En un mundo que parece insistir en las esquinas, los bordes y los marcos rectangulares, Concha Garrote Agost ha apostado siempre por lo circular en su forma de hacer arte. Desde hace más de veinticinco años, esta artista española viene trabajando sobre la circunferencia como formato artístico, y en 2024 celebró nada más ni nada menos que medio siglo de trayectoria. ¿La protagonista de esta última etapa de su obra? El parche de batería.
Para muchos este objeto habría perdido su utilidad tras horas de conciertos y ensayos, pero para Garrote es un nuevo lienzo lleno de posibilidades. Fue su mismo hijo, David "el Indio", batería de Vetusta Morla, una de las bandas más reconocidas del panorama musical nacional, el que con un gesto inocente "Mamá, ¿por qué no pintas este parche?" abrió la puerta a una nueva dimensión creativa. Y así ha nacido esta segunda exposición bajo el nombre de "Pinturas Circulares", una suerte de continuación más abstracta de lo que fue "Canciones a pinceladas" en 2017.
Esta apuesta por el formato circular no es un simple gesto estético poco frecuente en la historia del arte, sino que recupera la tradición popular de los parches pintados a mano entre los años veinte y cuarenta en los catálogos de Ludwig, Slingerland o Premier, pero esta vez con una nueva propuesta: mirar estas obras como una puerta a otros mundos y conectadas com las canciones de la banda española. La nueva colección que cuenta con más de una treintena de obras será expuesta hasta el 6 de junio en la Biblioteca Municipal Lope de Vega de Tres Cantos. Una vez más, Concha Garrote Agost nos demuestra que el arte sigue encontrando formas insospechadas de reinventarse. Y lo hace, además, en diálogo con la música de Vetusta Morla, cerrando el círculo entre madre e hijo. Puedes seguir a Concha Garrote Agost en este mismo link.
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