Unos 2.500 fans de Red Hot Chili Peppers se reunieron el pasado fin de semana para presenciar cómo el seminal cuarteto de rock de Los Ángeles recibía una estrella en el Walk Of Fame de Hollywood. A la celebración acudió también Peggy Idema, de 79 años, madre de Kiedis, voló desde Michigan para sorprender a su hijo. "Él no sabe que estoy aquí. Es algo que no podía faltar", dijo Idema. "No podría estar más orgullosa. Estoy abrumada, pero de una manera tan hermosa. Mi corazón está muy lleno ahora mismo". "Sabes, no cantaba de niño. Sin embargo, sí que entretenía", añadió. "Anthony quería ser biólogo marino. Esto está muy lejos de eso. (Risas) Me encantó cuando empezó a cantar".
Para cuando la ceremonia comenzó a las 11:30, la policía de Los Ángeles había cerrado la manzana para dar cabida a la multitud. Nicole Mihalka, Presidenta del Consejo de la Cámara de Comercio de Hollywood, presentó a "nuestros héroes locales", destacando el éxito de RHCP "Californication" y su "guiño a la estrella del bulevar". Tras las palabras de Mihalka, los Chili Peppers fueron homenajeados por el músico Bob Forrest, George Clinton ("Siempre supe que serían el grupo más exitoso del mundo... tenían ese fuego en los ojos cuando los miraba") y Woody Harrelson, que calificó a la banda de "Los mejores tipos haciendo una de las mejores músicas y la mejor banda en vivo del mundo". Harrelson también bromeó: "Fueron los primeros en convertir el calcetín común y corriente en una parte central del vestuario de moda".
Cuando los Chili Peppers se dirigieron finalmente al público, fueron recibidos con gritos de sus fans. Frusciante dijo que se había mudado a Hollywood en 1987 y que vivía a una manzana de la ceremonia, antes de dar las gracias a los fans, los amigos y sus compañeros de banda: "Esta familia ha hecho de mí lo que soy". Flea aprovechó para hablar de su afición a Hollywood Bloulevard, lugar en el que aseguró que había pasado mucho tiempo, incluso mendigando con tan solo 11 años. "Conozco esta calle al dedillo y esta calle me conoce a mí, y siempre que hemos viajado por el mundo, esta calle ha formado parte de mí. Estoy agradecido de que ahora podamos formar parte de ella", dijo.
Por su parte, Smith se maravilló de la gran afluencia de fans, expresó su amor por sus compañeros de banda y rindió homenaje a antiguos Chili Peppers, como Hillel Slovak (fallecido en 1988), Jack Irons, Dave Navarro y Josh Klinghoffer. "Todos ellos son parte de esto y parte de la razón por la que estamos aquí hoy", dijo. Smith también dio un saludo a Taylor Hawkins: "Está volando por ahí. Te quiero, Taylor. Se reiría y haría un comentario inteligente sobre todo esto".
Kiedis, el último en tomar la palabra, atribuyó el éxito de la banda a su química. "Para mí, esto no es una historia de individuos", dijo. "Quiero a Chad, quiero a Flea, quiero mucho a John. Tienen un talento increíble: Flea es único con el bajo, John es mi guitarrista favorito de todos los tiempos y Chad Smith es el mejor batería del país. Pero, realmente, cuando nos juntamos ocurre algo que es mucho más grande que las partes individuales. La suma total de nuestras partes es que hemos sido capaces de encontrar algo que nos gusta hacer y comunicarnos con el mundo entero".
Tras los discursos, llegó el momento del evento principal: la inauguración de la estrella de los Red Hot Chili Peppers, la número 2.717 del Walk Of Fame de Hollywood. La banda era todo sonrisas mientras posaba para las fotos, con Kiedis arrodillado y simulando lamer la estrella. Momentos después, se levantó, plantó los dos pies sobre ella y bromeó: "Más vale que empiece a pisarla".
En la fiesta posterior con actuación del grupo en el Fonda Theatre de Los Angeles, la banda contó ni más ni menos que con la leyenda del p-funk George Clinton para interpretar juntos su clásico "Give It Away".
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