"Scala", tal y como se denomina el nuevo espacio, fue estrenada con una adaptación de "Sound Patterens" de Pauline Oliveros. Ahora acoge la primera composición sonora diseñada exclusivamente para un sistema vertical de ocho altavoces.
Niño de Elche ha trabajado en Tabalakera durante los meses de enero y febrero de este año para crear la instalación junto al productor y artista Xabier Erkizia, quien se ha encargado de la "grabación, la edición y la espacialización de la obra".
“La pena es una condena a la tristeza y al dolor que como toda sanción tiene un fin que es alivio. La inflexión de una voz nos habla de una rotura, de la fragilidad ante un esfuerzo emocional, de una ascensión y su inevitable descendimiento. La inquebrantable delicadeza del amor es algo que nunca deja de resonar”, declara Niño de Elche. La pieza se relaciona con una copla popular flamenca sobre la pena y el alivio, utilizando como metáfora una escalera de vidrio. La pieza se completa con una partitura escultórica del productor de arte Nikolas Téllez Ortiz de 12 minutos y 24 segundos de duración, que se activa cada media hora en la escalera principal.
Scala busca explorar el lenguaje musical y las formas de acercarse a lo sonoro, generando inspiradoras interacciones entre las piezas y el espacio arquitectónico, transitado por un público heterogéneo. En septiembre tendrá su tercera propuesta expositiva creada por Maialen Lujanbio.
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