros conciertos.

"Lo que queremos es mover algo dentro de la gente sin ninguna pretensión más allá"

Con el nuevo EP publicado ¿vais a cambiar la película que proyectáis?
(Guille) 
Sería lo guay. Hace falta sentarse el grupo y ver qué podemos proyectar.
(Gonso) Nos gusta mucho poner El color de la granada porque, aparte de tener su narrativa biográfica sobre la vida de un poeta, son como cuadros que se mueven, lo que hace que durante en el concierto no tengas que centrarte 100% en la proyección continuamente para apreciarlo. A veces mola mucho cuando tocamos Caballo porque ha coincidido con una escena que sale una estampida de caballos y eso es casi mágico.
(Guille) También para la creación de las atmósferas es genial este tipo de proyecciones. El protagonista pasa a ser la peli y nosotros vamos creando la atmósfera de lo que está pasando en la proyección. Por eso, para lograrlo apagamos las luces en los conciertos. De hecho, en el local tocamos y componemos con la luz apagada.
(Gonso) Con el humo de los pitis, el vapeador… Estamos muy cómodos. Es más un ritual de relajación que de intensidad.

Y con todo este sonido y atmósferas que caracteriza el EP, ¿qué esperáis despertar en la gente que lo escuche?
(Gonso) 
Realmente hemos tenido épocas. Años atrás yo quería chinar a la gente y provocarla. Ahora sigue estando esta actitud pero provocamos en otro sentido, un sentido más intimista. Siempre ha habido una intención destructiva en lo que hacemos.
(Guille) En los conciertos nos gustaría que en vez de que la gente salga diciendo: “¡Qué guapo es esto!”, diga: “¿Qué acabo de ver?”.

Que genere más preguntas que respuestas.
(Guille) 
Eso es.
(Gonso) Tampoco vamos a decir el rollo ese de que lo que queremos es no dejar indiferente a nadie. En verdad, tú puedes hacer la cosa más loca del mundo y hay gente que lo va a ver y no le va a impresionar. Vivimos en una época en la que es difícil impresionar. Nosotros hacemos las movidas que nos gustan y hasta cierto punto creo que movemos algo dentro por esa conexión entre las atmósferas y las proyecciones. Nosotros sabemos que las formas en las que llevamos a cabo el concierto puede ser más rollo porque te obliga a verlo entero para que tenga sentido. Es más una experiencia. Pero tampoco queremos que sea una movida de reflexión. En definitiva, lo que queremos es mover algo dentro de la gente sin ninguna pretensión más allá.

Volviendo a las características de Zigurat, me ha gustado mucho la parte instrumental. Tiene una fuerte presencia.
(Gonso) 
Además tiene mucha personalidad. Por ejemplo, cuando estábamos mezclando Signos de alguien con Pablo, al principio se escucha mi respiración super profunda cuando estábamos grabando. Yo quería caparlo y en cambio él me dijo que molaba mazo y había que mantenerlo. O al principio de Caballo, que entra un ruidillo de la guitarra… Esto es muy interesante porque es como si estuvieras escuchando el concierto. Es sucio, es real.

¿Cómo surge la oportunidad de trabajar con Leo y Pablo?
(Gonso) 
Leo es colega desde hace tiempo. Hemos coincidido varias veces y siempre había buen rollo. Cuando ya teníamos grabado las baterías nos llamó para grabar juntos y echarnos un cable. En su local grabamos guitarra, bajos y sintes. Nosotros tenemos instrumentos normalitos pero Leo tiene instrumentos de calidad, muy buenos. Y eso marca la diferencia. Nos dio un plus. Pero como Leo tenía que meterse a grabar el disco de Nudozurdo y aprovechando que estábamos en conversaciones con Pablo de Megara, él se metió al estudio con nosotros. Pablo no estaba acostumbrado a este sonido. Y a él le pareció interesante acercarse a las referencias que nosotros manejábamos. De las pocas personas que me han entendido cuando yo le he explicado como quería la reverb.

¿Cuál es el principal aporte de los dos?
(Guille) De Leo la oportunidad de trabajar con alguien como él. Y de Pablo sobre todo la mezcla y el sonido que ha conseguido sacar.
(Gonso) Conseguir que las voces sean un instrumento más, que ha sido uno de los grandes logros del EP y que más ha gustado.

Volviendo al concepto del EP, ¿Por qué zigurat? No es la primera vez que hacéis referencia a elementos arquitectónicos en los títulos.
(Gonso) Somos amantes de la arquitectura, nos parece un mundo fascinante. Además, tenemos amigos y familiares en ese mundillo. Visualmente, en el tipo de música que hacemos es una fuerte referencia.

Y de entre todos los elementos arquitectónicos, ¿por qué zigurat para titular el EP?
(Guille) 
Yo estuve viendo una película de anime llamada Metrópolis que relataba la construcción del zigurat, una revisión del Metrópolis original, y me flipó. También por su relación religiosa como catedral babilónica. Se lo propuse a Gonso y le moló porque le recordaban a los zigurat del World Of Warcraft.
(Gonso) No, no. Del Warcraft III. Me flipaba el diseño. Realmente es complejo porque nosotros siempre hemos tenido un concepto religioso muy arraigado. Nos gusta hacer movidas que se consideren muy sacras. La escena religiosa ha sido muy potente en el grupo. Al mismo tiempo nos gusta zigurat porque funcionaba como el instrumento que usaba la gente para acercarse a Dios. A mí me parece igualmente reivindicable sociológicamente la religión y el flamenco, ahí tienes a Silvia Pérez Cruz o Rosalía. Nos gusta reivindicar nuestras raíces.

En la primera canción del EP, Revisión de la materia, hablas del coitocentrismo. He buscado el término en internet y he encontrado que es una actitud hacia la sexualidad. ¿Era eso lo que querías reflejar?
(Gonso) Realmente es más sencillo de lo que parece. Cuando yo escribo no lo hago por estética y junto palabras para que queden bien. Sino que busco darle un significado. El coitocentrismo defiende que si tú no has tenido un coito, tú no has tenido una relación sexual. Y vivimos en una sociedad así, donde está marcado que hay que follar para tener una relación sexual. Y eso yo lo considero algo pocho. Un beso o una caricia me parece también algo sexual. Y con la canción quería trasmitir esa reivindicación de revisarse continuamente como conducta. Expresa cambio. Quería que la primera canción transmitiera un cambio, que la movida está cambiando. También te digo que estas cosas no las pienso cuando las escribo, me evocan más ahora que te lo estoy contando.

Si atendemos a la presencia de las letras en el EP vemos que en la primera canción hay dos frases, en la siguiente hay una palabra, en la tercera dos frases y ya la última, Plaza dura, tiene un poco más. En tres temas hay cuatro frases en total.
(Gonso) Yo antes cuando escribía letras escribía unos tochacos. Siempre he odidado a los poetas modernos y los raperos poetas. Y viendo con perspectiva a veces me pregunto hasta qué punto lo era yo.

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